Los anticuerpos hepatitis B o anti-HBs es un examen que es solicitado por el médico para verificar si la persona posee inmunidad contra el virus de la hepatitis B, ya sea que fue adquirida a través de la vacunación o de la cura de la enfermedad.
Este examen se realiza a partir del análisis de una pequeña muestra de sangre en la cual se verifica en el torrente sanguíneo la cantidad de anticuerpos contra el virus de la hepatitis B. Un anticuerpo es una proteína que detecta una sustancia o microorganismo dañino en el organismo. Vea qué es la hepatitis B.
Normalmente, el examen anti-HBs se solicita en conjunto HBsAg, que es el antígeno de superficie, el cual sirve para identificar la presencia del virus de la hepatitis B en la sangre, por lo que son utilizados para el diagnóstico de esta enfermedad.
Valores normales de anticuerpos hepatitis B
Los valores normales de anticuerpos hepatitis B son:
- Concentración de anti-HBs menor a 10 mUI/ mL - no reactivo: esta concentración de anticuerpos no es suficiente para proteger contra la enfermedad, siendo importante que la persona sea vacunada contra el virus. En el caso de que ya se haya dado un diagnóstico de hepatitis B, esta concentración indica que no la enfermedad no fue curada y que el tratamiento no está siendo eficaz, o que se encuentra en la fase inicial;
- Concentración de anti-HBs entre 10 mUI/ mL y 100 mUI/ mL - indeterminado o satisfactorio para vacunación: esta concentración puede indicar que la persona que fue vacunada contra el virus de la hepatitis B o que está en tratamiento, y no siendo posible determinar si hubo cura de la hepatitis B. En estos casos se recomienda que el examen se repita al cabo de 1 mes;
- Concentración de anti-HBs mayor a 100 mUI/ mL - reactivo: esta concentración indica que la persona posee inmunidad contra el virus de la hepatitis B, ya sea por medio de la vacunación o a través de la cura de la enfermedad.
Además de evaluar el resultado del examen anti-HBs el médico también analiza el resultado del examen HBsAg. De esta forma, cuando se realiza el acompañamiento de una persona diagnosticada con hepatitis B o con resultado HBsAg no reactivo y anti-HBs positivo, indica que la persona está curada y que no hay más virus circulante en la sangre.
La persona que no posee el virus de la hepatitis B también presenta los mismos resultados y la concentración de anti-HBs superior a 100 mUI/ mL.
En el caso de HBsAg y anti-HBs positivos, se indica repetir el examen al cabo de 15 a 30 días, ya que puede indicar un resultado falso positivo, formación de complejos inmunológicos (inmunocomplejos) o infección por subtipos diferentes de virus de la hepatitis B.
Para qué sirven
Los anticuerpos hepatitis B sirven para evaluar la producción de anticuerpos por el organismo contra una proteína presente en la superficie del virus de la hepatitis B, la HBsAg.
De esta forma, por medio del examen anti-HBs el médico puede verificar si la persona fue inmunizada o no contra la hepatitis B, por medio de la vacuna, además de verificar si el tratamiento e eficaz o hubo cura, cuando el diagnóstico para para hepatitis B fue confirmado.
Examen HBsAg
Mientras que el examen de anti-HBs se solicita con el objetivo de verificar la inmunidad de la respuesta al tratamiento, el examen HBsAg lo solicita el médico para saber si la persona está infectada o tuvo contacto con el virus de la hepatitis B. Este examen es solicitado para diagnosticar la hepatitis B.
El HBsAg es una proteína presente en la superficie del virus de la hepatitis B y es útil para diagnosticar la hepatitis B aguda, reciente o crónica. Normalmente el examen HBsAg se solicita en conjunto con el examen anti-HBs, ya que así es posible verificar si el virus está circulando en el torrente sanguíneo y si el organismo está actuando sobre él. Cuando la persona es portadora de hepatitis B, en el informe consta HBsAg reactivo, siendo el resultado importante para el médico, ya que de esta forma es posible iniciar el tratamiento.
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Para hacer el examen de anti-HBs no es necesario ningún tipo de preparación o ayuno. Se realiza a partir de la toma de una pequeña muestra de sangre, que es encaminada hacia el laboratorio para una análisis.
En el laboratorio, la sangre pasa por un proceso de análisis serológico, en la cual se verifica la presencia de anticuerpos específicos contra el virus de la hepatitis B. Estos anticuerpos se forman después de que entran en contacto con el virus o debido a la vacunación, en que el organismo es estimulado para producir estos anticuerpos, dando inmunidad a la persona para el resto de su vida.