Qué es:
La hernia es un término médico para describir cuando un órgano interno se desplaza y termina por salir por debajo de la piel, debido a una fragilidad en el tejido, pudiendo suceder en cualquier parte del cuerpo, como el ombligo, abdomen, muslo, ingle o columna, por ejemplo.
Uno de los tipos más comunes de hernia es la inguinal, en la que una porción del intestino se desplaza entre la pared abdominal y se hace visible, como una pequeña protuberancia o inflamación debajo de la piel en la zona íntima.
Cuando surge una hernia, esta debe ser tratada, y lo más común es que se realice una pequeña cirugía con anestesia local o epidural.
Tipos de hernia
Los tipos de hernia varían de acuerdo con la causa y su localización. Las hernias más frecuentes son:
1. Hernia inguinal
La hernia inguinal es una protuberancia que surge en la ingle y ocurre cuando se tiene una abertura en los músculos abdominales, haciendo que una parte del intestino o de otro órgano del abdomen logre salir por esa abertura.
Este tipo de hernia generalmente no produce dolor, pero puede observarse como una pequeña inflamación en la zona, que puede estar siempre presente o surgir cuando se realiza esfuerzos. La hernia inguinal puede presentarse en hombres y mujeres, pero en los hombres la hernia puede afectar el escroto, causando dolor o dificultad para caminar, por ejemplo.
2. Hernia de disco
La hernia de disco afecta la columna y ocurre en los discos intervertebrales, que funcionan como amortiguadores entre la vértebras, siendo más común en ancianos por un proceso natural de envejecimiento o por obesidad, cargar peso excesivo, o por debilitamiento de los músculos del abdomen y de la espalda que dan soporte a la columna.
Los síntomas de la hernia de disco generalmente surgen cuando esta se localiza en la zona lumbar e incluyen dolor, hormigueo o adormecimiento de las piernas debido a la compresión de los nervios que están cerca de la vértebra.
3. Hernia de hiato
La hernia de hiato también llamada hernia diafragmática, sucede cuando una parte del estómago logra pasar por el hiato, que es un orificio presente en el músculo del diafragma responsable de separar el tórax del abdomen.
Cuando la hernia se presenta, una parte del estómago termina por subir por el hiato y se instala en el tórax, produciendo síntomas semejantes a los de reflujo, como sensación de ardor en el estómago, eructos o reflujo de ácidos del estómago que pueden provocar tos y náuseas. Conozca cómo aliviar el reflujo.
4. Hernia umbilical
La hernia umbilical es el paso de una parte del intestino a través de los músculos del abdomen, lo que normalmente produce un abultamiento en la zona del ombligo. Este tipo de hernia es más común en bebés o en niños y generalmente no necesita de tratamiento específico.
5. Hernia femoral
La hernia femoral se produce cuando una parte del intestino logra pasar a través de los músculos del abdomen, en la zona del canal femoral, y causa una protuberancia en el muslo o en la ingle.
Además, la hernia femoral puede causar síntomas de dolor abdominal, náusea, vómitos o cólicos intestinales, por ejemplo. Conozca más sobre las causas y síntomas de la hernia femoral.
6. Hernia muscular
La hernia muscular puede surgir en cualquier músculo del cuerpo, pero son más comunes en las piernas, en la zona entre las rodillas y en tobillos. Este tipo de hernia es más común en la adolescencia y en jóvenes que practican actividades físicas intensas.
7. Hernia incisional
La hernia incisional puede presentarse en la cicatriz de una cirugía abdominal, meses o años después de la intervención quirúrgica, y generalmente no produce síntomas, solo una pequeña hinchazón o nódulo en la cicatriz. Sin embargo, con el paso del tiempo la hernia incisional puede aumentar, causando dolor en la zona. En estos casos, puede indicarse una cirugía.
Síntomas principales
Algunos de los síntomas que pueden indicar la presencia de una hernia pueden incluir:
- Protuberancia en la piel, en cualquier parte del cuerpo;
- Hinchazón en la zona de la protuberancia;
- Dolor en la región, especialmente después de realizar esfuerzo;
- Dolor en la región al evacuar o toser.
En algunos casos el diagnóstico de la hernia puede realizarse con base en los síntomas y a través de la palpación de la zona con la intención de identificar si existe alguna protuberancia o bulto sobre la piel. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico, el médico puede pedir la realización de un ultrasonido.
Si la región de la hernia se hincha, cambia de color o si el dolor es muy fuerte, se recomienda acudir al servicio de urgencias cuanto antes.
Causas de hernia
La hernia puede tener varias causas, siendo las más comunes:
- Levantar peso en el gimnasio o en el trabajo;
- Cargar bolsas muy pesada frecuentemente;
- Tos excesiva;
- Esfuerzo extremo;
- Realizar mucha fuerza para defecar;
- Tener varios embarazos en un corto período de tiempo.
Las hernias pueden surgir a cualquier edad, pero son más frecuentes en los adultos. En los niños, la hernia más común es la umbilical, que surge alrededor de los 6 meses de edad y generalmente regresa a su lugar alrededor de los 4 años.
Tratamientos para la hernia
El tratamiento de la hernia dependerá del tipo y gravedad, esto incluye:
1. Cirugía
La cirugía para la hernia es el mejor tratamiento disponible y consiste en reposicionar el órgano a su lugar, colocando una malla de protección, si es necesario, para evitar que la hernia se manifieste de nuevo.
La cirugía puede realizarse en casos de:
- Hernia umbilical en adultos;
- Hernia inguinal;
- Hernia femoral;
- Hernia muscular;
- Hernia incisional;
- Hernia de disco que no mejora con fisioterapia.
En la hernia de hiato se puede realizar una cirugía por laparoscopia en los casos más graves que tampoco mejoran con el uso de medicamentos. Lo ideal es que se realice la cirugía una vez que se tenga el diagnóstico para evitar complicaciones como estrangulamiento del órgano, lo cual sucede cuando la hernia no regresa a su lugar e impide la circulación sanguínea de la zona.
2. Medicamentos
Los medicamentos para la hernia, principalmente la de disco, pueden incluir analgésicos para el dolor como Paracetamol, Dipirona u opioides prescritos por el médico como morfina o codeína en casos más graves de dolor.
En la hernia de hiato, se puede utilizar Omeprazol o Esomeprazol, por ejemplo, con el objetivo de reducir los síntomas de ardor en el estómago y reflujo gastroesofágico. Conozca más sobre el tratamiento del reflujo.
3. Observación
La observación está indicada en los casos de hernia umbilical en niños y bebés, ya que generalmente no necesita tratamiento específico, pudiendo solamente realizarse un acompañamiento médico.
Además, el tratamiento de la hernia muscular es el reposo o el uso de medias de compresión indicadas por el médico, ya que la cirugía solo se realiza en casos de intenso dolor.