Esofagitis: tipos, síntomas y tratamiento

Qué es:

La esofagitis es la inflamación del esófago, que es el canal que conecta a la boca con el estómago, ocasionando síntomas como acidez, sabor amargo en la boca y dolor en la garganta.

La inflamación del esófago puede deberse a infecciones, gastritis y, principalmente, reflujo gástrico, el cual se manifiesta cuando el contenido del estómago entra en contacto con la mucosa del esófago, provocando su inflamación. Conozca más sobre el reflujo gástrico.

Existen diversos tipos de esofagitis, sin embargo, cualquiera de ellas debe tratarse siguiendo las recomendaciones del médico, el cual puede indicar el uso de medicamentos que disminuyen la acidez del estómago, por ejemplo, así como la realización de una dieta específica.

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Tipos se esofagitis

La esofagitis puede clasificarse en 4 principales tipo de acuerdo con la causa:

  1. Esofagitis esosinofílica, que normalmente es consecuencia de alergia alimenticias o a alguna sustancia tóxica, llevando al aumento de la cantidad de eosinófilos en la sangre;
  2. Esofagitis medicamentosa, que puede desarrollarse debido al contacto prolongado del medicamento con el revestimiento del esófago;
  3. Esofagitis por reflujo, en que el contenido ácido del estómago retorna hacia el esófago causando su irritación;
  4. Esofagitis por infecciones, el cual es el tipo más raro de esofagitis, pero puede presentarse en personas que poseen un sistema inmune debilitado debido a enfermedades o edad, y se caracteriza por la presencia de bacterias, hongos o virus en la boca o en el esófago de la persona.

Conozca qué otras enfermedades pueden causar dolor en el esófago.

Principales síntomas

Los principales síntomas de esofagitis son:

  • Acidez y sensación de quemazón constante, pero que empeora después de las comidas;
  • Sabor amargo en la boca;
  • Halitosis (Mal olor de boca);
  • Dolor en el pecho;
  • Dolor en la garganta;
  • Ronquidos;
  • Reflujo de un líquido amargo y salado hacia la garganta;
  • Puede haber un pequeño sangrado del esófago.

El diagnóstico de la esofagitis puede ser realizado por el gastroenterólogo con base en los síntomas y en los resultados de exámenes como la endoscopia digestiva alta con biopsia. Vea cómo se realiza la endoscopia.

De acuerdo con la gravedad y progresión de los síntomas, la esofagitis puede clasificarse en erosiva o no erosiva, dependiendo del surgimiento de lesiones en el esófago que pueden aparecer en caso de que la inflamación no sea identificada y tratada correctamente. Normalmente la esofagitis erosiva se manifiesta en casos más crónicos de inflamación. Conozca qué es la esofagitis erosiva y cómo tratar.

Causas de la esofagitis

Las causas de la esofagitis pueden estar relacionadas con la presencia de una hernia de hiato, que es una bolsita que puede formarse cuando una porción del estómago atraviesa por un orificio denominado hiato; defectos de la válvula que une al esófago con el estómago; vómitos frecuentes, como sucede en la bulimia y; la ingestión de substancias corrosivas. Vea más sobre la hernia hiatal.

Asimismo, el SIDA que puede causar esofagitis debido a que causa debilitamiento del sistema inmune, permitiendo la el desarrollo de infecciones, así como por el uso frecuente de medicamentos; desarrollo de infecciones causadas por el virus, hongos o bacterias y; gastritis que se caracteriza por la inflamación de las paredes del estómago pudiendo causar reflujo gastroesofágico y dañar las paredes del esófago. Conozca los síntomas de la gastritis.

Las personas que tienen mayores probabilidades de padecer esofagitis son aquellas que están por arriba de su peso ideal, las que consumen alcohol en exceso y las que poseen el sistema inmune comprometido.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la esofagitis debe ser prescrito por el médico y normalmente se indica el uso de medicamentos inhibidores de la producción de ácido, como el Omeprazol.

Además de esto, se deben realizar otros cambios en el estilo de vida, como realizar una dieta baja en grasas y de fácil digestión, evitando el consumo de alimentos muy condimentados y picantes, así como la ingesta de bebidas alcohólicas. También se debe evitar acostarse después de haber comido y el uso de ropa apretada para evitar el reflujo. En algunos casos más avanzados, el médico podría recomendar la realización de una cirugía.

En el caso de que la esofagitis no sea tratada de la manera correcta, pueden haber algunas complicaciones, como el surgimiento de una úlcera en el esófago, cambios pre cancerosos del revestimiento esofágico y el estrechamiento de un área del esófago, dificultando la ingestión de alimentos sólidos. Conozca más detalles sobre el tratamiento para la esofagitis.