Las etapas del duelo son negación y aislamiento, ira, negociación, depresión y aceptación. El duelo o luto es la respuesta normal emocional y de comportamiento ante la pérdida de un vínculo afectivo ya sea con una persona, animal, objeto o un bien inmaterial como el empleo. La pérdida de un ser querido es uno de los eventos por los que el ser humano atraviesa como parte de su ciclo biológico.
La respuesta ante esta pérdida es diferente en cada persona y no hay un momento específico que determine el tiempo que se debe experimentar, sin embargo existen algunos parámetros, como el de la Asociación Americana de Psiquiatría, para considerar el duelo como patológico, el cual no es saludable y debe ser tratado.
La forma en como cada persona experimente el duelo depende de factores como la relación que la persona tenía en vida con el fallecido, el apoyo familiar y social, como el de amigos y compañeros de trabajo, por ejemplo, y de personalidad, ya que cada persona cuenta con diferentes herramientas emocionales para afrontar este hecho.
Etapas del duelo
Las etapas del duelo son:
1. Negación y aislamiento
Al recibir la noticia de que un ser querido ha muerto, es posible que la persona no dé crédito a lo que ha sucedido, por lo que es normal tener una reacción de negación ante el hecho. Esto puede acompañarse de un alejamiento de quien la rodea, permitiendo "calmar" los efectos que una noticia como estas trae consigo, como lo es el dolor.
2. Ira
En esta fase la persona ha pasado de negar el hecho a experimentar un sentimiento de ira, el cual puede acompañarse de otros signos como llanto y molestia, incluso con amigos o familiares. Puede haber intranquilidad y ansiedad, ante lo que este hecho significa para la persona.
3. Negociación
Una vez que la persona ha experimentado los sentimientos de furia e incluso indignación, puede haber una cierta dificultad para aceptar la realidad, por lo que llega el momento en que se decide llegar a un acuerdo para salir esta situación. Este pacto dependerá de cada persona y no es algo que se realice de forma consciente, a menos que durante esta fase se esté acompañado por un especialista, como un psiquiatra o un psicólogo. Este pacto se hace con la intención de poder llegar a un equilibrio en los sentimientos experimentados y poder darle lugar a un poco de calma.
4. Depresión
Durante esta fase la persona entra en proceso de habituación, habiendo sentimientos de fragilidad, inseguridad, desconsuelo y nostalgia. La persona va cayendo en cuenta de la realidad, que lo que ha sucedido no podrá remediarse y es donde más se recomienda estar acompañado de un profesional, ya que esta etapa es un cambio que hará aceptar a la persona poco a poco el hecho de la muerte.
5. Aceptación
Esta es la etapa final, en la que la persona comienza a recobrar los hábitos que tenía antes del hecho, a pesar de que el acontecimiento de una muerte cercana pudo haber cambiado una rutina en la que la otra persona tenía una papel importante, se comienza a abrir de nuevo a las relaciones sociales y se regresa a la cotidianidad.
Cómo superar el duelo
Algunas estrategias para super el duelo son:
- Darse el tiempo adecuado, debido a que cada uno es diferente y experimenta un mismo evento de forma particular, no hay un tiempo específico que dicte cuándo uno debe sentirse bien o haber superado este acontecimiento;
- Aprender a aceptar el dolor y la pérdida, evitar situaciones que puedan poner en riesgo la salud y la vida no son las mejores opciones para superar una pérdida, como por ejemplo el consumo de alcohol y drogas ilícitas. Tampoco el evitar la situación, a través del trabajo o el deporte excesivo, por ejemplo, ya que esto solo postergará lo que en su momento se debió sentir;
- Expresar lo que siente, no se recomienda que la persona inhiba las emociones y sentimientos que este acontecimiento produce, por lo que se recomienda que llore, grite, entre otros, sin que esto tenga consecuencias negativas hacia otros o uno mismo;
- Acudir a un grupo de apoyo, en caso de no desear asistir con un profesional de forma individual. Este tipo de grupos se caracteriza por ser un conjunto de personas con un tema en común donde se comparte la experiencia personal sobre el tema en común;
- Rodearse de seres queridos, pasar tiempo con aquellos que también convivieron con la persona fallecida e intercambiar anécdotas hace el proceso de duelo más fácil de llevar.
