Ganglios linfáticos inflamados: qué son, causas y tratamiento

Qué son:

Los ganglios inflamados o linfonodos son un bulto o una bolita que puede surgir en la región del cuello, en la axila o en la ingle debido a la presencia de una infección o inflamación. Pueden aparecer repentinamente y se manifiesta a través de la aparición de uno o varios nódulos sobre la piel de estas regiones, pudiendo ser o no dolorosos, y desapareciendo en un período que puede variar entre 3 a 30 días. 

Esto ocurre porque los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras que forman parte del sistema inmune y actúan como filtros para sustancias o microorganismos, ayudando a combatir las infecciones, atacando y destruyendo los gérmenes que son transportados a través del líquido linfático.

La presencia de nódulos linfáticos en la ingle, cuello o axila también se denomina adenopatía o linfadenopatía, que la mayoría de las veces representa una inflamación leve y pasajera, pero que también puede ser causada por enfermedades más graves, como el cáncer o enfermedades autoinmunes, principalmente cuando persisten por más de 1 mes, crecen más de 2 cm o se esparcen por el cuerpo.

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Síntomas de ganglios inflamados

Los principales síntomas de ganglios inflamados son:

  • Nódulo bajo la piel que puede medir alrededor de 0,5 cm a 1 cm;
  • Nódulo móvil al palparse;
  • Aumento de la sensibilidad en el lugar del ganglio;
  • Dolor, que generalmente surge cuando hay inflamación o infección del ganglio;
  • Nódulo en el cuello o en el maxilar, dolor en la garganta, escurrimiento nasal o nariz tapada, debido a infecciones en el sistema respiratorio superior;
  • Nódulos en varias partes del cuerpo, debido a infecciones sistémicas o enfermedades autoinmunes.

Además, en los casos de cáncer, generalmente pueden surgir varios ganglios que aumentan de tamaño con el tiempo, además de ser de consistencia dura y estar acompañados de otros síntomas como sudoración nocturna, pérdida de peso, fiebre o comezón en la piel.

Es importante consultar al médico general o infectólogo siempre que surjan síntomas de ganglios inflamados, en caso de que sean múltiples y se acompañen de otros síntomas, para identificar la causa e iniciar el tratamiento adecuado.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico de ganglio inflamado es realizado por el médico general o infectólogo por medio de la evaluación de la localización y del tamaño del ganglio, además de la palpación del mismo, confirmando su consistencia, si es duro o si se mueve, y evaluando los síntomas asociados.

Además, el médico debe evaluar los antecedentes de salud, uso de medicamentos, hábitos de vida y solicitar la realización de exámenes para ayudar a diagnosticar la causa del surgimiento de ganglios inflamados, como un hemograma completo, panel metabólico y serología para enfermedades infecciosas, como sífilis, VIH o tuberculosis ganglionar, por ejemplo.

Otros exámenes que el médico puede solicitar son radiografías, tomografía computarizada de tórax o pelvis, y en algunos casos, biopsia del ganglio afectado. Vea cómo se realiza una biopsia.

Lugares más comunes de ganglios inflamados

Los lugares más comunes de surgimiento de ganglios inflamados son:

  • Cuello;
  • Ingle;
  • Axilas; 
  • Maxilar;
  • Clavícula.

La localización del ganglio es importante para ayudar al médico a identificar la causa, como infecciones o inflamación cerca del lugar del ganglio. Vea otras causas de bolita en la ingle y en las axilas.

Principales causas de ganglios inflamados

Los ganglios linfáticos están localizados en varias partes del cuerpo, pero generalmente se perciben como bultos en la piel en las zonas más superficiales, como cuello, axilas, ingle o mandíbula, por ejemplo.

Las causas más comunes de ganglios inflamados son:

1. Inflamación de la piel

Cualquier tipo de inflamación puede hacer que estos ganglios linfáticos se inflamen, ya que funcionan como un filtro contra posibles amenazas en el cuerpo. Es común que surjan debido a irritaciones en la piel por el uso de sustancias químicas como desodorante o por una pequeña herida que ocurra después de la depilación, foliculitis, por un vello encarnado o por algún corte en la piel.

Las inflamaciones que ocurren en las vías aéreas o la región oral como rinitis alérgica, faringitis, gingivitis o inflamación de algún diente, también son importantes causas del aumento de los ganglios en el cuello o en el maxilar. Vea otras causas de ganglios inflamados en el cuello.

