La hemorragia cerebral es un tipo de accidente cerebrovascular (ACV), en el que ocurre sangrado alrededor o dentro del cerebro, debido a la ruptura de un vaso sanguíneo, generalmente una arteria.
Es un evento grave, generalmente causado por un golpe en la cabeza, que puede llevar a la persona a un estado de inconsciencia profunda, además de sensación de náuseas, vómitos, disminución de la frecuencia cardíaca y pérdida del equilibrio.
Siempre que exista sospecha de una hemorragia cerebral, es muy importante llamar a ayuda médica para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento lo antes posible, con el fin de evitar secuelas, como dificultad para caminar, hablar o comer, por ejemplo.
Principales síntomas
Los principales síntomas de la hemorragia cerebral son:
- Dolor de cabeza intenso y repentino que puede durar días;
- Entumecimiento o hormigueo en alguna parte del cuerpo;
- Vómitos;
- Pérdida del equilibrio;
- Temblor en las manos;
- Disminución de la frecuencia cardíaca;
- Debilidad generalizada;
- Alteraciones en la visión, como ver todo muy oscuro, tener disminución del campo de visión o ceguera.
En condiciones más graves, también puede haber convulsiones repentinas o pérdida prolongada de la conciencia en la que la persona no puede responder a estímulos.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la hemorragia cerebral se realiza mediante exámenes de imágenes, como resonancia magnética, tomografía computarizada y angiografía, con o sin contraste, que permiten evaluar la presencia de sangrado o lesiones en el cerebro.
El médico también puede solicitar una punción lumbar, en la que se extrae una muestra del líquido cefalorraquídeo (LCR) que se evaluará en el laboratorio para identificar la presencia de sangre.
El médico más indicado para confirmar el diagnóstico de hemorragia cerebral y recomendar el tratamiento más adecuado es el neurólogo. Sin embargo, como se trata de una emergencia médica, siempre que haya sospecha de hemorragia cerebral, es importante acudir rápidamente a la sala de emergencias.
Secuelas de la hemorragia cerebral
Después de la hemorragia, algunas personas pueden experimentar secuelas como dificultad para hablar, tragar, caminar, realizar actividades diarias o pueden quedar paralizadas.
Tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de la hemorragia cerebral, es importante acudir al médico de inmediato para que se pueda iniciar el tratamiento, ya que la gravedad de las secuelas depende del grado de sangrado.
La mejor manera de prevenir la hemorragia cerebral y, por ende, sus secuelas, es realizar actividades físicas y mantener una alimentación saludable y equilibrada, baja en grasas y sal.
Lea también: 11 secuelas de un ACV (y cómo es la recuperación) tuasaude.com/es/secuelas-de-un-acvTipos de hemorragia cerebral
La hemorragia cerebral puede clasificarse según el lugar donde ocurre:
1. Hemorragia intraparenquimatosa o intracerebral
La hemorragia intraparenquimatosa es más probable en personas mayores y ocurre cuando el sangrado se produce dentro del cerebro. Es el tipo más grave, pero también el más común. Suele ocurrir debido a tumores, trastornos de la coagulación y malformaciones vasculares.
2. Hemorragia intraventricular
La hemorragia intraventricular ocurre en los ventrículos cerebrales, que son cavidades del cerebro donde se produce el líquido cefalorraquídeo. Este tipo de hemorragia suele ocurrir en recién nacidos prematuros, en las primeras 48 horas después del nacimiento, o en aquellos que tuvieron alguna complicación al nacer, como el síndrome de dificultad respiratoria.
3. Hemorragia subaracnoidea
Esta hemorragia generalmente ocurre debido a la ruptura de un aneurisma, pero también puede ser resultado de un traumatismo, y se caracteriza por el sangrado en el espacio entre dos capas de las meninges, la aracnoides y la piamadre.
La duramadre, la aracnoides y la piamadre son las capas constituyentes de las meninges, que son membranas que revisten y protegen el sistema nervioso central. La hemorragia subaracnoidea generalmente ocurre en personas de entre 20 y 40 años.
4. Hemorragia subdural
La hemorragia subdural ocurre en el espacio entre las capas de duramadre y aracnoides de las meninges y es el resultado más frecuente de un traumatismo.
5. Hemorragia epidural
Esta hemorragia ocurre entre la duramadre y el cráneo y es más común en niños y adolescentes como consecuencia de una fractura craneal.
Causas de hemorragia cerebral
La principal causa de la hemorragia cerebral es el traumatismo craneal, provocado por un golpe fuerte en la cabeza. Sin embargo, existen otras condiciones menos comunes que pueden favorecer el sangrado, como:
- Presión arterial alta no controlada;
- Consumo excesivo y crónico de alcohol;
- Uso de drogas, como cocaína o anfetaminas;
- Angiopatía amiloide, que es la inflamación de pequeños vasos sanguíneos del cerebro;
- Enfermedades sanguíneas, como la trombocitemia y la hemofilia, que dificultan el proceso de coagulación;
- Uso de anticoagulantes, ya que dificultan la coagulación, lo que puede favorecer el sangrado;
- Tumores cerebrales.
Otra causa común de la hemorragia cerebral es el aneurisma cerebral, que es la dilatación en un vaso sanguíneo del cerebro.
Esta dilatación hace que las paredes del vaso se vuelvan delgadas y frágiles, pudiendo romperse en cualquier momento, causando la hemorragia. Conozca los síntomas que ayudan a identificar un aneurisma cerebral.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la hemorragia cerebral debe realizarse lo más rápidamente posible en el hospital y normalmente se realiza con una cirugía para eliminar la acumulación de sangre dentro del cráneo, con el fin de reducir la presión y evitar lesiones permanentes en el cerebro.
Además de la cirugía, el médico también puede recomendar el tratamiento con medicamentos para controlar la presión arterial, las convulsiones y posibles infecciones. En casos más graves, también puede ser necesario realizar transfusiones de sangre.
Para mejorar la calidad de vida después de la hemorragia y prevenir lesiones, es importante acudir a un fisioterapeuta u ocupacional.