La pérdida de un ser querido es un evento que todo ser humano experimentará en algún momento de su vida, el cual se verá acompañado de emociones y sentimientos que deteriorarán su calidad de vida, sin embargo; buscar ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra, así como acercarse a sus amigos y familiares, son opciones que pueden ayudar a sobrellevar este acontecimiento.
Duelo en niños
Explicar a los niños que un ser querido ha muerto no es algo fácil, así mismo, el proceso de duelo que vive un niño no es igual en todas las edades. Por este motivo, es necesario optar por algunas estrategias, que deberán ser adaptadas a la edad del niño, al momento de informarle el deceso de un ser querido. Algunas de estas, son:
- No hay un momento ideal, comunicar una noticia sobre la muerte de una persona no es fácil, y menos a un menor. Por ello, no espere encontrar la ocasión perfecta para hacerlo;
- Hablar con la verdad, ya que al no hacerlo puede hacer la experiencia del duelo más dolorosa y confusa, debido a que podría no encontrar un sentido de lo que ha sucedido, produciendo emociones confusas;
- Muestre sus emociones y sentimientos, de esta forma permitirá demostrar al niño que lo sucedido y lo que siente es natural y que este tipo de reacciones son esperables;
- No encomiende a otra persona la tarea de dar la noticia sobre el fallecimiento de un ser querido, como amigos o tíos, decida entre usted y su pareja quién será el responsable de comunicar la noticia. En caso de que no se encuentren presentes los padres, debe hacerlo el familiar más cercano emocionalmente;
- Busque un sitio tranquilo, en donde no tenga interrupciones y pueda tener contacto físico con él;
- No dé tantos detalles al inicio, una explicación simple, clara y honesta es lo que se necesita al principio, posteriormente se podrá entrar en más detalles.
En caso de que las estrategias mencionadas no den resultado o que el niño muestre una conducta mayor a la esperada, se recomienda buscar ayuda de un psicólogo infantil para que pueda guiar el proceso de duelo y optar por el mejor plan terapéutico que ayude al menor a sobrellevar lo sucedido.
Cuándo acudir con un psicólogo o psiquiatra
La búsqueda de ayuda profesional de un psicólogo o de un psiquiatra puede ser una buena forma de garantizar que se logre un proceso de luto saludable. Sin embargo, la mayoría de las personas también logra lidiar con su propio luto, en caso de que esto no sea así, es recomendable que busque ayuda profesional.
Existen casos en que el luto puede considerarse "no saludable" o patológico, especialmente cuando los sentimientos son extremadamente intensos o duran más de 12 meses, en el caso de los adultos, o por más de 6 meses, en el caso de los niños. En estas situaciones el acompañamiento profesional es esencial.
Algunas de estas señales pueden indicar un proceso de luto "no saludable", en caso de que se mantengan por varios meses, son:
- Anhelo persistente del fallecido;
- Experimentar incredulidad ante la muerte del ser querido;
- Autoinculparse;
- Deseos de morir para poder "estar" con la persona;
- Pérdida de la confianza en otros;
- Pérdida del sentido de vida;
- Dificultad para mantener amistades o seguir con actividades que se realizaban;
- Dificultad para planear a futuro;
- Malestar significativo que afecta áreas sociales o laborales;
- Reacción hacia el duelo desproporcionada ante lo que se considera "normal".
Los síntomas se manifiestan en ambos géneros, teniendo más prevalencia en las mujeres que en los hombres y puede presentarse a cualquier edad.