La glucosamina y condroitina son dos sustancias en forma de suplementos, utilizados para el tratamiento de la artritis, artrosis y dolor en las articulaciones, ya que posee propiedades antiinflamatorias, ayudando a lubricar, regenerar y mantener la elasticidad de los cartílagos en las articulaciones, reduciendo el dolor y la inflamación gradualmente a lo largo del tiempo.
Normalmente cuando se utilizan en conjunto, la glucosamina y la condroitina actúan sobre el cartílago que reviste las articulaciones, protegiendo y retardando el proceso degenerativo e inflamatorio del cartílago, disminuyendo el dolor y la limitación de los movimientos que generalmente suceden en enfermedades que lesionan el cartílago. Sin embargo, la glucosamina también puede ser utilizada sola debido a sus propiedades que mejoran la lubricación de las articulaciones.
La glucosamina y condroitina pueden encontrarse en suplementos como Vartalon Compositum, Flexagil Re-generate 3 y Mex-amina, por ejemplo, en forma de cápsulas o bolsitas para diluir en agua. La glucosamina también puede encontrarse en bolsitas. Estos suplementos deben ser siempre utilizados bajo indicación médica.
Para qué sirve
La glucosamina con la condroitina son dos sustancias indicadas para mejorar el fortalecimiento de las articulaciones, sirviendo para:
- Reducir el dolor de las articulaciones;
- Aumentar la lubricación de las articulaciones;
- Estimular la reparación del cartílago;
- Inhibir las enzimas que destruyen el cartílago;
- Preservar el espacio intraarticular;
- Tratar la inflamación.
De esta forma, su uso puede indicarse por el médico o nutricionista para complementar el tratamiento para la artritis y artrosis, por ejemplo. Conozca más sobre la artrosis y las articulaciones que afecta.
Cómo tomar la glucosamina con condroitina
La glucosamina con condroitina debe ser tomada por vía oral, siendo que la cápsula debe ser ingerida con un vaso de agua. Las bolsitas se deben ir diluyendo en aproximadamente 100 ml de agua y tomarse inmediatamente después de su preparación.
La dosis recomendada depende de la marca del medicamento, ya que cada uno de ellos puede presentar dosis diferentes. De esta forma, la dosis diaria que normalmente es recomendada por el médico es de 1500 mg de glucosamina y 1200 mg de condroitina.
La glucosamina con la condroitina se pueden tomar antes o después de una comida, sin embargo; algunas personas pueden experimentar dolores o molestias gástricas si la toman con el estómago vacío, en cuyo caso se recomienda tomarlo después de una comida, como el desayuno, por ejemplo.
El tiempo de tratamiento con glucosamina y condroitina debe ser de acuerdo a la orientación del médico.
¿Cuál es el mejor momento para tomarlo?
La glucosamina con condroitina se pueden tomar en cualquier momento del día, siempre que se ingiera siempre a la misma hora y en las dosis indicadas por el médico.
Si el médico le ha indicado tomar la cápsula o el sobre de glucosamina con condroitina en una dosis única, es decir, solo una vez al día, puede tomarse por la mañana.
En el caso de dividir la dosis total en pequeñas tomas, se puede tomar una dosis por la mañana y las demás a lo largo del día, en los intervalos estipulados por el médico.
Posibles efectos secundarios
Los efectos secundarios más comunes que pueden producirse por la glucosamina y condroitina son molestias gástricas, diarrea, náuseas, comezón y dolor de cabeza.
Además, aunque sea raro, pueden ocurrir reacciones alérgicas que se manifiestan en la piel, hinchazón en las extremidades, aumento de los latidos cardíacos, somnolencia e insomnio, dificultad para la digestión, estreñimiento y anorexia.
Contraindicaciones de la glucosamina y condroitina
La glucosamina y condroitina no debe utilizarse en niños o adolescentes menores de 18 años, mujeres embarazadas o que estén lactando, así como en personas con alergia a la glucosamina, condroitina o a cualquier componente de la fórmula, o que tengan fenilcetonuria o insuficiencia renal severa.
Además, debe utilizarse con precaución en personas con alteraciones gastrointestinales, antecedente de úlcera gástrica o intestinal, diabetes mellitus, problemas en el sistema de producción sanguínea o que tengan insuficiencia hepática o cardíaca.