Escleroterapia: qué es, tipos y cómo se realiza

Qué es:

La escleroterapia es un tratamiento para las varices y las arañitas de las piernas, aplicando la inyección de espuma o glucosa, o a través de un láser, para favorecer el redireccionamiento de la circulación sanguínea, promoviendo la eliminación de las varices y de los pequeños vasos.

Este tratamiento es generalmente indicado por el dermatólogo o angiólogo con la finalidad estética, para mejorar el aspecto de las piernas y los vasos, o cuando la persona presenta síntomas de dolor en las piernas, hinchazón o calambres nocturnos, por ejemplo. Conozca otros síntomas de varices en las piernas.

Después del tratamiento con escleroterapia, la vena tratada tiende a desaparecer a lo largo de algunas semanas, por lo que puede ser necesario hasta un mes para observar el resultado final. Este tratamiento también puede ser usado en otros casos de venas dilatadas, como hemorroides o hidrocele, por ejemplo, aunque es más raro.

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Tipos de escleroterapia

Los principales tipos de escleroterapia son:

1. Escleroterapia con glucosa

La escleroterapia con glucosa, también conocida como escleroterapia por inyección, se usa especialmente para tratar vasos y varices pequeñas.

Este tipo de escleroterapia contiene una solución concentrada de 50 % a 75 % de glucosa y es un tratamiento realizado por el angiólogo, el cual consiste en aplicar glucosa directamente en las varices y microvarices de hasta 2 mm de diámetro, pues causa irritación e inflamación del vaso, generando cicatrices que terminan por cerrarse.

Este tratamiento no es indicado en personas diabéticas, pues puede interferir en los niveles de azúcar en la sangre. 

2. Escleroterapia por espuma

La escleroterapia con espuma es un tratamiento realizado con la aplicación de una inyección que contiene espuma con polidocanol, el cual se coloca directamente en las varices, haciendo que se desarrollen cicatrices, cerrando las venas. Vea cómo funciona la escleroterapia por espuma.

Este tipo de escleroterapia es un tratamiento eficaz para varices de pequeño tamaño, siendo más indicado en vasos de hasta 4 mm de diámetro o para otras microvarices.

La escleroterapia por espuma no debe ser realizada por mujeres embarazadas, personas mayores o que tengan antecedentes de embolia pulmonar.

3. Escleroterapia láser

La escleroterapia por láser, también llamada escleroterapia térmica, es indicada para la eliminación de los vasos pequeños y medios que aparecen en la nariz, rostro, tronco y piernas. 

 En este tratamiento, el médico utiliza un pequeño láser para aumentar la temperatura del vaso y ocasionar su destrucción de la pared del vaso sanguíneo.

La escleroterapia con láser no es un procedimiento invasivo, sin embargo, puede ser necesaria la realización de un tratamiento complementario para mejorar el resultado.

El tipo de escleroterapia debe ser conversado con el angiólogo o dermatólogo, pues es importante evaluar todas las características de la piel y de las varices, para elegir el tipo de tratamiento que pueda generar el mejor resultado.

Cuándo es indicada

La escleroterapia es indicada en las siguientes situaciones:

  • Todos los casos de varices y formación de vasos en las piernas;
  • Venas varicosas o varices que causan síntomas;
  • Malestar estético con las arañitas que se forman en las piernas.

La escleroterapia es un método invasivo, debe realizarse cuando otros métodos, como el uso de medias elásticas, no logran disminuir las varices.

Sin embargo, este tratamiento puede ser indicado por el médico para prevenir posibles problemas de salud, como el desarrollo de la trombosis, debido a que cuando las venas de las piernas se presentan muy dilatadas, el flujo sanguíneo se hace más lento, pudiendo formar coágulos.

Idealmente, la persona que se va a realizar la escleroterapia no debe tener exceso de peso, para garantizar una mejor cicatrización y el surgimiento de otros vasos pequeños.

Cómo se realiza

La escleroterapia es un procedimiento sencillo que dura en promedio 30 minutos y que no requiere anestesia general u hospitalización; sin embargo, algunas personas pueden solicitar la aplicación de una pomada anestésica en la zona de la inyección.

En el caso de la escleroterapia con glucosa y espuma, el médico puede aplicar una inyección con estas sustancias directamente en el vaso, lo cual puede causar una sensación de ardor local.

En los casos de escleroterapia con láser, hay una emisión de luz que promueve el aumento de temperatura dentro de las varices, lo que estimula el desplazamiento a otro vaso y la destrucción y absorción del vaso por el organismo.

El número de sesiones de escleroterapia varía bastante de acuerdo a cada caso. Por eso, mientras en algunos casos puede ser necesario solo una sesión de escleroterapia, existen casos en los que puede ser necesario hacer otras sesiones hasta que se obtenga el resultado que se pretende. Mientras más gruesa y visible son las varices de tratar, mayor será el número de sesiones necesarias.

Posibles efectos secundarios

La escleroterapia es considerado un procedimiento seguro, sin embargo, es posible que haya algunos efectos secundarios después de la realización del procedimiento, como:

  • Sensación de quemazón en la zona inmediatamente después de la inyección, el cual tiende a desaparecer en algunas horas;
  • Formación de pequeñas ampollas o heridas en la zona;
  • Manchas oscuras en la piel;
  • Hematomas que surgen cuando las venas son muy frágiles y tienden a desaparecer espontáneamente;
  • Hinchazón y reacciones alérgicas a la sustancia usada en el tratamiento.

Además de eso, aunque sea raro, la escleroterapia puede llevar a la formación de coágulos dentro de la vena, formando una trombosis venosa profunda (TVP) o embolia pulmonar. En estos casos, es necesario que sea realizado un tratamiento médico inmediato en el hospital. Sepa cómo identificar los síntomas de la trombosis venosa profunda y embolia pulmonar.

Cuidados después de la escleroterapia

Después de la escleroterapia es importante que se tengan algunos cuidados para evitar posibles efectos secundarios y garantizar los resultados del procedimiento.

Los principales cuidados de la escleroterapia son:

  • Utilizar medias de compresión elástica durante el día por 2 a 3 semanas o de acuerdo a la orientación del médico;
  • Evitar depilarse en las primeras 24 horas después del procedimiento;
  • Evitar practicar actividad física exhaustiva durante 2 semanas;
  • Evitar la exposición solar durante 2 semanas.

A pesar de que el tratamiento es eficaz, la escleroterapia no impide la formación de nuevas varices, por lo que en caso de que no se lleven a cabo los cuidados generales como usar siempre las medias elásticas y evitar permanecer mucho tiempo de pie o sentado, podrán aparecer otras varices.

Cómo evitar que surjan las varices

Es importante que después de la escleroterapia se tomen algunos cuidados para evitar que las varices vuelvan a surgir, como:

  • Evitar usar tacones todos los días, ya que puede comprometer la circulación;
  • Evitar el exceso de peso;
  • Realizar actividades físicas con acompañamiento profesional, puesto que, dependiendo del ejercicio, puede haber mayor tensión en los vasos;
  • Usar medias de compresión elástica, principalmente después de la escleroterapia con glucosa;
  • Sentarse o acostarse con las piernas hacia arriba;
  • Evitar permanecer sentado todo el día;
  • Dejar de fumar;
  • Buscar orientación médica antes utilizar la pastilla anticonceptiva.

Otros cuidados que deben tenerse después de la escleroterapia son el uso de hidratantes, filtro solar, evitar depilación y exposición de la zona tratada al sol para que no haya surgimiento de manchas.