Flora intestinal (microbiota): qué es, beneficios y medicamentos

La flora intestinal o microbiota intestinal es un conjunto de bacterias que viven y se desarrollan en el intestino, ayudando en la digestión de los alimentos y creando un ambiente que impide el crecimiento de bacterias dañinas que causan enfermedades.

Aunque son bacterias, estos microorganismos son beneficiosos para el organismo, ya que han evolucionado a lo largo de miles de años para establecer una relación favorable con el intestino, formando parte del microbioma natural humano. Vea cómo está compuesto el microbioma.

Sin embargo, aunque la flora intestinal se desarrolla de forma natural, no siempre se encuentra en niveles óptimos, lo que puede generar desequilibrios que favorezcan el crecimiento de bacterias nocivas. En estos casos, puede ser necesario recurrir a los probióticos para restablecer el equilibrio de estas bacterias.

Flora intestinal
Flora intestinal

5 beneficios de una flora intestinal saludable

Los beneficios más conocidos de mantener una flora intestinal saludable son:

  1. Mejorar la digestión de los alimentos y la absorción de los nutrientes, pues proporciona capacidades esenciales para la fermentación de nutrientes no digeribles, como es el caso de las fibras dietéticas.
  2. Fortalecer el sistema inmune, disminuyendo la cantidad de bacterias malas y reduciendo la frecuencia de la aparición de enfermedades.
  3. Favorecer el crecimiento de microbios que ayudan a producir ácidos grasos de cadena corta, como el butirato. Este ácido graso es la principal fuente de energía para las células del colon, además induce la muerte de las células de cáncer de colon y tiene efectos beneficiosos en la glucosa y el equilibrio energético.
  4. Prevenir la ansiedad y la depresión, pues en estudios más recientes, la flora intestinal ha sido señalada como un importante regulador de la producción de neurotransmisores, como la serotonina, que mejora la sensación de bienestar, combatiendo estas enfermedades.
  5. Prevenir la obesidad y algunas enfermedades como la diabetes, enfermedad inflamatoria intestinal, artritis psoriásica, enfermedad celíaca, pues ayuda a evitar una disbiosis, es decir, un desequilibrio en la flora bacteriana intestinal que aumenta el riesgo de padecer estas enfermedades.

Por esto, mantener una microbiota intestinal saludable parece ser una buena forma de garantizar una mejor salud general, no estando relacionado solamente con el funcionamiento del intestino.

Qué puede afectar a la flora intestinal

El desequilibrio de la flora intestinal, también conocida como disbiosis, sucede cuando existen menos bacterias buenas en el intestino o cuando uno de estos tipos está en mayor número, dificultando la digestión y facilitando el desarrollo de las bacterias malas.

Lea también: Disbiosis intestinal: qué es, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/disbiosis-intestinal

Algunas de las principales causas que llevan al desequilibrio de la microbiota son:

  • Uso constante de antibióticos: pues eliminan tanto a las bacterias malas como a las buenas del organismo;
  • Uso frecuente de laxantes: el funcionamiento exagerado del intestino causa la eliminación de bacterias buenas;
  • Dieta rica en azúcar y productos industrializados: facilitan el desarrollo de las bacterias malas;
  • Bajo consumo de fibras: son el principal alimento de las bacterias buenas y por esto cuando están en baja cantidades perjudican su desarrollo.

Cuando la flora intestinal está muy afectada, es común la aparición de síntomas relacionados con el mal funcionamiento del intestino, como exceso de gases intestinales, diarrea o hasta estreñimiento frecuente. 

Cómo reponer la flora intestinal

Una de las mejores formas de mantener una flora intestinal saludable es seguir una alimentación equilibrada y variada, rica en legumbres y vegetales, que incluya alimentos con propiedades probióticas y evitar el consumo de productos industrializados, fritos o ricos en azúcares.

Lea también: 10 alimentos probióticos (y cómo consumirlos) tuasaude.com/es/alimentos-probioticos

Además, el consumo de alimentos ricos en fibra, como avena, linaza o frijoles, favorece el buen desarrollo de las bacterias intestinales. Consulte una lista de alimentos con fibras.

