Qué es:
La fibrilación auricular (FA) es una desorganización de la actividad eléctrica en las aurículas del corazón, que causa alteraciones de los latidos cardíacos. Personas con FA pueden presentar un ritmo cardíaco irregular y más rápido, pudiendo alcanzar 175 latidos por minuto, lo cual aumenta el riesgo de ACV, insuficiencia cardíaca y otros problemas del corazón.
Muchas veces, la fibrilación auricular es asintomática, siendo diagnosticada durante exámenes de rutina, como ECG, pero también puede causar síntomas recurrentes, como palpitaciones, respiración corta, mareos y sensación de debilidad, por ejemplo.
El tratamiento de la FA es muy variado y depende de la persona, de los síntomas que presenta y de las causas que estén en el origen de la fibrilación auricular.
Principales síntomas
Los síntomas de la fibrilación auricular son:
- Palpitaciones;
- Latidos cardíacos irregulares;
- Debilidad y cansancio rápido;
- Mareos;
- Respiración corta;
- Dolor en el pecho.
Sin embargo, también es común que las personas con FA no presenten ningún síntomas, siendo que esta condición terminar por diagnosticarse en exámenes de rutina, como un ECG.
Cómo se confirma el diagnóstico
El diagnóstico de fibrilación auricular se realiza a través de electrocardiograma (ECG), pero en algunos casos, el médico también puede indicar la realización de otros exámenes como ecocardiograma, análisis de sangre o radiografía de tórax.
Posibles causas
La fibrilación auricular, en la mayoría de los casos ocurre debido a defectos o lesiones cardíacas. Sin embargo, también existen situaciones en que la FA puede surgir sin ninguna causa aparente.
Algunos factores que parecen aumentar el riesgo de desarrollar fibrilación auricular son:
- Hipertensión;
- Antecedente de ataque cardíaco previo;
- Cirugía reciente del corazón;
- Enfermedad coronaria;
- Enfermedades congénitas;
- Hipertiroidismo;
- Uso de algunos medicamentos;
- Consumo excesivo de cafeína, alcohol o tabaco.
Además, tener algún problema pulmonar, tener exceso de estrés o apnea del sueño, también son factores que parecen aumentar el riesgo de FA.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la fibrilación auricular tiene como objetivo aliviar los síntomas, controlar y restaurar la frecuencia cardíaca, además de prevenir posibles complicaciones. De esta forma, el cardiólogo puede indicar el uso de medicamentos para revertir la fibrilación auricular, como amiodarona y propafenona, que son antiarrítmicos.
Además, el médico también puede indicar el uso de medicamentos betabloqueadores y bloqueadores de canales de calcio, que ayudan a controlar la frecuencia cardíaca y la prevención de la fibrilación auricular.
Para prevenir posibles complicaciones, el cardiólogo puede recomendar el uso de medicamentos anticoagulantes e inhibidores plaquetarios, además de la práctica de actividad física y evitar el consumo de bebidas alcohólicas, cigarro y cafeína, ya que pueden interferir en la frecuencia cardíaca.
Dependiendo de la gravedad de la fibrilación auricular, el médico también puede recomendar la colocación de un marcapasos cardíaco para que la fibrilación sea diagnosticada precozmente y corregida. Vea más sobre el marcapasos.
Posibles complicaciones
Las complicaciones de la fibrilación auricular están relacionadas a su gravedad, pudiendo haber mayor riesgo de trombosis, derrame cerebral e insuficiencia cardíaca.
Las complicaciones pueden presentarse con más facilidad en personas más viejas y con enfermedades crónicas, como diabetes, alteraciones reumáticas, hipertensión e hipertiroidismo, siendo importante que el tratamiento se realice de acuerdo a la recomendación del médico para evitar las posibles alteraciones.