Fractura por estrés: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La fractura por estrés es una pequeña grieta o microfractura que surge en el hueso, generalmente en la espinilla o en el pie, causando síntomas como dolor, hinchazón o aumento de la sensibilidad en la zona.

Este tipo de fractura es causada por una fatiga ósea debido a una sobrecarga en el hueso, siendo más común en atletas de competición, corredores, militares o bailarines, por ejemplo.

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El tratamiento de la fractura por estrés es llevado a cabo por el ortopedista y normalmente implica reposo, inmovilización de la región afectada, medicamentos para aliviar los síntomas o incluso cirugía. 

Médico evaluando un pie con fractura por estrés

Síntomas de fractura por estrés

Los principales síntomas de fractura por estrés incluyen:

  • Dolor en la zona afectada, que inicia lentamente;
  • Hinchazón alrededor de la zona afectada;
  • Empeoramiento progresivo del dolor luego del ejercicio físico;
  • Mejoría del dolor al reposar;
  • Dolor en la mañana siguiente después del entrenamiento;
  • Aumento de la sensibilidad en la zona afectada.

Los síntomas de fractura por estrés son más comunes en la tibia o en el peroné, que son los huesos de la espinilla; en los metatarsianos, en el pie; en el hueso calcáneo, en el talón; o en el cuello del fémur, en la cadera.

Sin embargo, a pesar de ser más raro, también puede ocurrir en la columna lumbar, generalmente relacionado con espondilolisis o espondilolistesis, pudiendo no tener síntomas o causar dolor en la zona lumbar. Vea qué es la espondilolistesis.

Es importante consultar al traumatólogo siempre que surjan síntomas de fractura por estrés, para que sea realizado el diagnóstico e indicado el tratamiento más adecuado. 

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la fractura por estrés es realizado por el traumatólogo a través de la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud y de ejercicios físicos, y del examen físico. 

Para confirmar el diagnóstico, el médico puede pedir una radiografía; sin embargo, no siempre es posible visualizar la fractura por estrés en esta, pudiendo demorar de 2 a 3 semanas para que sea evidente en este tipo de examen.

Por este motivo, el médico puede solicitar otros exámenes de imagen que presentan mayor sensibilidad, como resonancia magnética, tomografía computarizada o gammagrafía ósea, por ejemplo. 

Posibles causas

La fractura por estrés es causada por una fatiga en el hueso debido al aumento de la intensidad del ejercicio físico de alto impacto, lo que da como resultado el aumento de la reabsorción ósea y la reducción de la producción de nuevas células que forma el hueso.

Las principales causas de la fractura por estrés incluyen:

  • Deportes de alto impacto, como correr, voleibol, baloncesto, fútbol, atletismo, baile o gimnasia olímpica;
  • Fatiga de los músculos, los cuales se vuelven incapaces de absorber el impacto del entrenamiento;
  • Aumento del tiempo, la intensidad y la frecuencia de los entrenamientos;
  • Correr en la cinta y luego correr en la calle;
  • Utilizar calzado inadecuado, que no absorbe el impacto;
  • Osteoporosis;
  • Deficiencia de calcio o vitamina D.

Asimismo, la ingesta nutricional inadecuada, la pérdida de masa muscular o los desequilibrios hormonales en atletas, principalmente la disminución de estrógeno o de testosterona, también son factores aumentan el riesgo de fractura por estrés.

La fractura por estrés también es muy común en personas que tenían un estilo de vida sedentario y comienzan a practicar ejercicio físico sin orientación de un médico o de un profesional de educación física. 

Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento de la fractura por estrés debe ser realizado bajo orientación del traumatólogo con el objetivo de promover la cicatrización del hueso y aliviar los síntomas.

Los principales tratamientos que pueden ser indicados por el médico incluyen:

1. Reposo

El reposo se recomienda para aliviar el dolor y las molestias de la fractura por estrés y para permitir la cicatrización del hueso, debiendo ser realizado con la interrupción de los entrenamientos y evitando actividades de impacto.

El tiempo de reposo para la fractura por estrés debe ser indicado por el traumatólogo y varía según la gravedad de la fractura.

2. Compresas frías

Aplicar compresas frías sobre la zona con la fractura por estrés puede ser indicado por el traumatólogo para ayudar a reducir el dolor y la hinchazón.

Para preparar la compresa fría, se debe colocar hielo dentro de una bolsa térmica o poner una bolsa de gel en el congelador para enfriarla, luego envolver la bolsa en una toalla limpia y seca y aplicarla en la región afectada, dejándola actuar durante 15 a 20 minutos, 2 o 3 veces al día.

3. Inmovilización

La inmovilización puede ser indicada por el médico para reducir la presión sobre el hueso, mantener el hueso en la posición correcta y permitir la cicatrización.

Esta inmovilización puede ser realizada con el uso de botas ortopédicas o de muletas, por ejemplo, por 2 a 6 semanas; sin embargo, el tiempo puede variar de acuerdo con la localización y la gravedad de la fractura por estrés.

4. Medicamentos

Los medicamentos para la fractura por estrés que pueden ser indicados por el médico son antiinflamatorios o analgésicos, como ibuprofeno o paracetamol, para ayudar a reducir el dolor y la hinchazón de la fractura.

Estos medicamentos solo deben ser usados con indicación del traumatólogo, por un corto período de tiempo, según la orientación del médico.

Además, los suplementos de vitamina D o de calcio pueden ser indicados por el médico en los casos de deficiencias nutricionales. Vea cómo tomar el suplemento de calcio.

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5. Fisioterapia

La fisioterapia es otro tratamiento para fractura por estrés que puede ser indicado por el médico para ayudar a estimular la cicatrización ósea y acelerar la recuperación.

Este tratamiento debe ser llevado a cabo por el fisioterapeuta, el cual puede usar dispositivos como la ecografía pulsátil de baja intensidad que actúa en el tejido óseo y los tejidos alrededor. Conozca cómo es realizado el tratamiento con la ecografía en la fisioterapia.

6. Cirugía

La cirugía para la fractura ósea puede ser realizada por el traumatólogo con la fijación del hueso con clavos ortopédicos, placas de metal o tornillos, en los casos donde hay alto riesgo de desplazamiento de la articulación o falta de cicatrización del hueso.

Este tipo de cirugía normalmente es indicada en los casos de fractura por estrés en el cuello del fémur, en la cadera; en la tibia anterior, en la espinilla; en el hueso navicular, en el pie; o en los sesamoideos o los metatarsianos, en el pie, por ejemplo. 

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