La fibrosis hepática es la formación de cicatrices en el hígado que interfieren con su funcionamiento normal. En las etapas iniciales puede no causar síntomas, pero a medida que avanza, pueden aparecer náuseas, pérdida de apetito y peso, o piel y ojos amarillentos.
La fibrosis hepática es causada por agresiones repetidas al hígado, como hepatitis, consumo de bebidas alcohólicas o acumulación de grasa en el hígado, lo que provoca que las células hepáticas sean reemplazadas gradualmente por tejido fibroso.
El tratamiento de la fibrosis hepática es realizado por un gastroenterólogo, hepatólogo o médico general y varía según la causa. Puede incluir el uso de medicamentos, cambios en el estilo de vida o, en casos más graves, un trasplante de hígado.
Síntomas de fibrosis hepática
Los principales síntomas de la fibrosis hepática son:
- Náuseas o vómitos;
- Pérdida del apetito;
- Cansancio excesivo o debilidad;
- Pérdida de peso sin motivo aparente;
- Molestias o dolor leve en el lado superior derecho del abdomen;
- Hinchazón en las piernas o en el abdomen.
Además, puede aparecer ictericia, que se caracteriza por síntomas como piel y ojos amarillentos.
En las etapas iniciales, la fibrosis hepática generalmente no causa síntomas. Sin embargo, a medida que las células normales del hígado son reemplazadas por cicatrices, el funcionamiento del órgano se ve afectado y comienzan a manifestarse los síntomas.
Cuándo consultar a un médico
Es importante acudir a un gastroenterólogo, hepatólogo o médico general cuando aparezcan síntomas de fibrosis hepática, para que se realice un diagnóstico adecuado y se inicie el tratamiento correspondiente.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de fibrosis hepática lo realiza el gastroenterólogo, hepatólogo o médico general mediante la evaluación de los síntomas, el historial médico y la realización de exámenes físicos, de laboratorio y de imagen.
Los exámenes pueden incluir:
- Hemograma completo.
- Pruebas de función hepática.
- Ecografía abdominal.
- Tomografía computarizada.
- Resonancia magnética.
- Elastografía hepática.
Además, el médico puede solicitar una biopsia hepática para analizarla en el laboratorio y determinar el estadio de la fibrosis hepática.
Lea también: 13 pruebas de función hepática tuasaude.com/es/pruebas-de-funcion-hepaticaEtapas de la fibrosis hepática
La fibrosis hepática puede ser clasificada en diferentes etapas de acuerdo con el sistema de Metavir:
De esta forma, el estadio más avanzado y grave de la fibrosis hepática es el F4.
El estadio de la fibrosis hepática se determina mediante una biopsia del hígado y la evaluación de las células y el tejido hepático, y debe ser interpretado por el médico junto con el grado de actividad de la fibrosis y otros exámenes solicitados.
Causas posibles
Las principales causas de la fibrosis hepática son:
- Hepatitis B o C
- Hepatitis autoinmune
- Consumo excesivo y frecuente de bebidas alcohólicas
- Grasa en el hígado
- Obstrucción de los conductos biliares
- Hemocromatosis o sobrecarga de hierro
- Enfermedad de Wilson o sobrecarga de cobre
Estas condiciones provocan una lesión o inflamación en el hígado y, como mecanismo de reparación, las células hepáticas comienzan a producir colágeno y glicoproteínas de forma excesiva, reemplazando las células normales por tejido cicatricial.
Así, estas cicatrices, conocidas como fibrosis, van sustituyendo progresivamente las células normales del hígado, afectando su funcionamiento y provocando los síntomas.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la fibrosis hepática debe ser orientado por un gastroenterólogo o hepatólogo, y su objetivo es tratar la causa subyacente de la fibrosis y evitar su progresión.
1. Cambios en el estilo de vida
Se recomienda dejar de consumir bebidas alcohólicas si la fibrosis fue causada por el consumo excesivo y frecuente de alcohol.
En casos de grasa en el hígado, es importante perder peso y seguir una dieta que evite alimentos grasos y ricos en azúcar.
2. Uso de medicamentos
El objetivo de los medicamentos es tratar las condiciones que hayan causado la fibrosis. Algunos de los medicamentos indicados por el médico pueden ser:
- Antivirales, para hepatitis virales.
- Quelantes o "secuestradores" de hierro, como deferoxamina, deferasirox o deferipronas, para hemocromatosis.
- Medicamentos que se ligan al cobre, como penicilamina o trientina, para la enfermedad de Wilson.
- Corticoides o inmunosupresores, para hepatitis autoinmune.
- Ácido ursodesoxicólico, para facilitar la salida de la bilis del hígado en caso de obstrucción de los conductos biliares.
Además, en algunos casos, el médico puede recomendar suplementos de zinc y vitamina D, ya que tienen acción antioxidante, protegiendo las células del hígado y complementando el tratamiento.
3. Seguimiento médico regular
El seguimiento regular con un gastroenterólogo o hepatólogo es fundamental para evaluar la evolución de la fibrosis hepática. Durante este control, se revisan los síntomas y se realizan pruebas para verificar si la fibrosis está estabilizada, retrocediendo o progresando.
4. Drenaje biliar
El drenaje biliar puede ser indicado en casos de obstrucción de los conductos biliares.
Este procedimiento puede realizarse mediante colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), ultrasonido endoscópico o cirugía.
5. Trasplante de hígado
El trasplante de hígado puede ser necesario en casos graves de fibrosis hepática, cuando el paciente presenta cirrosis y el hígado está severamente comprometido, o cuando los medicamentos no son efectivos.
Lea también: Trasplante de hígado: cuándo se indica y cómo se realiza tuasaude.com/es/trasplante-de-higado¿La fibrosis hepática tiene cura?
La fibrosis hepática no tiene cura, ya que no es posible revertir las cicatrices y el tejido fibroso en el hígado.
Sin embargo, con el tratamiento adecuado, es posible controlar la enfermedad y evitar su progresión.