Enterocolitis necrosante: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La enterocolitis necrosante es una inflamación grave del intestino en recién nacidos, que causa síntomas como abdomen hinchado, somnolencia y/o vómito verde.

Este tipo de enterocolitis, también conocida como enterocolitis neonatal, es más frecuente en bebés prematuros, aunque también puede surgir en bebés a término que presenten defectos cardíacos congénitos.

El tratamiento de enterocolitis necrosante se realiza por el médico neonatólogo o pediatra y debe ser iniciado lo más rápido posible para evitar complicaciones que puede poner en riesgo la vida del bebé.

bebe en consulta médica

Síntomas de enterocolitis necrosante

Los principales síntomas de enterocolitis necrosante son:

  • Somnolencia o disminución de la actividad del bebé;
  • pérdida del apetito;
  • abdomen hinchado;
  • celulitis abdominal, con piel enrojecida, azulada o grisácea;
  • diarrea y/o heces oscuras o con sangre;
  • vómito verde;
  • temperatura corporal baja o inestable.

Además, los bebés también pueden presentar apneas respiratorias, disminución de la frecuencia cardíaca y presión baja.

Los síntomas de la enterocolitis neonatal pueden variar en cada bebé y generalmente aparecen en la segunda o tercera semana de vida. Ante la aparición de cualquier síntoma, se recomienda llevar al recién nacido a urgencias para que sea diagnosticado y reciba el tratamiento adecuado.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de enterocolitis necrosante lo realiza un médico neonatólogo o pediatra, quien evalúa los síntomas y realiza un examen físico. 

Además, para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar estudios de imagen, como la radiografía abdominal, que debe repetirse cada 6 horas para evaluar la evolución de la enfermedad.

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Posibles causas

La enterocolitis necrosante se produce debido a la inflamación de la pared intestinal del bebé. Esta afección puede ser causada por una colonización anormal de bacterias intestinales, una falta de madurez de la barrera intestinal, un flujo sanguíneo insuficiente en el intestino y, en algunos casos, por el tipo de alimentación que recibe el bebé. 

En los bebés prematuros, por ejemplo, la alimentación con fórmula o la transición de la leche materna pueden influir en el riesgo de desarrollar esta condición.

Cuando esto sucede, la inflamación del intestino puede causar una necrosis, que se define como una destrucción o muerte de la pared intestinal.

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Factores de riesgo

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de enterocolitis necrosante son:

  • Bebés prematuros inferiores a 32 semanas de gestación;
  • alimentación por fórmula;
  • bajo peso al nacer, menos de 1,5 kg;
  • infecciones intestinales por virus o bacterias.

Además, en los bebés que nacen a término, la enterocolitis necrosante parece estar relacionada con la disminución del oxígeno en la circulación sanguínea hacia los intestinos, lo cual suele deberse a problemas cardíacos congénitos.

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Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la enterocolitis necrosante debe ser indicado por un médico neonatólogo o pediatra, en el ámbito hospitalario y en unidades de cuidados intensivos neonatales.

Los principales tratamientos para esta condición son:

1. Ayuno 

El ayuno debe iniciarse ante la sospecha de enterocolitis necrosante, interrumpiendo tanto la leche materna como el uso de leche de fórmula. Esto es importante para que el intestino pueda disminuir su inflamación y cicatrizar rápidamente.

2. Colocación de sonda nasogástrica

La colocación de la sonda nasogástrica es realizada por el médico con el fin de retirar los gases o fluidos presentes en el intestino del bebé, y de esta forma promueve la descompresión.

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3. Nutrición parenteral total

La nutrición parenteral total es un tipo de alimentación que se administra directamente a través de la vena mediante el uso de un catéter, proporcionando todos los nutrientes esenciales que el bebé necesita para su desarrollo. Conozca cómo se realiza la nutrición parenteral.

Este tipo de alimentación permite mantener el intestino en reposo, ya que el bebé está en ayuno, lo que favorece su recuperación. Una vez que el intestino se desinflame y retome tanto sus movimientos normales como su funcionamiento, se reanudará la alimentación por vía oral.

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4. Uso de medicamentos

Durante el internamiento hospitalario, el médico también puede indicar el uso de antibióticos, como gentamicina, ampicilina, cefotaxima, clindamicina o metronidazol, para combatir las infecciones.

Estos antibióticos se administran por vía endovenosa, junto con el suero para mantener al bebé bien hidratado.

5. Cirugía

La cirugía para la enterocolitis necrosante es indicada por el médico cuando el cuadro empeora o cuando se presenta una perforación intestinal. 

Durante esta cirugía, se remueven las partes intestinales necrosadas o perforadas, tratando de preservar la mayor cantidad posible de intestino sano para evitar complicaciones, como el síndrome de intestino corto.

6. Colocación del drenaje peritoneal

La colocación del drenaje peritoneal puede indicarse en bebés con perforación intestinal cuando la cirugía está contraindicada. También se utiliza en bebés con un peso inferior a 1,5 kg o en aquellos que pesen más de 1,5 kg y presenten inestabilidad hemodinámica.

Este drenaje permite descomprimir el abdomen al drenar líquidos, gases y fluidos infectados de la cavidad abdominal, reduciendo además el riesgo de infección generalizada.

Cómo prevenir

Las principales formas de prevenir la enterocolitis necrosante son:

  • Alimentar al bebé con leche materna y a libre demanda;
  • aplicar inyecciones de corticoides en los embarazos con riesgo de parto prematuro;
  • contacto piel a piel con la mamá;
  • uso de probióticos, con indicación médica;
  • evitar el uso prolongado o innecesario de antibióticos.

Además, es importante identificar problemas cardíacos en el bebé durante los ultrasonidos o ecografías prenatales para asegurar una adecuada irrigación sanguínea, que proporcione suficiente cantidad de oxígeno y nutrientes para el intestino del bebé después del parto.

¿La enterocolitis necrosante tiene cura?

La enterocolitis necrosante tiene cura, especialmente en aquellos bebés que fueron diagnosticados y tratados rápidamente.

Posibles complicaciones

Las principales complicaciones de la enterocolitis necrosante son:

  • Perforación intestinal, con la liberación del contenido del intestino dentro de la cavidad abdominal;
  • Peritonitis, que es la inflamación del peritoneo, una membrana que recubre la cavidad abdominal y los órganos del abdomen;
  • Sepsis, que es una infección generalizada.

Además, pueden formarse cicatrices en el intestino, obstrucciones y estrechamiento del mismo, lo que podría requerir cirugía. Dependiendo de la cantidad de intestino que se retire, el bebé puede desarrollar síndrome de intestino corto y mala absorción de nutrientes.

Estas complicaciones pueden poner en riesgo la vida del bebé, por lo que la enterocolitis necrosante debe ser tratada de forma inmediata en un hospital.

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