La flema con sangre puede ocurrir debido a la tos prolongada, el uso de anticoagulantes, infecciones respiratorias, edema pulmonar, bronquitis, bronquiectasia o ser un signo de cáncer de pulmón.
Es importante consultar a un neumólogo o médico general cuando se observe flema con sangre, especialmente si hay otros síntomas, como dificultad para respirar, dolor en el pecho, fiebre, cansancio frecuente, ronquera o dolor de espalda, ya que puede ser un signo de gravedad.
Una vez identificada la causa de la flema con sangre, es fundamental iniciar el tratamiento para prevenir complicaciones. Este puede incluir el uso de medicamentos según la causa, además de medidas para hidratar las vías respiratorias, como beber abundante líquido durante el día y realizar lavados nasales.

20 causas de flemas con sangre
Las principales causas de flemas con sangre son:
1. Tos prolongada
Cuando se tiene una alergia o gripe y se experimenta tos seca, fuerte y prolongada, es posible notar pequeños sangrados debido a la irritación de las vías respiratorias, lo que puede mezclarse con la flema.
Esta situación es temporal y, normalmente, no es grave, desapareciendo después de algunos días, especialmente cuando la tos mejora.
Qué hacer: lo ideal es intentar calmar la tos para reducir la irritación de las vías respiratorias. Por lo tanto, es importante beber bastante agua durante el día, además de realizar lavados nasales con solución salina para hidratar la mucosa y tomar un jarabe casero de miel con propoleo, por ejemplo, o jarabes antihistamínicos, como la loratadina.Vea cómo tomar este jarabe y otros medicamentos para la tos.
2. Sequedad de las vías aéreas
La sequedad de las vías respiratorias superiores, que incluye la nariz, la laringe y la faringe, puede provocar la expulsión de flema con sangre. Esto puede ocurrir debido a una gripe, resfriado o alergia, por ejemplo, ya que la tos o los estornudos constantes pueden irritar la mucosa de la zona, lo que ocasiona pequeños sangrados.
Sin embargo, también es posible que la sequedad de las vías respiratorias superiores se deba a un ambiente muy seco, lo que puede romper pequeños vasos sanguíneos en la nariz y generar flema con sangre.
Qué hacer: en este caso, es importante beber suficiente agua y realizar lavados nasales para mantener la mucosa hidratada. Además, el médico puede recomendar el uso de medicamentos antiinflamatorios para aliviar los síntomas.
3. Uso de anticoagulantes
El uso de anticoagulantes, como la warfarina o la heparina, puede aumentar el riesgo de sangrados en diversas partes del cuerpo, ya que el sangre se vuelve más fluida. Así, si hay una ligera irritación en las vías respiratorias, como por ejemplo por una alergia, puede producirse un pequeño sangrado que se elimina con la tos y la flema.
Qué hacer: si la cantidad de sangre en la flema es pequeña, no debe ser motivo de alarma; sin embargo, si el sangrado es considerable, es importante consultar a un médico para evaluar la posibilidad de suspender el medicamento o ajustar la dosis.
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La gripe y el resfriado pueden provocar picazón o irritación en la garganta y tos fuerte, lo que puede ocasionar la ruptura de pequeños vasos sanguíneos.
Así, es posible toser moco con sangre, además de tener otros síntomas como estornudos, nariz mocosa o congestionada, dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza y en el cuerpo.
La gripe y el resfriado ocurren debido a infecciones por virus, como la influenza o el rinovirus, por ejemplo, que pueden entrar por la nariz y llegar hasta la mucosa de la garganta, provocando irritación e inflamación en la garganta, lo que resulta en los síntomas.
Qué hacer: debe mantenerse el cuerpo hidratado, bebiendo muchos líquidos y descansando.
Además, el otorrinolaringólogo puede recomendar el uso de medicamentos analgésicos, antiinflamatorios o descongestionantes, como paracetamol, ibuprofeno o desloratadina, por ejemplo, para ayudar a aliviar los síntomas.
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La neumonía puede causar tos intensa y moco con sangre, siendo causada por infecciones por virus, bacterias o hongos, pero también por aspiración o inhalación de bebidas, comida o vómitos.
Otros síntomas incluyen falta de aire, dificultad para respirar o respiración acelerada, dolor en el pecho, pérdida del apetito o fiebre. Conozca todos los síntomas de la neumonía.
Qué hacer: se debe consultar al neumólogo para identificar la causa de la neumonía y, así, iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antibióticos, antipiréticos u oxigenoterapia, por ejemplo.
6. Tuberculosis
La tuberculosis es una infección en los pulmones causada por el bacilo de Koch y provoca tos persistente y moco con sangre.
Además, otros síntomas incluyen dolor en el pecho al toser o respirar, dificultad para respirar o fiebre baja. Vea cómo identificar los síntomas de la tuberculosis.
Qué hacer: el tratamiento es realizado por el neumólogo o infectólogo con el uso de antibióticos, como rifampicina, isoniazida, pirazinamida y etambutol, por ejemplo, durante un mínimo de 6 meses.
7. Uso de descongestionantes nasales
El uso regular de descongestionantes nasales o durante varios días puede causar flema con sangre, ya que estos provocan irritación y sequedad en la mucosa nasal, lo que hace que esta sangre fácilmente.
Qué hacer: es importante usar los descongestionantes nasales solo bajo la indicación del otorrinolaringólogo y por el período de tiempo recomendado.
Como alternativa a este tipo de medicamento, se puede utilizar suero fisiológico, tres veces al día, para limpiar la nariz o realizar lavados nasales a lo largo del día.
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La rinitis alérgica es una condición en la que la membrana mucosa de la nariz se vuelve más sensible, inflamándose con mayor facilidad cuando entra en contacto con determinadas sustancias, como polvo, polen o pelos de animales.
El contacto con estas sustancias provoca una reacción alérgica, lo que resulta en síntomas como estornudos, secreción nasal, flema con sangre y picazón en la nariz, entre otros. Conozca otros síntomas de la rinitis alérgica.
Qué hacer: es importante evitar el contacto con las sustancias que desencadenan la alergia. Además, el médico puede recomendar el uso de medicamentos antihistamínicos, como desloratadina o cetirizina, si es necesario.
También existen tratamientos naturales, como la inhalación de vapor de eucalipto o el consumo de té de menta.
9. Clima seco o cambios en la presión atmosférica
El clima seco y de baja humedad, común en invierno, o los cambios en la presión atmosférica, que pueden ocurrir al volar, ascender a grandes altitudes o bucear, pueden causar flema con sangre o hemorragias nasales.
Esto ocurre porque, en el caso del clima seco, el moco nasal se seca y se forman costras o grietas, lo que aumenta la probabilidad de sangrado cuando se frota, rasca o se suena la nariz.
En el caso de los cambios en la presión atmosférica, esto se debe a la irritación del revestimiento mucoso de los senos paranasales debido a la descoordinación entre las presiones intranasales y la presión ambiental.
Qué hacer: en el caso de clima seco, es importante abrir las ventanas para mantener la casa ventilada o usar un humidificador. Además, se debe evitar bucear si se tiene una infección respiratoria superior o rinitis alérgica activa.
En los casos en los que los sangrados nasales sean frecuentes, existe tratamiento profiláctico con medicamentos como aerosoles de oximetazolina, pseudoefedrina y glucocorticoides intranasales tópicos, que deben ser prescritos por el médico.
10. Sinusitis
La sinusitis es la inflamación del revestimiento de los senos paranasales y las cavidades en la cara, causada por bacterias, virus, hongos o alergias, y puede provocar síntomas como congestión nasal, dolor facial, secreción nasal y dolor de cabeza. Vea otros síntomas de la sinusitis.
Además, como la membrana mucosa está inflamada e hinchada, la salida de flema con sangre puede ocurrir con facilidad.
Qué hacer: para aliviar los síntomas de la sinusitis, se puede lavar la nariz con suero fisiológico al menos 3 veces al día, evitar permanecer en lugares cerrados e inhalar el vapor de la ducha. Además, el médico general o el otorrinolaringólogo pueden recomendar el tratamiento con medicamentos, que variarán según la causa de la sinusitis.
Lea también: 8 remedios caseros para la sinusitis tuasaude.com/es/remedio-casero-para-la-sinusitis11. Uso de drogas inhaladas u otros irritantes
El uso de drogas ilícitas inhaladas, como la cocaína o los poppers, por ejemplo, así como la exposición constante a productos de limpieza u otros vapores químicos, también puede causar flema con sangre y, en casos graves, hemorragias nasales.
Esto ocurre porque la inhalación de estas sustancias, además de causar irritación en la mucosa, provoca que los vasos sanguíneos se contraigan y la mucosa se reseque, lo que hace que tocar o sonarse la nariz pueda fácilmente romper los vasos sanguíneos.
Qué hacer: es importante dejar de usar drogas o alejarse del lugar donde se estén inhalando vapores químicos. Además, se debe evitar sonarse la nariz o manipularla con fuerza, ya que esto podría empeorar el sangrado.
Si ocurre una hemorragia nasal, es importante inclinar la cabeza hacia adelante y aplicar presión en la parte blanda de la nariz con los dedos durante 10 a 15 minutos. Si el sangrado no cesa después de este período, se debe acudir a la sala de urgencias más cercana. Vea qué hacer en caso de hemorragia nasal.
12. Posoperatorio de una cirugía nasal
Durante el postoperatorio de una cirugía nasal, la flema con sangre es común debido a varios factores, como la irritación de la mucosa nasal y los senos paranasales debido a la manipulación del tejido o inflamación, lo que puede causar congestión nasal y dificultar el drenaje normal del moco, contribuyendo a la presencia de sangre en la flema.
Además, la presencia de coágulos, que pueden formarse durante la cicatrización, al mezclarse con la flema, puede hacer que esta se vea sanguinolenta.
Qué hacer: es importante seguir todas las instrucciones del cirujano, que pueden incluir recomendaciones específicas sobre cómo cuidar la nariz después de la cirugía, el uso de sprays nasales u otros medicamentos para reducir la hinchazón y la forma correcta de limpiar la nariz, que generalmente se realiza con soluciones salinas.
Además, es importante evitar sonarse la nariz con fuerza o manipularla de manera brusca, evitar levantar objetos pesados o hacer esfuerzos intensos, y tratar de mantener la cabeza elevada usando almohadas o inclinando ligeramente el torso hacia arriba, para ayudar a reducir la congestión nasal y el sangrado.
También es importante beber mucha agua para mantener las mucosas hidratadas y evitar la sequedad nasal.
13. Bronquiectasia
La bronquiectasia es una condición crónica en la cual los bronquios de los pulmones se dilatan de forma permanente, lo que provoca una producción excesiva de flema, así como una sensación frecuente de dificultad para respirar. Además, la presencia de sangre en la flema es un síntoma muy común.
Qué hacer: la bronquiectasia debe ser siempre diagnosticada por un médico para iniciar el tratamiento adecuado. Si se sospecha de esta condición, se debe consultar a un neumólogo para realizar pruebas, como una radiografía, y observar las características de los bronquios.
Esta condición no tiene cura, pero el tratamiento con medicamentos prescritos por el neumólogo puede aliviar los síntomas durante las crisis. Vea qué es la bronquiectasia y qué hacer.
14. Bronquitis
La bronquitis también puede estar asociada con la producción de flema con sangre, ya que implica una inflamación recurrente de los bronquios, lo que aumenta la irritación de las vías respiratorias y las probabilidades de sangrado.
En los casos de bronquitis, generalmente la flema es blanca o ligeramente amarillenta, y puede estar acompañada de algunos hilos de sangre, silbidos al respirar, fatiga frecuente y sensación de falta de aire. Vea otros síntomas de la bronquitis.
Qué hacer: en muchos casos, el descanso y la ingesta adecuada de agua pueden aliviar los síntomas de la bronquitis. Sin embargo, si los síntomas persisten o si la dificultad para respirar empeora, se recomienda acudir a atención médica, ya que puede ser necesario el uso de medicamentos intravenosos.
Las personas que sufren de bronquitis crónica deben seguir el tratamiento adecuado con el neumólogo, comenzando el uso de los medicamentos indicados por el médico tan pronto como aparezcan los primeros signos de crisis.
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El edema pulmonar, conocido popularmente como "agua en los pulmones", ocurre cuando hay una acumulación de líquidos dentro de los pulmones. Esto sucede con mayor frecuencia en personas con problemas cardíacos, como insuficiencia cardíaca congestiva, en la cual la sangre no es bombeada correctamente por el corazón y, por lo tanto, se acumula en los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones, lo que provoca la liberación de líquido dentro de los pulmones.
En estos casos, la flema liberada puede ser rojiza o rosada y tiene una ligera consistencia espumosa. Además, otros síntomas comunes son dificultad para respirar, labios y dedos azulados, dolor en el pecho y ritmo cardíaco acelerado.
Qué hacer: el edema pulmonar se considera una emergencia médica. Por lo tanto, si se tiene algún problema cardíaco y se sospecha de una alteración pulmonar, es muy importante acudir rápidamente a la sala de urgencias para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que en el caso del edema se realiza con hospitalización. Vea más sobre el tratamiento del edema pulmonar.
16. EPOC exacerbado
La EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) es una condición inflamatoria de los pulmones causada por enfermedades respiratorias, como bronquitis crónica o enfisema pulmonar, por ejemplo.
Estas condiciones provocan el cierre de los bronquios o bronquiolos, dificultando el flujo de aire y la respiración.
La EPOC exacerbada puede ocurrir debido a una neumonía bacteriana, lo que da lugar a síntomas como tos con moco verde espeso o moco con sangre, respiración rápida y entrecortada, sibilancias en el pecho, fiebre, cansancio excesivo e hinchazón en las piernas o tobillos.
Qué hacer: se debe seguir el tratamiento indicado por el neumólogo, que normalmente incluye el uso de antibióticos, broncodilatadores o corticosteroides, para combatir la infección y aliviar los síntomas respiratorios. Vea otras opciones de tratamiento de la EPOC.
17. Cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es una condición más rara, pero también puede causar la aparición de flema con sangre. Este tipo de cáncer es más común en personas mayores de 40 años que son fumadoras.
Otros síntomas que también pueden presentarse en casos de cáncer de pulmón incluyen tos persistente que no mejora, pérdida de peso, ronquera, dolor en la espalda y fatiga extrema. Vea otros síntomas que pueden indicar cáncer de pulmón.
Qué hacer: siempre que exista sospecha de cáncer, especialmente en personas con factores de riesgo, es muy importante consultar al neumólogo para realizar todos los exámenes necesarios, confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento. Generalmente, cuanto más temprano se identifique el cáncer, más fácil será alcanzar la cura.
Lea también: Tratamiento del cáncer de pulmón tuasaude.com/es/cancer-de-pulmon-tratamiento18. Estenosis mitral
La estenosis mitral es el estrechamiento del orificio de la válvula mitral en el corazón, lo que normalmente causa síntomas como dificultad para respirar al acostarse, palpitaciones, cansancio o debilidad al hacer ejercicio.
Sin embargo, esta condición puede provocar tos y moco con sangre debido a la ruptura de venas o capilares en los pulmones.
Qué hacer: se debe seguir el tratamiento indicado por el cardiólogo, que incluye el uso de medicamentos para reducir los síntomas o cirugía para reparar o reemplazar la válvula mitral.
Lea también: Estenosis mitral: qué es, síntomas, causas tratamiento tuasaude.com/es/estenosis-mitral19. Embolia pulmonar
La embolia pulmonar ocurre cuando un émbolo o coágulo, causado por trombosis venosa profunda, se desprende del vaso sanguíneo de la pierna y llega al pulmón, comprometiendo su irrigación.
Con la disminución de la circulación sanguínea, este órgano se ve afectado y puede surgir moco con sangre debido a la tos, además de dolor en el pecho y dificultad para respirar. Vea qué es la embolia pulmonar.
Qué hacer: se debe ir al servicio de urgencias más cercano si aparecen síntomas de embolia pulmonar, para iniciar el tratamiento de inmediato, que puede incluir el uso de anticoagulantes, trombolíticos, colocación de un filtro en la vena cava inferior o oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), por ejemplo.
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La insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) es la dificultad del corazón para bombear sangre correctamente.
Esto puede resultar en acumulación de líquido en los pulmones o edema pulmonar y dar lugar a síntomas como tos constante, moco con sangre y dificultad para respirar.
Qué hacer: el tratamiento es realizado por el cardiólogo, quien puede recomendar el uso de medicamentos, cambios en la dieta o incluso un trasplante cardíaco. Vea cómo se lleva a cabo el tratamiento de la ICC.