Los eosinófilos son células sanguíneas producidas en la médula ósea, cuya función principal es defender al organismo contra microorganismos extraños, especialmente en infecciones parasitarias y reacciones alérgicas.
Estas células se encuentran en mayores concentraciones durante alergias, infecciones parasitarias, bacterianas y fúngicas. Sin embargo, su cantidad puede reducirse durante la fase aguda de infecciones bacterianas, tras cirugías o por el uso de corticoides.
En comparación con otras células de defensa como linfocitos, monocitos y neutrófilos, los eosinófilos circulan en menor concentración en el organismo.
Valores normales de eosinófilos
Los valores normales de eosinófilos en la sangre son:
- Valor absoluto: 20 a 500 células/µL de sangre, siendo este el recuento total de eosinófilos en la sangre.
- Valor relativo: 1 a 6%, siendo este el porcentaje de eosinófilos en relación a otras células del leucograma.
Los valores pueden sufrir leves alteraciones de acuerdo con el laboratorio donde el examen fue realizado. Por esto, el valor de referencia debe verificarse en el mismo examen.
La cantidad de eosinófilos en el organismo se evalúa en el leucograma, el cual forma parte del hemograma en el que se evalúan las células blancas del organismo. Vea qué es y qué evalúa el leucograma.
Ante la presencia de valores alterados, es importante que el resultado del examen sea evaluado por el médico, tomando en consideración los otros resultados del hemograma, y de otros exámenes de sangre que puedan haber sido solicitados.
Qué puede alterar los eosinófilos
Los eosinófilos pueden estar bajos o altos, pudiendo tener diversas causas, como se indica a continuación:
1. Eosinófilos bajos
Los eosinófilos bajos (eosinopenia) ocurren cuando el recuento de eosinófilos está por debajo de 20 células/µL de sangre.
La eosinopenia puede presentarse en casos de neumonía o meningitis, ya que son infecciones bacterianas graves que suelen aumentar otros tipos de células de defensa, como los neutrófilos, lo que provoca una disminución en el recuento absoluto o relativo de eosinófilos.
La reducción de eosinófilos también puede ser consecuencia de una disminución de la inmunidad debido a enfermedades o al uso de medicamentos que suprimen el sistema inmunológico, como los corticosteroides.
Además, los eosinófilos bajos pueden ser resultado de anemia perniciosa, quemaduras, síndrome de Cushing, convulsiones o después de cirugías.
Lea también: Eosinófilos bajos: qué significa y qué hacer tuasaude.com/es/eosinofilos-bajos2. Eosinófilos altos
Los eosinófilos altos (eosinofilia) ocurren cuando superan los 500 eosinófilos por µL de sangre.
El aumento de la cantidad de estas células en la sangre puede deberse a diversas situaciones, siendo las principales:
- Alergias, como asma, urticaria, rinitis alérgica, dermatitis y eczema.
- Enfermedades parasitarias, como ascaridiasis, toxocariasis, anquilostomiasis, enterobiasis, esquistosomiasis, entre otras.
- Infecciones, como fiebre tifoidea, tuberculosis, aspergilosis, coccidioidomicosis y algunas infecciones virales.
- Alergias causadas por el uso de medicamentos, como AAS, antibióticos, antihipertensivos o triptófano.
- Enfermedades inflamatorias de la piel, como penfigoide ampolloso y dermatitis.
- Otras enfermedades inflamatorias, como enfermedad inflamatoria intestinal, trastornos hematológicos, cáncer o enfermedades genéticas que provocan eosinofilia hereditaria.
En algunos casos raros, la causa del aumento de eosinófilos no se conoce, lo que se denomina eosinofilia idiopática.
Existe también una condición llamada hipereosinofilia, cuando el recuento de eosinófilos es muy alto y supera los 10.000 eosinófilos/µL. Esto es más común en enfermedades autoinmunes y genéticas, como el síndrome hipereosinofílico.
Lea también: Eosinófilos altos: qué son, qué significa (y qué hacer) tuasaude.com/es/eosinofilos-altosCalculadora de eosinófilos
Introduce el resultado de tu examen en la siguiente calculadora para saber si sus eosinófilos están normales, altos o bajos:
Esta calculadora es solo una herramienta de orientación y no sustituye el diagnóstico ni la consulta con un hematólogo o médico general. Conozca qué evalúa el hemograma.