Hemiplejía: qué es, síntomas y tratamiento

Qué es:

La hemiplejía es una alteración neurológica que afecta uno de los lados del cuerpo, dejándolo paralizado, y puede presentarse como consecuencia de una parálisis cerebral, enfermedades infecciosas que ataquen el sistema nervioso o un Accidente Cerebrovascular (ACV), siendo esta la principal causa de hemiplejía en adultos.

Como consecuencia de la parálisis de uno de los lados del cuerpo, es posible notar dificultad para caminar, sentarse y, en algunos casos, hablar. A pesar de que la hemiplejía no es totalmente reversible, es importante que el tratamiento indicado por el neurólogo y fisioterapeuta sea indicado lo antes posible, ya que de esta forma es posible mejorar la calidad de vida de la persona.

Imagem ilustrativa número 1

Principales causas

La hemiplejía puede ser causada por lesiones cerebrales, como hemorragia, congestión o embolia, y también puede surgir como un síntoma de aterosclerosis o después de un accidente cerebrovascular (ACV), siendo esta última la principal causa de hemiplejía en adultos. Conozca cómo identificar el ACV.

En el caso de niños, la hemiplejía se relaciona frecuentemente con meningitis u otras enfermedades infecciosas que comprometen el sistema nervioso, sin embargo, también puede presentarse parálisis cerebral debido a una deshidratación grave. Además, la hemiplejía en niños también puede ser consecuencia de complicaciones en el embarazo, siendo conocida como hemiplejía congénita.

Síntomas de la hemiplejía

Los síntomas de la hemiplejía están relacionados con las alteraciones neurológicas que llevan a la parálisis de uno de los lados del cuerpo, pudiendo caracterizarse por dolor en la articulaciones, disminución de la sensibilidad en el lado del cuerpo afectado y dificultad para realizar algunos movimientos. Además, los síntomas pueden variar de acuerdo al lado del cerebro afectado, sin embargo, de forma general, los signos y síntomas de hemiplejía son:

  • Lado afectado de la cara contraído, dejando la boca torcida y causando dificultad para abrir y cerrar los ojos;
  • Dificultad para movilizar el brazo y la pierna del lado afectado por el "derrame";
  • Espasticidad o rigidez, en la cual el brazo tiende a encogerse y la pierna tiende a endurecerse, lo que causa dificultad para flexionar la rodilla;
  • Dificultad para iniciar movimientos con el brazo y la pierna afectada;
  • Alteraciones en la columna, principalmente escoliosis;
  • Dificultad para orientarse en relación con el ambiente;
  • No vestirse comenzando por el lado afectado;
  • Dificultad con los números, siendo complicado realizar cuentas, por ejemplo;
  • Dificultad para distinguir el lado derecho del izquierdo en sí mismo y en los otros;
  • Dificultad para recordar lo que iba a realizar;
  • Dificultad para planear o ejecutar tareas.

Estas alteraciones puede que no estén todas presentes en la persona, pues depende de la gravedad de la lesión y de su recuperación. La parálisis cerebral es progresiva, aunque los síntomas puedan ir desde casi imperceptibles hasta la espasticidad (rigidez) grave, en todas las formas el habla puede ser difícil de entender debido a la dificultad para controlar los músculos relacionados a la pronunciación de las palabras.

Imagem ilustrativa número 2

Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento de la hemiplejía es realizado con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la persona, llevándose a cabo, principalmente, rehabilitación con terapia funcional y fisioterapia, pues mejora la apariencia facial y la movilidad de las extremidades y da más independencia a la persona para que realice sus actividades diarias.

En ocasiones, se indica el uso de la toxina botulínica como forma de disminuir la espasticidad y mejorar la capacidad de movimientos de la persona; no obstante, no todas las personas tienen indicaciones para dicho tratamiento. Como regla general, el tratamiento se inicia tratando la causa que originó la hemiplejía, como el ACV o la meningitis, por ejemplo, y se complementa con fisioterapia, fonoterapia, terapia ocupacional, hidroterapia y, en ocasiones, actividad física que debe ser adaptada por un profesor de educación física especializado.

La cirugía es llevada a cabo solo en última instancia, como cuando la persona presenta contracturas musculares, y es realizada por medio del corte de algunos ligamentos para aliviar las contracturas.