El dolor miofascial, también conocido como síndrome de dolor miofascial, es un cuadro doloroso causado por los puntos gatillo miofasciales. Estos puntos pueden encontrarse en los músculos, tendones y la fascia, y generan nódulos o bandas tensas que se pueden palpar bajo la piel en el área dolorosa.
Estos puntos pueden estar inactivos y causar dolor solo al ser comprimidos, o pueden estar activos y generar un dolor constante. El dolor puede ser localizado o, en algunos casos, irradiarse hacia otras áreas del cuerpo.
La causa del desarrollo de puntos gatillos se desconoce, pero se la puede relacionar con la falta de ejercicio, estrés, golpes y sobrecarga física. El tratamiento puede incluir el uso de fisioterapia, ejercicios de estiramientos y un cambio de hábitos.

Principales síntomas
Los síntomas del dolor miofascial son:
- Aumento de la tensión en el músculo dolorido (rigidez muscular);
- disminución de la amplitud de movimiento;
- dolor espontáneo o al presionar el punto gatillo;
- dolor que no desaparece y empeora;
- nódulos en los músculos;
- banda tensa muscular;
- espasmo muscular a la palpación;
- alivio del dolor al realizar el estiramiento del músculo.
El dolor miofascial puede clasificarse en agudo o crónico. El dolor agudo suele mejorar con o sin tratamiento y tiene una corta duración, en cambio, en el dolor miofascial crónico, los síntomas pueden persistir durante 6 meses o más y no se resuelve con facilidad.
Causas de puntos gatillo
La causa del dolor miofascial actualmente se desconoce, aunque se relaciona con factores como sobrecarga muscular, movimientos repetitivos, golpes, sedentarismo, estrés, deficiencia de vitaminas y falta de sueño.
Además, la tensión muscular crónica y los hábitos posturales inadecuados contribuyen al desarrollo de este tipo de dolor. Para aquellas personas que trabajan sentadas durante largas horas, se recomienda levantarse y moverse un poco cada hora para evitar el desarrollo de puntos gatillos.
Cómo se diagnostica
No existe un examen específico para el diagnóstico del dolor miofascial. El diagnóstico se realiza mediante una exploración física realizada por un médico o fisioterapeuta.
Los criterios utilizados incluyen la presencia de un nódulo o banda tensa dolorosa, un patrón de dolor irradiado y la respuesta local de sacudida al aplicar presión sobre el punto gatillo.
Cómo se realiza el tratamiento
Los tratamientos para dolor miofascial son:
1. Medicamentos
El médico puede recomendar el uso de analgésicos, como paracetamol o dipirona, o antiinflamatorios, como diclofenaco, que pueden ser usados en forma de comprimidos, pomadas o lociones, además de los relajantes musculares, como ciclobenzaprina.
En algunas situaciones, el médico puede indicar la realización de una infiltración con solución fisiológica salina directamente en el punto gatillo o el uso de un aerosol de fluorometano o cloruro de etilo, que garantiza buenos resultados.
2. Compresas calientes
Colocar una compresa caliente y dejarla actuar durante cerca de 20 minutos cada vez, es una buena manera de aliviar el dolor muscular. Es posible utilizar esta estrategia de 2 a 3 veces al día e, inmediatamente después, se deben realizar los estiramientos, pues así, la eliminación de los puntos gatillo puede ocurrir de manera más efectiva.
3. Estiramientos
Consiste en realizar ejercicios que sirvan para estirar el músculo y toda la región afectada, manteniendo cada posición durante 30 segundos a 1 minuto.
Los estiramientos pueden ser realizados de forma pasiva, que es cuando otra persona sostiene la pierna o brazo para que el músculo sea estirado, o de manera activa cuando la propia persona realiza el estiramiento muscular.
4. Fisioterapia
El fisioterapeuta puede utilizar máquinas como el TENS y el ultrasonido para minimizar el dolor provocado por los puntos gatillo. También puede aplicar técnicas de liberación miofascial, que consisten en presionar y aplicar fricción en los puntos gatillo.
Lea también: TENS: qué es, para qué sirve y contraindicaciones tuasaude.com/es/tens-fisioterapiaEl uso de bolas o rodillos también es una buena estrategia para eliminar los puntos gatillo que dan origen al dolor miofascial. Conozca más sobre cómo se realiza la liberación miofascial.
Una técnica utilizada para aliviar el dolor miofascial es la punción seca, que consiste en insertar agujas finas en los puntos dolorosos. Esta técnica es muy efectiva, ya que permite llegar al punto gatillo de manera más específica.
5. Infiltraciones
Esta técnica se utiliza únicamente en personas con puntos gatillo activos muy dolorosos que no responden a otros tratamientos. En la infiltración se pueden aplicar toxina botulínica, corticoides o anestésicos locales para aliviar el dolor.
6. Cambio de hábitos
Es importante cambiar ciertos hábitos, especialmente para aquellas personas que pasan muchas horas sentadas. Se recomienda sentarse derecho, evitar recostarse por mucho tiempo en el respaldo de la silla y colocar los pies de manera que las rodillas y las caderas estén alineadas.
Otro aspecto clave es el movimiento, por lo que se aconseja que, cada hora, la persona se levante de la silla y se mueva un poco.