La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un conjunto de disturbios que provocan la inflamación del intestino, donde están incluidas la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Los síntomas más frecuentes de la enfermedad inflamatoria intestinal son dolor abdominal, diarrea y fiebre y pérdida de peso.
Las causas de la EII todavía no están totalmente confirmadas, pero se cree que puede estar relacionada con factores genéticos, alguna alteración en el sistema inmunitario y en la microbiota intestinal.
El tratamiento para la enfermedad inflamatoria intestinal tiene como objetivo favorecer el alivio de los síntomas, lo cual puede hacerse por medio del uso de medicamentos prescritos por el médico, alteración de los hábitos alimentarios y el uso de suplementos de vitaminas y minerales, en caso de que sea necesario.
Principales síntomas
Los principales síntomas de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) son:
- Cólicos abdominales;
- Diarrea;
- Heces con moco o sangre;
- Ganas frecuentes para evacuar, incluso si no hay heces para eliminar;
- Náuseas y vómitos;
- Fiebre;
- Pérdida de peso;
- Cansancio excesivo.
Asimismo, debido a la inflamación constante del intestino, es posible que la absorción de vitaminas y minerales esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo se vea perjudicada, de modo que la persona también puede presentar anemia, mayor fragilidad de los huesos, dolor muscular y alteración de los latidos cardíacos.
La intensidad de los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) puede variar de persona a persona y de acuerdo a la causa de la inflamación, pueden observarse síntomas gastrointestinales que pueden o no acompañarse de síntomas más generales.
Test online de síntomas
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Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal es realizado por el gastroenterólogo por medio de la evaluación de los signos y síntomas presentados, tomando en consideración los hábitos alimentarios, estilo de vida y antecedente de salud.
También puede indicarse la realización de algunos exámenes para descartar otras hipótesis diagnósticas, como hemograma, colonoscopia, endoscopia o ultrasonido abdominal, por ejemplo.
Otro examen que puede solicitarse es la calprotectina, que es una proteína que es liberada por los neutrófilos que se desplazan hasta el tracto gastrointestinal cuando hay inflamación.
Tipos de enfermedad inflamatoria intestinal
La enfermedad inflamatoria intestinal puede clasificarse en dos tipos principales:
- Enfermedad de Crohn, que se caracteriza por la inflamación crónica del revestimiento del intestino, resultando en el surgimiento de síntomas en todo el tracto digestivo, es decir, desde la boca hasta el ano;
- Colitis ulcerativa, también conocida como rectocolitis ulcerativa, que se caracteriza por la inflamación y formación de heridas en el intestino grueso, por lo que los síntomas se restringen más al colon y recto.
Es importante consultar al gastroenterólogo para que sean evaluados los síntomas, intensidad y frecuencia con la que se presentan, ya que de esta forma es posible que se indiquen orientaciones sobre la alimentación y el uso de medicamentos para promover el alivio de la inflamación y, por consecuencia, de los síntomas y prevenir complicaciones como cáncer, trombosis e inflamación de las articulaciones.
Posibles causas
Las causas de la enfermedad inflamatoria intestinal aún no son totalmente conocidas; sin embargo, se cree que está relacionada con factores genéticos y con el funcionamiento del sistema inmunológico. Además, se cree que el desarrollo de esta enfermedad puede estar relacionada también a la microbiota intestinal.
Asimismo, en personas con enfermedad inflamatoria intestinal, ante la presencia de algún agente infeccioso, por ejemplo, ocurre una activación anormal de la respuesta inflamatoria, que origina daños a las células del intestino, dando lugar a la aparición de los síntomas característicos de la enfermedad.
Las enfermedades inflamatorias intestinales también pueden estar influenciadas por la edad y la raza, y los síntomas pueden ser estimulados por el uso de cigarro, uso de anticonceptivo hormonal, antibióticos durante el primer año de vida, gastroenteritis, dietas ricas en proteína animal, azúcar, aceites, grasas saturadas y estrés.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento tiene como fin inducir y mantener la remisión de la enfermedad, mejorar el estado nutricional de la persona y aliviar los síntomas.
Por lo general, los medicamentos recetados por el médico pueden incluir:
- Antiinflamatorios, como corticosteroides;
- Aminosalicilatos, como mesalazina o sulfasalazina;
- Inmunosupresores, como ciclosporina, azatioprina o mercaptopurina;
- Antibióticos, como ciprofloxacino o metronidazol;
- Terapia biológica, como infliximab, adalimumab, vedolizumab y ustekinumab.
En algunos casos, en la enfermedad de Crohn, puede ser necesario realizar una cirugía para reparar estenosis o extirpar partes del intestino, cuando el tratamiento con medicamentos no es eficaz.
Las personas que padecen de enfermedad inflamatoria intestinal tienen un mayor riesgo de sufrir problemas nutricionales debido a la enfermedad y al tratamiento, por ello, para mantener el estado nutricional en estas situaciones, puede ser necesario seguir una dieta especial y tomar suplementos alimenticios como ácido fólico, vitamina D, vitaminas B6 y B12, minerales y oligoelementos, como calcio y zinc, por ejemplo.
Además, el uso de probióticos y glutamina puede ayudar a mejorar la función intestinal.
Qué comer en caso de EII
La dieta para la enfermedad inflamatoria intestinal debe tener como principales objetivos reducir la inflamación del intestino y mejorar la absorción, aliviando los síntomas y evitando la aparición de nuevas crisis.
La dieta debe ser individualizada y específica para cada persona, sin embargo, existen alimentos que generalmente son tolerados y otros que deben ser evitados, especialmente durante las crisis. Los alimentos que suelen ser recomendados son:
- Arroz, purés, pasta y patata;
- Carnes magras, como pollo;
- Huevo cocido;
- Pescados como sardinas, atún o salmón;
- Vegetales cocidos, como zanahoria, espárragos y calabaza;
- Frutas cocidas y sin cáscara, como plátano y manzana;
- Aguacate y aceite de oliva.
También se recomienda evitar alimentos que irritan el intestino y que pueden aumentar el riesgo de inflamación, como bebidas con cafeína, semillas, verduras crudas, frutas con cáscara, leche y derivados, miel, azúcar, frutos secos, avena, carnes grasas, mayonesa, comidas congeladas industrializadas y dulces, por ejemplo.
Es importante que un nutricionista sea consultado para adaptar la alimentación al organismo de cada persona, ya que pueden existir otros alimentos que empeoren los síntomas.
Vea en el siguiente video con la nutricionista Tatiana Zanin qué comer para tratar la inflamación intestinal: