El espermatocele es un pequeño quiste indoloro que surge en el epidídimo, que es la zona donde el conducto que transporta el semen se une al testículo, lo que puede causar sensación de peso en la región y dolor y molestias en el lado del testículo afectado, principalmente cuando el quiste es grande.
El espermatocele, también conocido como quiste seminal o quiste en el epidídimo, normalmente es identificado durante la palpación de los testículos al bañarse, siendo importante que el médico sea consultado cuando sea identificada alguna alteración.
Aunque sea casi siempre benigno, esta alteración siempre debe ser evaluada por un urólogo, pues el espermatocele, en los casos más raros, también puede ser signo de un tumor maligno. Por lo general, esta condición no reduce la fertilidad del hombre, por lo que puede que no requiera de tratamiento.
Principales síntomas
Los principales síntomas de espermatocele son:
- Surgimiento de un quiste junto al testículo.
- Quiste que no duele, pero que se puede mover.
- Dolor o malestar en el lado del testículo afectado. Vea otras causas de dolor en el testículo.
- Sensación de peso en la zona íntima.
Cuando se identifica alguna alteración en el testículo, aunque no haya otros síntomas, es muy importante consultar a un urólogo para descartar otras causas más graves, como torsión testicular e incluso cáncer.
Lea también: Bolitas en el escroto: 12 causas (y qué hacer) tuasaude.com/es/bolitas-en-el-escrotoCómo es realizado el diagnóstico
El diagnóstico del espermatocele es llevado a cabo por el urólogo a partir de la realización del examen físico, donde es llevada a cabo la observación y la palpación de la región íntima del hombre para verificar la presencia del quiste, además de también ser realizada la evaluación de otros síntomas presentados por la persona.
Asimismo, para confirmar el diagnóstico, el médico puede realizar una transiluminación, que consiste en iluminar la región del escroto para que sea posible evaluar mejor la zona, aparte de ser indicada la realización de ecografía para identificar la presencia del quiste.
Posibles causas
Las causas del espermatocele aún no son totalmente conocidas, pero se cree que ocurre debido a un bloqueo en los túbulos presentes en el epidídimo, que son responsables por transportar el esperma.
De esta forma, esta situación podría ser favorecida por algunas situaciones, como epididimitis, realización de vasectomía o golpes fuertes en la zona.
Cómo se realiza el tratamiento
Debido a que la mayoría de los espermatoceles no causa ningún tipo de complicación o malestar, generalmente no es necesario tratamiento. Sin embargo, el urólogo puede agendar consultas frecuentes, alrededor de 2 veces por año, para evaluar el tamaño del quiste y garantizar que no está teniendo alteraciones que puedan indicar malignidad.
En caso de que el espermatocele cause malestar o dolor en el día a día, el médico puede prescribir el uso de antiinflamatorios para reducir el proceso inflamatorio local. Después de usar estos medicamentos por 1 o 2 semanas, los síntomas pueden desaparecer completamente, por lo que, si esto sucede, no es necesario más tratamiento.
Sin embargo, si los síntomas se mantienen, puede ser necesaria una evaluación para realizar una pequeña cirugía.
Cirugía para espermatocele
La cirugía para tratar el espermatocele, también conocida como espermatocelectomía, normalmente se realiza con anestesia raquídea de forma ambulatoria, la cual sirve para que el médico logre separar y retirar el espermatocele del epidídimo. Después de la cirugía, normalmente es necesario utilizar una especie de "suspensorio escrotal" que ayuda a mantener la presión en la zona, evitando que el corte se pueda abrir con el movimiento, por ejemplo.
Durante la recuperación, se recomiendan los siguientes cuidados:
- Aplicar compresas frías en la zona íntima;
- Tomar medicamentos prescritos por el médico;
- Evitar mojar la zona íntima hasta el retiro de las suturas;
- Hacer el tratamiento de la herida en la clínica de salud.
Aunque es una situación rara, después de la cirugía pueden surgir algunas complicaciones, especialmente infertilidad en caso de que haya alguna lesión en el epidídimo y/o ducto deferente. Por eso, es muy importante seleccionar una clínica de urología certificada, con un médico cirujano con experiencia.