Embolización es un procedimiento quirúrgico para bloquear el flujo sanguíneo o linfático en una parte del cuerpo, generalmente indicado para tratar hemorroides, aneurismas, próstata agrandada, miomas uterinos o tumores, como cáncer de hígado o páncreas, por ejemplo.
Este tipo de tratamiento tiene como objetivo impedir o reducir intencionalmente el flujo de sangre o linfa, eliminando conexiones anormales entre los vasos sanguíneos, deteniendo hemorragias o evitando el crecimiento de tumores.
La embolización se realiza en el hospital por un médico por medio de la aplicación de anestesia general o localizada con sedación, utilizando diferentes sustancias o materiales para bloquear total o parcialmente venas, arterias o vasos linfáticos.
Para qué sirve
La embolización se utiliza para interrumpir el flujo de sangre o linfa, de manera total o parcial, en una parte del cuerpo, con el fin de prevenir o detener sangrados o bloquear el flujo de sangre hacia un tumor o un área de tejido anormal.
Además, este tipo de procedimiento también puede ser indicado para eliminar conexiones anormales entre vasos sanguíneos.
La embolización es realizada por el médico en el hospital, y puede requerir de 1 a 2 días de internamiento hospitalario después del procedimiento.
Cuándo se indica
La embolización se indica para el tratamiento de:
- Hemorroides;
- Aneurisma cerebral o renal;
- Mioma uterino;
- Próstata aumentada o varicocele;
- Malformaciones arteriovenosas o vasculares;
- Cáncer o tumores, como cáncer de hígado, páncreas, cerebral o de próstata;
- Osteoartritis en la rodilla;
- Enfermedad renal poliquística.
Además, la embolización puede ser indicada en casos de trasplantes de órganos, como el trasplante renal, para desobstruir vasos linfáticos que puedan estar afectando el funcionamiento del órgano o del nuevo riñón.
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Para prepararse para la embolización, se debe informar al médico si se está tomando medicamentos anticoagulantes, ya que el médico puede recomendar suspender estos medicamentos algunos días antes de la cirugía.
También se debe informar si se tiene alergia a anestésicos, contrastes radiológicos o cualquier otro medicamento, sustancia o alimento.
Antes de realizar el procedimiento, el médico solicitará exámenes de riesgo quirúrgico, hemograma y exámenes de imagen, como ultrasonido, tomografía computarizada o resonancia magnética, por ejemplo.
En caso de recibir anestesia general o sedación, se recomienda ayuno absoluto durante al menos 6 horas antes de la embolización, o según las indicaciones médicas.
Cómo se realiza
La embolización se realiza en el hospital por el médico con aplicación de anestesia local con sedación o anestesia general, utilizando fluoroscopia, que es el uso de un aparato de rayos X en tiempo real para guiar el catéter hasta la arteria, vena o vaso linfático que se desea embolizar.
Para llevar a cabo el procedimiento de embolización, el médico debe seguir algunos pasos:
- Aplicar la anestesia local y la sedación, o la anestesia general;
- Realizar la asepsia de la piel por donde se insertará el catéter;
- Hacer una pequeña incisión en la piel de la ingle, cuello o brazo a la altura de la muñeca o el codo, por donde se introducirá el catéter de embolización;
- Insertar el catéter en el vaso sanguíneo o linfático;
- Aplicar el contraste radiológico a través del catéter, siempre visualizando en la radiografía, para guiar el catéter hasta el vaso que se desea embolizar;
- Aplicar el material o la sustancia de embolización en el vaso para promover la reducción o interrupción del flujo sanguíneo o linfático en el lugar;
- Retirar el catéter, cerrar la incisión y aplicar un vendaje en el lugar.
La embolización generalmente dura alrededor de 30 minutos, pero puede variar según la región a tratar y la complejidad del procedimiento.
Generalmente, se recomienda que la persona permanezca hospitalizada por 1 a 2 días después de la embolización.
¿Qué se utiliza en la embolización?
Para realizar la embolización, el médico puede utilizar diferentes materiales, como pequeños balones, esponjas de gelatina, líquidos esclerosantes, esferas, microesferas, mallas metálicas o espirales, por ejemplo.
Además, pueden emplearse sustancias químicas, como agentes quimioterapéuticos o esferas radioactivas, en casos de embolización por cáncer.
El tipo de sustancia o material varía según la indicación médica.
Tipos de embolización
Los principales tipos de embolización son:
1. Embolización arterial
La embolización arterial se realiza bloqueando o interrumpiendo el flujo sanguíneo de una arteria en una región específica del cuerpo.
2. Radioembolización
La radioembolización se utiliza en casos de cáncer, empleando esferas radioactivas que se colocan dentro de la arteria, como la arteria hepática, para liberar radiación en el sitio del tumor.
3. Quimioembolización
La quimioembolización también se emplea en casos de cáncer, como el cáncer de hígado o páncreas, por ejemplo, utilizando agentes quimioterapéuticos aplicados directamente en la arteria cercana al tumor o empleando pequeñas esferas con quimioterapia en la arteria que libera el medicamento en el sitio del tumor.
Lea también: Quimioterapia: qué es, cómo es realizada y efectos secundarios tuasaude.com/es/quimioterapiaCuidados después de la embolización
La recuperación de la embolización es rápida y la persona puede recibir el alta hospitalaria el mismo día o de 1 a 2 días después del procedimiento, lo cual varía según la condición de salud y la complejidad de la embolización.
Generalmente, después de la embolización, el médico recomienda el uso de analgésicos para aliviar el dolor o malestar, así como antieméticos para prevenir las náuseas. También es importante evitar ejercicios vigorosos o levantar peso durante al menos 1 semana después del procedimiento, o según la orientación médica.
Además, es importante beber mucha agua u otros líquidos, excepto bebidas alcohólicas, y orinar con frecuencia para eliminar el resto del contraste.
Posibles riesgos
Los principales riesgos de la embolización son sangrados e infección en el sitio de inserción del catéter, formación de coágulos sanguíneos en vasos cercanos al lugar de la embolización, desplazamiento o migración de la sustancia o material utilizado en la embolización, o reacción alérgica al contraste utilizado.
Además, también pueden ocurrir lesiones en los vasos sanguíneos, infecciones en el órgano embolizado o necrosis de tejidos, especialmente cuando se realiza la embolización en más de un vaso, accidente cerebrovascular o ceguera, en el caso de embolización cerebral.
Otra complicación que puede ocurrir es el síndrome posembolización, caracterizado por síntomas como náuseas, vómitos, pérdida de apetito y fiebre por encima de 38.5 °C, principalmente después de la embolización de miomas o tumores.
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Es importante acudir al médico o al hospital si aparecen:
- Sangrado excesivo en el sitio donde se insertó el catéter;
- Enrojecimiento o hinchazón en la incisión de la piel;
- Náuseas y vómitos intensos;
- Dificultad para respirar;
- Sangrado vaginal intenso;
- Dolor abdominal;
- Fiebre.
Además de eso, se debe acudir al hospital de inmediato si aparecen síntomas de accidente cerebrovascular, como debilidad en un lado del cuerpo, habla entrecortada o lenta, boca torcida y caída de un lado de la frente, por ejemplo.