El quiste de Bartolino es un tipo de quiste vaginal que se produce cuando existe una obstrucción de las glándulas de Bartholin, las cuales están localizadas en los labios vaginales, cerca de la abertura del canal vaginal, y tienen la función de lubricar la región, especialmente durante el contacto íntimo.
El quiste de Bartolino generalmente no genera dolor y no presenta síntomas, pudiendo curarse de forma espontánea. Sin embargo, cuando el líquido que está acumulado en el interior de la glándula se infecta, pueden surgir síntomas de enrojecimiento, hinchazón y dolor, pudiendo todavía ocurrir salida de pus.
El tratamiento es necesario cuando existen síntomas o indicios de infección y puede ser realizado con medicamentos analgésicos, antiinflamatorios o antibióticos recetados por el ginecólogo, remedios caseros, baños de asiento con agua caliente o cirugía.
Principales síntomas
Los principales síntomas del quiste de Bartolino, son:
- Salida de pus;
- Bulto en la vagina, próximo a la abertura del canal vaginal;
- Región rojiza;
- Dolor o hinchazón en la zona;
- Sensación de temperatura elevada en la región;
- Dolor e incomodidad al caminar o sentarse y durante el contacto íntimo;
- Fiebre.
Estos síntomas surgen cuando el quiste se infecta, porque generalmente el quiste de Bartolino no causa síntomas, pudiendo sentir la presencia de un bulto en la vagina cuando palpa la región.
Ante la presencia de estos síntomas, es importante consultar al ginecólogo para que realice una evaluación e indique el tratamiento más adecuado.
Lea también: Bartolinitis: qué es, síntomas, causas y tratamiento tuasaude.com/es/bartolinitisCómo es realizado el diagnóstico
El diagnóstico del quiste de Bartolino es realizado por el ginecólogo a través de un examen ginecológico, evaluación de los síntomas y antecedentes de salud.
Generalmente, no son necesarios exámenes; sin embargo, el médico puede solicitar algunos exámenes para descartar la presencia de infecciones de transmisión sexual.
Posibles causas
El quiste de Bartolino se forma cuando el líquido para lubricar la región se queda acumulado dentro de la glándula, haciendo con que esta se hinche.
No obstante, cuando se produce la bartolinitis, es decir, cuando el quiste se infecta por bacterias, las posibles causas son:
- Práctica de relaciones sexuales sin protección, debido a que existen algunas bacterias que pueden ser transmitidas sexualmente, como es el caso de la Neisseria gonorrhoeae, causante de la gonorrea, y la Chlamydia trachomatis, responsable de la clamidia, que pueden llegar hasta la glándula de Bartolino e infectarlo;
- Mala higiene íntima por descuido o por lavado incorrecto de la región genital (de atrás hacia adelante), debido a que las bacterias que se encuentran en el recto, principalmente la Escherichia coli, pueden infectar la glándula de Bartolino.
Por este motivo, es posible evitar la aparición del quiste de Bartolino, a través del uso de preservativo durante las relaciones sexuales y manteniendo unos buenos hábitos de higiene de la región íntima.
Cómo se realiza el tratamiento
El quiste de Bartolino suele curarse espontáneamente, sin necesidad de recibir cualquier tratamiento. No obstante, en algunas situaciones donde haya dolor y molestia, el ginecólogo puede indicar el uso de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos para aliviar el malestar, y/o antibióticos, si la infección es causada por alguna bacteria.
Asimismo, es posible realizar baños de asiento con agua caliente para aliviar la inflamación y ayudar a eliminar el pus de la glándula.
La cirugía para la glándula de Bartolino puede ser indicada por el médico cuando la formación del quiste es recurrente o cuando el tratamiento farmacológico no es eficaz. Por este motivo, dependiendo de la situación, el ginecólogo puede drenar el líquido acumulado, extirpar el quiste o retirar las propias glándulas de Bartolino.
Vea más detalles sobre el tratamiento.
Inflamación de la glándula de Bartolino en el embarazo
La inflamación de la glándula de Bartolino en el embarazo no es una situación preocupante, debido a que el quiste suele ser indoloro y tiende a desaparecer de forma natural, por lo que la mujer puede tener un parto normal sin ningún problema.
No obstante, en algunas ocasiones el quiste se puede infectar, ocasionando los síntomas mencionados anteriormente, pero con el tratamiento adecuado es posible curarlo sin generar ningún riesgo para la salud de la embarazada o del bebé.