Anabólicos: para qué sirven, tipos y efectos secundarios

Los anabólicos son hormonas sintéticas elaboradas a partir de la testosterona, que pueden ser indicadas por el médico para tratar afecciones como osteoporosis, algunos tipos de anemia o hipogonadismo, que es una enfermedad donde los testículos no producen hormonas sexuales o producen pocas cantidades.

Los anabólicos, también conocidos como anabolizantes o esteroides anabólicos, son capaces de estimular la producción de nuevas fibras musculares, por lo que muchas veces son utilizados indebidamente por atletas para mejorar el desempeño y favorecer la ganancia muscular. No obstante, el uso de estas sustancias para fines estéticos, ganancia de masa muscular y mejora del desempeño deportivo no está aprobado por los entes de salud de la mayoría de los países.

El uso sin indicación médica de los anabólicos puede traer consecuencias graves para la salud, como alteraciones cardíacas, intoxicación del hígado y aumento del riesgo de enfermedades crónicas, por lo que es importante que sean empleados solo cuando son indicados por el médico.

Médico mostrando resultados de exámenes a un paciente

Para qué sirven

Los anabólicos son indicados para el tratamiento de enfermedades como:

  • Hipogonadismo primario y secundario;
  • Anemia aplásica congénita o adquirida;
  • Osteoporosis;
  • Anemia por insuficiencia renal crónica;
  • Anemia debido al tratamiento para el cáncer;
  • Síndrome de Turner;
  • Pérdida de masa magra, en el caso de balance negativo de nitrógeno en el cuerpo.

El uso de anabólicos no está indicado para fines estéticos ni para aumentar el desempeño de atletas ni estimular la ganancia de masa muscular, no siendo aprobado en estos casos por los entes de salud de la mayoría de los países, pues no existen estudios que demuestren los riesgos del tratamiento para personas que no tienen problemas hormonales, además de poder causar daños graves a la salud.

Los anabólicos solo deben ser utilizados bajo indicación médica en la cantidad recomendada, pues así es posible garantizar su uso seguro.

Anabólicos más usados

Algunos ejemplos de anabolizantes incluyen:

  • Propionato de testosterona (Testoviron): además del propionato de testosterona, posee en su composición otros tipos de testosterona, como fenilpropionato de testosterona, isocaproato de testosterona y decanoato de testosterona, indicados para la reposición de testosterona en hombres para el tratamiento del hipogonadismo primario y secundario, después de la realización de exámenes que comprueban la reducción de la testosterona en el organismo;
  • Nandrolona (Deca-Durabolin): indicado para reconstruir tejidos débiles, aumentar la masa muscular y fortalecer la masa ósea, especialmente en el caso de enfermedades como la osteoporosis. Asimismo, también estimula la formación de glóbulos rojos en la médula ósea, pudiendo ser utilizado en el tratamiento de determinados tipos de anemia;
  • Oxandrolona: indicada para el tratamiento de hepatitis alcohólica, desnutrición calórico-proteica moderada, falla en el crecimiento físico o síndrome de Turner;
  • Undecilato de testosterona: está indicado en el tratamiento del hipogonadismo en hombres, una enfermedad en la que los testículos no producen hormonas sexuales o producen una cantidad insuficiente;
  • Oximetolona (Anadrol): indicado para complementar el tratamiento de la anemia y de otras alteraciones sanguíneas que se caracterizan por la reducción de la producción de glóbulos rojos, como mielofibrosis y anemia aplásica congénita adquirida.

Los anabólicos son químicamente idénticos a la hormona testosterona, que estimula el crecimiento de los vellos, el desarrollo de los huesos y músculos, y la producción de glóbulos rojos.

Estos medicamentos pueden ser comprados en farmacias en forma de comprimidos, cápsulas o inyecciones intramusculares, y solo deben ser utilizados bajo indicación médica.

Efectos secundarios del uso de anabólicos

El uso de anabólicos puede traer diversos riesgos para la salud, principalmente cuando son empleados sin la orientación de un médico, e incluyen:

  • Problemas cardiovasculares, como enfermedad coronaria, cardiomiopatía, presión alta y aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos;
  • Ganancia de peso y aumento de la retención de líquidos;
  • Gingivitis o irritación en la cavidad oral;
  • Comportamientos violentos, hostiles y antisociales;
  • Depresión;
  • Incontinencia urinaria y aumento del riesgo de infección urinaria;
  • Dolor muscular;
  • Crecimiento óseo anormal o dolor en los huesos;
  • Surgimiento de acné, comezón y ampollas en la piel;
  • Sensación de cansancio;
  • Confusión mental;
  • Dolor de cabeza.

Además, el uso de anabólicos puede causar problemas graves en el hígado, los cuales pueden ser notados a través de síntomas como náuseas, dolor en la zona superior derecha del abdomen, cansancio excesivo, pérdida del apetito, comezón en el cuerpo, orina oscura, heces claras y piel y ojos amarillentos. En estos casos, se debe acudir a un hospital o a un centro de emergencias inmediatamente.

Efectos secundarios en los hombres

En hombres, el uso de anabólicos también puede causar efectos secundarios, tales como:

  • Erecciones del pene frecuentes, prolongadas y dolorosas, situación conocida como priapismo;
  • Atrofia de los testículos;
  • Aumento de la sensibilidad de los testículos;
  • Agrandamiento benigno de la próstata e inflamación, situación conocida como prostatitis;
  • Disminución de la cantidad de esperma;
  • Dolor o aumento de tamaño de las mamas;
  • Impotencia o disfunción eréctil;
  • Trastornos de la eyaculación;
  • Calvicie precoz.

Asimismo, el uso de esteroides anabólicos en hombres puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. 

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Efectos secundarios en las mujeres

En mujeres, el uso de anabólicos también puede causar efectos secundarios, tales como:

  • Voz grave;
  • Aumento de la cantidad de vellos en el cuerpo;
  • Alteraciones en la piel;
  • Irregularidad del ciclo menstrual;
  • Ausencia de menstruación;
  • Aumento de tamaño del clítoris;
  • Sofocos.

Por esta razón, los esteroides anabólicos deben ser empleados solo bajo indicación médica para el tratamiento de enfermedades. 

Contraindicaciones

Los anabolizantes no deben ser empelados en niños, mujeres embarazada o con sospecha de embarazo, lactantes ni hombres que padecen cáncer de próstata o de mama, ni por personas que tienen cáncer de mama diseminado, altos niveles de calcio en la sangre, problemas graves en el hígado, inflamación de los riñones o porfiria.

Asimismo, no deben ser empleados en caso de enfermedad del corazón, riñones o hígado, antecedentes de enfermedades coronarias, infarto, ACV, diabetes mellitus, EPOC o hipertrofia prostática.

Los anabólicos tampoco deben ser utilizados por personas bajo tratamiento con anticoagulantes, por lo que deben conversar con el médico antes de iniciar el tratamiento.

El uso de anabolizantes también está contraindicado para fines estéticos, ganancia de masa muscular o mejoría del desempeño deportivo.