Escarlatina: qué es, síntomas, contagio y tratamiento

La escarlatina es una infección altamente contagiosa causada por toxinas liberadas por la bacteria Streptococcus del grupo A, que provoca síntomas como dolor de garganta, fiebre alta, enrojecimiento intenso de la lengua y piel áspera con picazón.

Aunque la escarlatina es mucho más común en niños en edad escolar, entre los 5 y 15 años, también puede afectar a adultos, y se transmite principalmente a través de la tos y los estornudos.

La escarlatina puede causar mucho malestar y es extremadamente contagiosa; sin embargo, no se considera una infección grave, ya que puede tratarse fácilmente con un antibiótico, generalmente penicilina.

Manchas rojas de escarlatina en el rostro de un niño
Manchas rojas de la escarlatina en el rostro

Principales síntomas

Los principales síntomas de la escarlatina son:

  • Manchas rojas en la piel, pequeñas y ásperas.
  • Manchas oscuras en los pliegues de la piel, que luego se descaman.
  • Dolor de garganta muy intenso.
  • Fiebre alta y escalofríos que comienzan de forma repentina.
  • Dolor o dificultad para tragar.
  • Ganglios inflamados en el cuello.
  • Enrojecimiento en las mejillas.
  • Placas blancas en la lengua que luego se vuelve roja, con aspecto de frambuesa.

Además, otros síntomas incluyen lengua roja con apariencia de frambuesa, pérdida de apetito, cansancio excesivo, dolor abdominal, dolor de cabeza o corporal y malestar general.

Las manchas rojas en la piel aparecen entre 2 y 3 días después de la infección, afectando inicialmente el tronco, las ingles y las axilas, para luego extenderse a los brazos, piernas, cuello y rostro, sin afectar las palmas de las manos ni las plantas de los pies.

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¿La escarlatina es grave ?

La escarlatina puede ser grave y afectar el corazón, los riñones, el cerebro o las articulaciones si no se trata adecuadamente con antibióticos.

¿La escarlatina es contagiosa?

Sí, la escarlatina es contagiosa y su transmisión ocurre por vía aérea a través de:

  • La inhalación de gotitas de saliva o secreciones nasales liberadas cuando la persona infectada tose o estornuda.
  • El contacto con la piel infectada de personas que portan la bacteria Streptococcus del grupo A.

Además, compartir objetos infectados, como toallas o ropa, también puede favorecer el contagio de la escarlatina.

Aunque la escarlatina es más común en niños, también puede afectar a adultos y puede ocurrir hasta 3 veces en la vida, ya que existen 3 formas diferentes de la bacteria que causan esta enfermedad.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la escarlatina lo realiza el pediatra o el médico general mediante la evaluación de los síntomas, el historial médico y un examen físico.

Además, el médico puede solicitar una prueba rápida de estreptococos para identificar la bacteria o un cultivo microbiológico a partir de una muestra de secreción de la garganta.

Posibles causas

La escarlatina es causada por la bacteria Streptococcus del grupo A, que provoca faringitis bacteriana y libera endotoxinas, originando los síntomas de la enfermedad.

Sin embargo, no todas las personas infectadas por Streptococcus del grupo A desarrollan escarlatina, ya que esto puede ocurrir en individuos más sensibles a las endotoxinas producidas por la bacteria.

Además, personas con heridas o quemaduras en la piel infectadas por Streptococcus del grupo A también pueden desarrollar escarlatina.

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Cómo es el tratamiento

Tratamiento de la escarlatina

El tratamiento de la escarlatina debe realizarse bajo la orientación del pediatra con el objetivo de eliminar la bacteria y aliviar los síntomas.

1. Medicamentos para la escarlatina

El uso de medicamentos para la escarlatina es indicado por el médico para eliminar la bacteria, y se realiza mediante el uso de antibióticos.

Los principales antibióticos utilizados son:

  • Penicilina benzatina, en una dosis única aplicada por vía intramuscular.
  • Penicilina V, por vía oral, durante 10 días.
  • Amoxicilina, por vía oral, durante 10 días.

En casos de alergia a las penicilinas, el médico puede prescribir otros antibióticos, como eritromicina, clindamicina, cefalexina o azitromicina, generalmente en forma de jarabe que debe administrarse durante 10 días.

Se espera que los síntomas mejoren o desaparezcan por completo entre 2 y 3 días después de iniciar el tratamiento. Sin embargo, el antibiótico debe tomarse hasta completar los 10 días, si así fue prescrito.

Además, el médico puede recomendar el uso de analgésicos para reducir la fiebre, como paracetamol o dipirona, y antihistamínicos para aliviar la picazón en la piel.

2. Aislamiento

El aislamiento está indicado para evitar contagiar a otras personas y permitir que el cuerpo se recupere.

Generalmente, se recomienda que los niños no asistan a la escuela o que los adultos no vayan al trabajo durante 2 a 5 días desde el inicio de los síntomas. También es aconsejable permanecer en casa entre 24 y 48 horas después de iniciar el tratamiento con antibióticos.

3. Alimentación semisólida

Debido a que la escarlatina puede causar intenso dolor de garganta y molestias en la boca, se sugiere consumir alimentos líquidos o semisólidos, preferiblemente frescos o a temperatura ambiente, como sopa de verduras con huevo o pollo cocido.

Otros ejemplos recomendados son puré, gelatina, jugo de frutas y batidos con yogur.

Se deben evitar los alimentos muy calientes para no empeorar las molestias en la garganta.

Además, alimentos como pan, galletas o tostadas pueden consumirse si se humedecen en leche o té.

4. Cuidados durante el tratamiento

Es importante seguir algunas medidas durante el tratamiento de la escarlatina:

  • Beber abundante agua para mantener el cuerpo hidratado.
  • Tomar baños con agua tibia (ni muy caliente ni fría) para aliviar la fiebre.
  • Aplicar compresas frías o una toalla humedecida con agua fría en la frente y las axilas para reducir la fiebre.
  • Usar infusiones tibias de manzanilla o eucalipto en la piel para refrescar y aliviar la picazón.
  • Aplicar aceites minerales o cremas hidratantes para hidratar la piel, reducir el enrojecimiento y evitar la descamación.

Estos cuidados ayudan a aliviar los síntomas y a mantener a la persona o al niño más cómodo.

Posibles complicaciones

La escarlatina suele tratarse fácilmente con los antibióticos indicados por el médico, por lo que las complicaciones son poco comunes.

Sin embargo, en casos raros, pueden presentarse fiebre reumática, que afecta las válvulas del corazón, o lesiones renales que podrían evolucionar hacia insuficiencia renal.

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El tratamiento con antibióticos durante el tiempo recomendado por el médico ayuda a prevenir estas complicaciones.