Qué es la fimosis, síntomas y tratamiento (en niños)

Qué es:

La fimosis es la incapacidad de retraer la piel del pene para exponer el glande, causando la sensación de que hay un anillo en la punta del pene, lo que impide que la piel se deslice normalmente hacia atrás. Después del nacimiento, es común que los bebés tengan este tipo de problema, pero es hasta los 3 años de edad que la piel del pene suele liberarse espontáneamente, retrayéndose de manera normal.

La fimosis puede causar algunos síntomas como dificultad para orinar, como dolor o ardor, presencia de secreciones con mal olor en el pene y sangrado en caso de forzar la retracción de la piel que recubre al glande. Esta alteración debe ser diagnosticada por el pediatra a través de la una evaluación clínica del pene.

Existen varias formas de tratamiento que deben pueden ser orientadas por el pediatra o cirujano pediátrico, de acuerdo al grado de fimosis. En los casos más leves se pueden realizar pequeños ejercicios, además de la colocación de pomadas, mientras que en los más graves, puede ser necesario realizar una cirugía.

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Principales síntomas

A medida que el niño crece y se desarrolla pueden surgir signos y síntomas como:

  • Exceso de piel en la punta del pene;
  • Dificultad para orinar, dolor y/o ardor;
  • Dolor durante la erección;
  • Secreciones en el pene, con mal olor;
  • Dificultad para controlar las ganas de orinar durante la noche;
  • Sangrado, especialmente al forzar la piel.

La fimosis no impide el crecimiento y desarrollo normal del pene, pero debe tratarse para evitar complicaciones como infecciones graves en la región, debido a la dificultad para limpiar la zona.

Cuando la fimosis surge en el nacimiento no es posible prevenirlo, sin embargo, a lo largo de la vida es importante realizar higiene correcta del pene todos los días con agua y jabón neutro, limpiando toda la región sobre la piel para que no se acumule suciedad y secreciones que pueden causar a largo plazo complicaciones. 

Cómo se diagnostica 

El diagnóstico de la fimosis la realiza un pediatra, en el caso de niños y adolescentes, por medio de una exploración física del pene, en que el se intenta retraer manualmente la piel que recubre al glande. Cuando no es posible descubrir completamente el glande se confirma la fimosis.

Este evaluación clínica suele hacerse en las primeras consultas después del nacimiento, de tal forma que al diagnosticarse, el médico pueda indicar el tratamiento adecuado.  Asimismo, el médico puede solicitar la realización de exámenes de laboratorio como un hemograma, examen general de orina o un cultivo bacteriano, por ejemplo.

Opciones de tratamiento para la fimosis

El tratamiento para la fimosis se realiza de acuerdo a la gravedad de los síntomas, pudiendo incluir:

1. Aplicación de pomada

Para tratar la fimosis infantil el médico podrá recomendar como primer paso de tratamiento, la colocación de una crema con corticosteroides como la betametasona, que actúa reblandeciendo el tejido del prepucio, haciendo que la piel se vuelva más final, facilitando así su retracción y la limpieza del glande.   

Generalmente, el pediatra, cirujano pediátrico o urólogo indican esta pomada 1 o 2 veces al día, preferiblemente después del baño, por un período de 6 semanas inicialmente. Posteriormente se debe acudir nuevamente a la consulta médica, donde se evaluará nuevamente y podrá o no indicar la pomada por unas semanas más. 

2. Ejercicios en el prepucio

La realización de ejercicios en el prepucio debe ser siempre indicado por el pediatra o por el urólogo y consiste en intentar retraer la piel del pene lentamente, estirando y encogiendo el prepucio sin forzar o causar dolor. Estos ejercicios se deben realizar durante aproximadamente 1 minuto, 4 veces al día, durante un período de al menos 1 mes para obtener mejorías, lo ideal es realizar durante el baño para evitar causarle daño al niño o al bebé.

3. Cirugía

La cirugía para la fimosis, también conocida como circuncisión, consiste en la extracción del exceso de piel para facilitar la higiene del pene, disminuir el riesgo de infecciones y mejorar el desempeño sexual.

La cirugía es realizada por un urólogo o cirujano pediátrico y tiene una duración aproximada de 1 hora, incluye el uso de anestesia general, siendo recomendada en los niños entre los 7 y 10 años de edad. La hospitalización es de 24 a 48 hrs y el paciente puede volver a su rutina normal 3 o 4 días después de la cirugía, teniendo el cuidado de evitar deportes o juegos que causen impacto en la región durante un período de 2 a 3 semanas. Conozca más sobre cómo se realiza la circuncisión y la recuperación.

4. Colocación de anillo plástico

La colocación del anillo de plástico se realiza a través de una cirugía rápida, que dura alrededor de 10 a 30 minutos y no necesita anestesia. El anillo se introduce alrededor del glande y debajo del prepucio, pero sin apretar la punta del pene. Con el paso del tiempo, el anillo va cortando la piel y liberando su movimiento, cayendo al cabo de unos 10 días.

Durante el período en que se usa el anillo, es normal que el pene se enrojezca y se hinche, pero no interfiere para orinar. Además de esto, este tratamiento no necesita curativos, siendo utilizada sólo una pomada anestésica y lubricante para facilitar la recuperación.

Posibles complicaciones de la fimosis

Cuando no se trata, la fimosis puede causar complicaciones como infecciones urinarias frecuentes, infecciones en el pene, aumento del riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, dolor y sangrado durante el contacto íntimo y aumento del riesgo de cáncer de pene.