La pérdida de peso debe ser motivo de preocupación cuando ocurre de manera involuntaria, sin que la persona se dé cuenta de que está adelgazando. Esto es normal que ocurra después de pasar por una situación estresante como cambiar de trabajo, pasar por un divorcio o perder un ser querido.
Sin embargo, si la pérdida de peso no está relacionada con alguno de estos factores, y tampoco se asocia a cambios en los hábitos alimentarios o a un aumento en la realización de actividad física, podría indicar la presencia de una enfermedad como un problema en la tiroides, diabetes no controlada e incluso cáncer.
Ante esta situación, es importante acudir a un médico general para que realice una evaluación e indique la realización de algunos exámenes de diagnóstico, permitiendo descubrir qué está causando la pérdida de peso e indicar el tratamiento más adecuado, en caso sea necesario.
Posibles causas
Cuando la pérdida de peso ocurre de manera involuntaria, podría deberse a diversas situaciones como:
- Presencia de úlceras o trastornos gastrointestinales, como enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa pancreatitis crónica, isquemia mesentérica y enfermedad celíaca;
- Alteraciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, demencia, esclerosis múltiple o un ACV;
- Enfermedades endocrinas, como el hipertiroidismo, insuficiencia adrenal o diabetes no controlada;
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, como el enfisema pulmonar o la bronquitis crónica;
- Enfermedades infecciosas, como la tuberculosis y el SIDA;
- Enfermedades cardíacas, como insuficiencia cardíaca avanzada;
- Problemas o trastornos psicológicos, como depresión, trastorno bipolar, anorexia, ansiedad, bulimia, trastorno obsesivo compulsivo o esquizofrenia;
- Efecto secundario de medicamentos, como antiepilépticos, antidepresivos, ansiolíticos, diuréticos o laxantes;
- Cáncer, siendo más común en el mieloma múltiple, la leucemia y en los linfomas. Vea algunos síntomas que pueden indicar cáncer.
Además de esto, el abuso de bebidas alcohólicas o drogas también podrían causar pérdida de peso sin razón aparente.
No obstante, la perdida de peso también podría tener causas específicas, dependiendo de la edad del individuo o etapas específicas de la vida, como:
1. En personas mayores
La pérdida de peso durante el envejecimiento es considerada normal cuando es lenta, relacionándose con la falta de apetito, alteraciones del gusto o debido al efecto secundario de algunos medicamentos. Otro motivo común es la demencia senil, que hace que la persona se olvide de preparar las comidas y de alimentarse de forma adecuada.
Además de la pérdida de peso, también es normal que a partir de los 50 años ocurra pérdida de masa muscular, debiéndose principalmente a una mayor reducción en la cantidad y tamaño de las fibras que forman los músculos, una disminución en la producción de hormonas, como el estrógeno y la testosterona, además de una reducción de la actividad física, situación conocida como sarcopenia.
Asimismo, las personas mayores también pueden sufrir una pérdida de masa ósea, haciendo con que la persona tenga mayor riesgo de sufrir fracturas.
2. En el embarazo
La pérdida de peso en el embarazo no es una situación normal, pero puede ocurrir cuando la gestante sufre de muchos mareos y vómitos durante los primeros meses del embarazo, esta condición se conoce como hiperémesis gravídica, por lo que no consigue mantener una alimentación adecuada, ocurriendo una pérdida de peso involuntaria. Vea más sobre la hiperémesis gravídica.
En estos casos, es fundamental consultar tanto al médico como a un nutricionista para saber qué hacer y evitar complicaciones graves que puedan perjudicar el crecimiento y el desarrollo del feto, ya que se espera que la una embarazada sana y con peso normal aumente entre 10 a 15 Kg durante toda la gestación.
3. En el bebé
La pérdida de peso es común en bebés recién nacidos, que suelen perder hasta un 10% del peso corporal durante los primeros 15 días de vida, debido a la expulsión de líquidos a través de la orina y las heces.
A partir de este período, se espera que el bebé aumente alrededor de 250 g por semana hasta los 6 meses de vida, y vaya siempre aumentando de peso y altura conforme el avance de la edad. Vea cuál es el peso ideal en niños y el peso ideal en niñas.
Cuándo debe preocuparse
La pérdida de peso puede ser preocupante cuando se pierde, sin razón aparente, más del 5% del peso corporal usual en los últimos 6 meses o más del 10% después de los 6 meses.
La fórmula para calcular el porcentaje de pérdida de peso es: %Pérdida de peso= Peso usual - Peso actual / Peso usual x 100. El resultado de esta fórmula permitirá saber si la pérdida de peso es severa o no.
Por ejemplo, una persona que tiene como peso usual 70 kg y actualmente tiene un peso de 60 kg, perdiendo este peso de forma inesperada durante los últimos 8 meses, su porcentaje de pérdida de peso se calcula de la siguiente manera: 70 kg - 60 kg / 70 kg x 100= 14,28%, significándose ha perdido más del 10% de su peso usual y que esta pérdida de peso es severa.
Además de esto, también se debe estar atento a la presencia de otros signos y síntomas como cansancio, pérdida de apetito, cambios en el ritmo de funcionamiento del intestino, dolor óseo, aumento de los ganglios linfáticos y aumento en la frecuencia de infecciones, como gripe, por ejemplo, siendo importante en estos casos acudir al médico para que realice una evaluación y prevenir complicaciones.
Cómo se realiza el diagnóstico
Para diagnosticar la causa de la pérdida de peso, el médico debe evaluar que tan severa es la pérdida de peso, si hay o no algún signo o síntoma presente y solicitar exámenes de diagnóstico como análisis de sangre, de orina y de heces, y exámenes de imagen como una resonancia magnética o rayos X, por ejemplo, continuando con la investigación según los resultados obtenidos.
Generalmente, el médico general o el médico de familia son los primeros profesionales en ser consultados, y solo después de los resultados de los exámenes, podrán referir a la persona al especialista más adecuado, como un endocrinólogo, oncólogo, psiquiatra o nutricionista, por ejemplo.