Para ayudar al bebé a voltearse y colocarse con la cabeza hacia abajo (en posición cefálica), la embarazada puede realizar una serie de ejercicios con el conocimiento del obstetra a partir de las 34 semanas de embarazo.
Cuando el bebé está colocado en esta posición justo antes de nacer, el parto suele ser natural y por vía vaginal. Además de eso, la posición cefálica ayuda a disminuir el riesgo de que ocurra una displasia congénita de la cadera en el bebé, que es la dislocación de la articulación de la cadera que se genera en su nacimiento.
Estos ejercicios pueden ayudar al bebé a colocarse en la posición cefálica, al utilizar la gravedad y promover el estiramiento de los ligamentos que se encuentran en la pelvis, favoreciendo la rotación del bebé.
Algunos ejercicios que pueden ayudar a encajar al bebé son:
Ejercicio 1
Colocar un colchón o una almohada en el suelo. En la posición de cuatro apoyos, baje la cabeza y levante los glúteos, quedando solo con la cabeza y los brazos apoyados en el suelo. Debe permanecer en esta posición durante 10 minutos, y repetir el ejercicio alrededor de 3 a 4 veces al día.
Ejercicio 2
Coloque una almohada en el suelo, cerca de la cama o del sofá. Con las rodillas dobladas sobre la cama o el sofá, debe inclinar el cuerpo hacia adelante hasta llegar con las manos al suelo. Apoyar la cabeza en los brazos, que deben estar encima de la almohada, y mantener las rodillas firmes en el borde de la cama o del sofá.
Debe mantener esta posición durante 5 minutos durante la primera semana, aumentando el tiempo progresivamente hasta lograr 15 minutos, repitiendo el ejercicio unas 3 veces al día.
Ejercicio 3
Una posicion similar a la anterior, pero en posición plana. Se debe realizar el ejercicio sobre una colchoneta, y colocarse sobre las manos y las rodillas. Permanecer durante 10 minutos, dos veces al día.
Ejercicio 4
Acostarse en el suelo con las piernas dobladas y luego elevar la cadera hasta la altura máxima que consiga. Si es necesario, coloque una almohada debajo de la espalda para ayudar a elevar la cadera. Permanezca en esta posición alrededor de 5 a 10 minutos, 3 veces al día.
Es importante recordar, que estos ejercicios deben realizarse partir de la semana 34 de embarazo y bajo autorización del obstetra. Conozca cómo es el desarrollo del bebé en la semana 34 de embarazo.
Cómo prepararse para los ejercicios
Para prepararse para los ejercicios, la embarazada debe:
- Tener el estómago vacío para evitar la acidez o las náuseas. Vea algunos remedios caseros para la acidez;
- Conversar con el bebé y esperar que haya algún movimiento fetal para garantizar que está despierto;
- Utilizar ropa cómoda;
- Estar acompañada para que los ejercicios se realicen correctamente y no haya riesgo.
Además de esto, los ejercicios se deben realizar todos los días hasta que el bebé se voltee, posición que debe ser verificada a través de un ultrasonido. Sin embargo, es común que la embarazada sienta que el bebé se voltea durante o después de los ejercicios.
Cómo saber si el bebé se encajó
Esto ocurre cuando la cabeza del bebé comienza a introducirse en la pelvis, en preparación para el parto, y ocurre alrededor de la 37ª semana de embarazo.
Para saber si el bebé encajó, el médico puede palpar el abdomen para comprobar si la cabeza ya se empezó a encajar. Si tres o cuatro quintos de la cabeza se sienten por encima del hueso púbico, el bebé no está encajado, pero si se siente solo un quinto, significa que el bebé ya está profundamente encajado.
Además del examen médico que puede confirmar que el bebé se encajó, la embarazada también puede sentir una pequeña diferencia como que la barriga se encuentra más baja y que respira mejor, ya que hay más espacio para que los pulmones se expandan. Sin embargo, la presión en la vejiga puede aumentar, haciendo que la futura madre tenga ganas de orinar con más frecuencia o sienta dolores pélvicos.
¿Qué ocurre si el bebé no se voltea antes de la semana 37?
Si se realizan estos ejercicios y el bebé no se voltea por sí solo, el médico puede optar por realizar una versión cefálica externa, que consiste en girar al bebé a través de maniobras específicas en la barriga de la embarazada. En este caso, el médico administra por la vena un remedio para evitar las contracciones y usa esta técnica para que el bebé gire dentro del útero y se coloque con la cabeza hacia abajo:
Sin embargo, si el bebé se encuentra sentado no contraindica totalmente el parto normal, por lo que con la ayuda debida la mujer podrá conseguir dar a luz al bebé en esta posición.