ECMO: qué es, cuándo se indica y cómo funciona

El ECMO es una máquina que da soporte para el sistema respiratorio y/o cardíaco, siendo utilizada en bebés, pero que también puede ser indicado para niños y adultos con enfermedades pulmonares o cardíacas graves, cuando existe el riesgo de que los pulmones o corazón paren de funcionar correctamente.

Esta máquina funciona como un pulmón artificial permitiendo la oxigenación necesaria del cuerpo mientras se realiza el tratamiento en causa, como infección pulmonar, shock después de un ataque al corazón o síndrome respiratorio agudo severo causado por COVID-19.

El ECMO son las siglas en inglés para la oxigenación por membrana extracorporal y solo es utilizado en la unidad de cuidados intensivos en hospitales y su uso debe ser indicado por el equipo médico. Generalmente, el ECMO se utiliza durante unas horas al día y la persona debe estar sedada y recibir alimentación a través de una sonda nasogástrica o nutrición parenteral.

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Para qué sirve

El ECMO se usa cuando los pulmones no pueden suministrar suficiente oxígeno al cuerpo, incluso cuando ya se está recibiendo oxígeno a través de un catéter nasal, o cuando los pulmones no pueden eliminar el dióxido de carbono, incluso con la ayuda de un ventilador mecánico.

Además, esta máquina también se puede utilizar cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre al cuerpo, como en los casos de un shock cardiogénico.

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Cuándo es indicado

Las principales del ECMO son:

  • Neumonía severa;
  • Infecciones pulmonares graves;
  • Insuficiencia respiratoria;
  • Síndrome respiratorio agudo;
  • Hernia congénita en el diafragma;
  • Aspiración de sustancias tóxicas a los pulmones;
  • Aspiración de meconio por bebés;
  • Asma;
  • Hipertensión pulmonar;
  • Insuficiencia cardíaca;
  • Defectos cardíacos congénitos;
  • Cirugía cardíaca;
  • Infección generalizada.

Además, ECMO puede estar indicado para personas con enfermedades cardíacas o pulmonares que no se pueden curar mientras esperan un trasplante de corazón o pulmón.

¿El ECMO puede ser usada en los casos de COVID-19?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado el uso de ECMO para personas con COVID-19, que presentan síndrome de dificultad respiratoria aguda con insuficiencia respiratoria severa, baja oxigenación sanguínea y no mejoran con el uso de ventilación mecánica.

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El uso de ECMO también es recomendado por la Organización de Soporte Vital Extracorporal (ELSO) para personas con infección grave por COVID-19, dependiendo de los recursos económicos del hospital y la capacitación del equipo de salud para usar la máquina. En estos casos, el médico también debe realizar una evaluación periódica de la carga viral del paciente.

Además, la American Respiratory Care Association (AARC) recomienda el uso de ECMO solo para adultos con síndrome respiratorio agudo severo causado por COVID-19.

Sin embargo, este tiene contraindicaciones de uso, especialmente en adultos mayores y personas que ya tienen alguna enfermedad como diabetes, enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia cardíaca o que están en ventilación mecánica prolongada, ya que en estos casos aumenta el riesgo de mortalidad por COVID-19.

Es importante tener en cuenta que el ECMO puede ayudar a una persona a recuperarse del COVID-19 grave, pero no trata la enfermedad ni combate el coronavirus.

Cómo funciona

El ECMO utiliza un tipo de pulmón artificial que se conecta al cuerpo a través de tubos que se encuentran ligados a las arterias de la pierna, el cuello o el pecho. Estos tubos recolectan sangre del organismo, que ingresa a la máquina para recibir oxígeno y eliminar el dióxido de carbono. A continuación, la sangre es devuelta al cuerpo para oxigenar todos los tejidos. Esto significa que el ECMO reemplaza completamente la función de los pulmones y ayuda al corazón a bombear sangre.

Al usar el ECMO, el médico debe indicar el uso de heparina, un anticoagulante, que se usa para evitar que la sangre forme pequeños coágulos en los tubos, lo que puede causar complicaciones, como un ACV o infarto. Además, también es común que la persona reciba transfusiones de sangre durante el tratamiento.

Cómo es la recuperación

La recuperación después de usar el ECMO es lenta, ya que el médico debe reducir gradualmente la cantidad de sangre oxigenada por la máquina a medida que la persona mejora y, después de apagar la máquina por completo, la persona debe permanecer en un ventilador mecánico por un período de tiempo establecido por el médico, variando de una persona a otra.

Además, las personas que han usado el ECMO deben ser monitorizados de cerca para tratar la condición que causó la insuficiencia respiratoria o cardíaca.

Posibles complicaciones

La mayor complicación de ECMO es el riesgo de sangrado, debido al uso de heparina, que se usa para evitar la coagulación de la sangre mientras se usa la máquina. Por lo tanto, los análisis de sangre se realizan con frecuencia para evaluar la coagulación de la sangre y prevenir el sangrado.

Otras complicaciones que pueden surgir con el uso de ECMO son la infección por la inserción de los tubos o por las transfusiones de sangre que la persona debe recibir mientras usa el ECMO.

Además, también existe un mayor riesgo de formación de coágulos en las cánulas ECMO, lo que puede provocar un accidente cerebrovascular.