2. Infecciones

Cualquier tipo de infección puede causar inflamación de los ganglios y las más comunes son resfriados, gripes, otitis, sinusitis, faringitis, mononucleosis infecciosa, toxoplasmosis, citomegalovirus, o cualquier tipo de virosis, como Zika o dengue, por ejemplo, que causan el surgimiento de nódulos en el cuello, nuca, mandíbula o detrás de la oreja. Vea otras causas de nódulos en la nuca.

Además, las infecciones por COVID-19 también pueden causar el surgimiento de ganglios en el cuello o en la nuca, y en los casos de síndrome inflamatorio multisistémico, en niños, también pueden surgir ganglios inflamados en el cuello, axilas, ingles o cualquier otra parte del cuerpo.

Otros tipos de enfermedades infecciosas como la neumonía y la bronquitis también pueden causar la aparición de ganglios en las axilas y, además, las infecciones en la zona abdominal, como gastroenteritis, en la zona genital como el VPH, la sífilis, la candidiasis o la vaginosis, y  en la región de las piernas o los pies por pequeñas lesiones, pueden causar que los ganglios en la ingle se inflamen. Vea más sobre las enfermedades de transmisión sexual.

3. Enfermedades autoinmunes

Las enfermedades que interfieren en la inmunidad también pueden causar aumentos de los ganglios linfáticos, y algunos ejemplos son el lupus, la artritis, la vasculitis y la enfermedad inflamatoria intestinal.

4. Cáncer

El cáncer es una causas más rara de ganglios inflamados que pueden surgir en cualquier lugar del cuerpo y tiene un aspecto más duro, que no se resuelve después de 1 a 2 meses y no paran de crecer.

Cualquier tipo de cáncer puede causar ganglios inflamados, pero algunos característicos son linfoma, cáncer de mama y de pulmón, por ejemplo. Vea cómo identificar los síntomas de linfoma, cáncer de mama y cáncer de pulmón.

Además, los ganglios también pueden surgir debido a metástasis de tumores, que ocurren cuando el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo.

5. Vacunación

Algunas vacunas como vacuna BCG, gripe, herpes zóster o vacuna contra COVID-19, por ejemplo, pueden causar el surgimiento de ganglios en la axila, como una respuesta del sistema inmune a la inmunización, estimulando la producción de anticuerpos o como efecto secundario de la vacuna. Vea cómo aliviar los efectos secundarios de las vacunas.

Cuándo se debe acudir al médico

La presencia de ganglios puede ser preocupante, indicando enfermedades más serias, como cáncer, linfoma o tuberculosis ganglionar, por ejemplo, cuando:

  • Esta localizado en los brazos o alrededor de la clavícula;
  • Se esparce por varias regiones del cuerpo;
  • Mide más de 2,5 cm;
  • Es duro y no se mueve;
  • No mejora después de 1 mes;
  • Está acompañado de fiebre que no mejora en 1 semana, sudor nocturno, pérdida de peso o malestar.

En estas situaciones se debe consultar al médico general o infectólogo para que realicen exámenes de sangre que evalúan infecciones o inflamación en el cuerpo, o la presencia de enfermedades autoinmunes o cáncer.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de los ganglios inflamados debe ser orientado por el médico general o infectólogo, de acuerdo a la causa de la inflamación.

Para el tratamiento de los ganglios inflamados, se recomienda solamente reposo e hidratación, además de identificar y eliminar lo que lo está causando, ya que no es necesario tomar ningún medicamento específico para tratarlo. Además, un buen remedio casero es tomar té de eucalipto y usar compresas de arcilla, ya que ayudan a desinflamar y fortalecer las defensas del organismo. 

Sin embargo, en caso de que los ganglios produzcan dolor, malestar o aumento de la sensibilidad local, el médico puede recomendar el uso de medicamentos analgésicos o antiinflamatorios, por ejemplo.

En los casos de infecciones, el médico puede indicar el uso de antibióticos, antifúngicos o antivirales, por ejemplo, para ayudar a combatir la infección. En caso de que los ganglios inflamados hayan sido causados por cáncer, puede recomendarse la remoción quirúrgica del ganglio o del tumor, además de la realización de sesiones de quimioterapia o radioterapia.