La gordofobia es la discriminación hacia las personas con exceso de peso debido a su constitución corporal, situación que puede causar el desarrollo de consecuencias a nivel social, personal y emocional.
Esta fobia se basa en la idea (sin fundamentos) de que la persona gorda es así debido a un descuido en su salud, porque tiene pereza de ejercitarse o por la falta de ganas de tener un cuerpo saludable. Conozca más sobre los tipos de obesidad y cómo prevenirla.
La persona con exceso de peso puede sufrir bullying, insultos en la calle e incluso dificultad para obtener una atención médica de calidad, pues el profesional de salud muchas veces se centra en el peso de la persona y no en la enfermedad de base, por ejemplo. Por este motivo, es importante adoptar conductas para evitar la gordofobia en todos los ámbitos sociales.
Tipos de gordofobia
Los tipos de gordofobia son:
- Gordofobia escolar: la obesidad es la principal causa de bullying en las escuelas, repercutiendo en el estado de ánimo del niño haciendo que se aísle de sus compañeros y, en casos más severos, que tenga que cambiarse de escuela o incluso que tenga ideas suicidas. Conozca más sobre los tipos y consecuencias del bullying;
- Gordofobia médica: en la que los médicos deducen que el problema de salud por el que acude la persona está directamente ligado a la obesidad, sin investigar a fondo la verdadera causa, indicando de manera innecesaria tratamientos médicos para adelgazar;
- Gordofobia laboral: en que la dificultad para encontrar trabajo se basa en el rechazo que vive una persona obesa por el hecho de ser gorda, sin que importen sus habilidades técnicas, estudios o experiencia para el puesto de trabajo solicitado;
- Gordofobia deportiva: la falta de interés de algunos entrenadores deportivos para orientar a una persona obesa, con el pretexto de que no logrará su meta; o la exclusión de algunos deportes de conjunto como el fútbol o basquetbol, aíslan a las personas obesas.
El rechazo y la exclusión de personas gordas en diferentes ámbitos sociales, produce una baja autoestima en la persona y hace que evite el contacto social, generando síntomas de depresión y ansiedad.
Diferencia entre "gordofobia" y "obesofobia"
La gordofobia es la discriminación a las personas gordas por el hecho de serlo, lo cual fomenta conductas de exclusión social, causando consecuencias interpersonales y mentales a quienes son víctima de la gordofobia.
Sin embargo, en muchos casos, las personas con aversión a este sector de la población suelen tener obesofobia, que se define como el miedo a aumentar de peso y por tanto, ser obeso.
Principales consecuencias
Las principales consecuencias que la gordofobia trae consigo son alteraciones emocionales, físicas y sociales en las personas obesas, siendo las principales:
- Acoso escolar o laboral;
- Culpa y vergüenza del propio cuerpo;
- Trastornos de ansiedad y/o depresión;
- Trastornos alimentarios, como anorexia o bulimia;
- Discriminación laboral, escolar e incluso familiar;
- Dificultad para relacionarse con otras personas;
- Aislamiento por miedo a recibir críticas de personas conocidas o extraños sobre el peso corporal;
- Evitar eventos sociales.
La falta de consideración hacia las personas obesas tiene también como consecuencia la dificultad para conseguir ropa e incluso muebles, como por ejemplo, camas o sillas acorde a su tamaño y peso.
Cómo combatir la gordofobia
La gordofobia supone un problema social que afecta severamente a quien la padece, por lo que es importante la adopción de conductas que fomenten un ambiente inclusivo para personas con exceso de peso, además de un mejor acceso a la información para evitar prejuicios sobre la gordura.
Asimismo, es importante la promoción de una vida saludable que incluya buenos hábitos de vida y una dieta equilibrada, así como el amor propio y un autoconcepto positivo.
Combatir la gordofobia implica una mejoría en las políticas de contratación de empresas, en un esfuerzo de los profesionales de la salud para no hacer un prejuicio sobre la causa de una enfermedad presentada por un persona obesa, en la inclusión de personas con exceso de peso en deportes de conjunto, y en una mayor educación en escuelas sobre la diversidad corporal.
Evitar utilizar palabras relacionadas a la obesidad como una ofensa y el reconocimiento de estas personas en la sociedad a través de tallas de ropa, tipos de actividad física, espacios, como en transportes públicos, por ejemplo, crean un ambiente inclusivo.