Asimismo, los alimentos fermentados deben ser parte de la dieta con regularidad, ya que contienen bacterias beneficiosas que ayudan a poblar el intestino. Algunos ejemplos son el yogur natural, el kéfir o la kombucha. Vea algunos alimentos fermentados y sus beneficios.

Sin embargo, si la flora intestinal ya está alterada, con síntomas como exceso de gases, diarreas frecuentes o estreñimiento, la mejor forma de tratar la situación es mediante la ingesta de suplementos probióticos.

Vea en el video a continuación más sobre los alimentos probióticos:

Probióticos: alimentos vivos que van a mejorar tu vida

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Cómo tomar medicamentos para la flora intestinal

Los medicamentos que mejoran la flora intestinal son probióticos. Estos medicamentos son pequeñas cápsulas que contiene varios millones de bacterias vivas que son ingeridas para llegar al intestino y ayudar a equilibrar la microbiota.

Aunque los probióticos son usados con más frecuencia por adultos, también pueden ser usados en el bebé y en niños, bajo la supervisión del pediatra, especialmente en el caso de bebés que nacieron por cesárea y no están lactando. Para esto, ya existen probióticos en forma de jarabe, que pueden ser dados junto con la comida.

Existen varios tipos de probióticos, generalmente, los mejores son los que poseen más tipos de bacterias y en mayor número. Sin embargo, es siempre aconsejable consultar a un gastroenterólogo o a un naturópata para saber cuál es el mejor para cada caso, ya que diferentes tipos de probióticos pueden ser usados para tratar diferentes problemas de salud. Vea cuáles son los principales tipo de probióticos y cuándo son usados.

Cuándo tomar medicamentos para la flora intestinal

Los probióticos generalmente son utilizados cuando surgen síntomas de desequilibrio de la flora intestinal, sin embargo, también pueden ser usados al mismo tiempo que se está haciendo el tratamiento con antibióticos, por ejemplo, para reemplazar la microbiota que está siendo eliminada y evitar la aparición de diarrea.

Además, los probióticos son importantes durante infecciones intestinales, como una gastroenteritis, debido a que ayudan a reponer la flora intestinal, acelerando la recuperación.

En personas con estreñimiento crónico o diarreas frecuentes, el uso de probióticos durante un período de 2 a 3 meses, 2 veces por año, ayudará a regular el intestino y mejorar su funcionamiento.

Cómo surge y evoluciona la flora intestinal

El desarrollo de la flora intestinal se inicia en el momento del nacimiento y lo largo de los primeros meses de vida va siendo moldeado, de acuerdo con las enfermedades que el bebé contrae, el uso de antibióticos y el tipo de alimento que ingiere.

El primer contacto del intestino con las bacterias parecen ser durante el parto y por este motivo bebés que nacen por parto vaginal normal, presentan una primera flora intestinal a diferencia de los bebés que nacen por cesárea. Esto ocurre porque en el parto vaginal, el bebé entra principalmente en contacto con las bacterias del canal vaginal y del intestino de la madre, mientras que en la cesárea las principales bacterias son las de la piel de la madre y las del ambiente del hospital.

Esta flora va cambiando y crece hasta alrededor de 2 a 3 años, momento en que se encuentra similar a la del adulto. Así, la fase más importante de crecimiento y establecimiento de la flora sucede en la primera infancia y generalmente, las bacterias que se encuentran presentes alrededor de los 3 años, permanecerán de por vida. No obstante, y aunque es más difícil, la flora también puede ir variando a lo largo de la vida, especialmente debido a los malos estilos de vida de los adultos, por ejemplo.

Flora intestinal de acuerdo con el tipo de parto

Los principales tipos de bacterias en la flora intestinal del bebé, de acuerdo con la forma de nacimiento, son:

Parto vaginal normal Parto por cesárea
Lactobacillus Acinetobacter
Prevotella Bacillales
Sneathia Corynebacterineae
Cariobacterineae Micrococcineae
Propionibacterineae Staphylococcus

Normalmente, las bacterias adquiridas durante el parto vaginal son más beneficiosas para el organismo, por lo que el niño que nace por parto vaginal tiene menos probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas que las que nacen por cesárea, como asma o dermatitis, por ejemplo.

Además, la lactancia con leche materna ayuda a moldear la flora intestinal en el bebé, proporcionando nutrientes y microorganismos para el desarrollo de una microbiota más saludable.

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