Hernia cervical: síntomas y tratamiento

Qué es:

La hernia cervical es una enfermedad donde se produce una compresión del disco intervertebral localizado en la región del cuello, entre las vértebras C1 y C7. Esta situación ocurre principalmente por el envejecimiento o como consecuencia de la posición de dormir, sentarse o al realizar las actividades diarias, ocasionando síntomas como dolor en el cuello, sensación de hormigueo y adormecimiento. 

Dependiendo de la gravedad de la hernia cervical, el tratamiento puede variar desde el uso de medicamentos para aliviar al dolor, hasta la realización de sesiones de fisioterapia, ejercicios y en última instancia la realización de una cirugía en la columna.

La hernia de disco cervical no siempre es curable, especialmente cuando hay una gran degeneración del disco o de las vértebras involucradas, pero el tratamiento puede lograr grandes resultados y la persona puede dejar de sentir dolor con los tratamientos que hay disponibles. Conozca los tipos de hernia discal.

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Síntomas de hernia cervical

Los síntomas de la hernia cervical son: 

  • Dolor en el cuello;
  • Dolor que se irradia hacia los hombros, brazos y manos;
  • Sensación de hormigueo y de adormecimiento;
  • Disminución de la fuerza muscular;
  • Dificultad para mover el cuello. 

Es importante recalcar que si presenta signos y síntomas indicativos de hernia cervical, se debe consultar a un ortopedista, ya que es posible realizar una evaluación y solicitar pruebas de imagen para confirmar la presencia de la hernia cervical e iniciar el tratamiento lo más pronto posible.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la hernia cervical es realizado por el ortopedista a través de la evaluación de los signos y síntomas que la persona presenta y a través del examen físico, en el que el médico realiza en la persona movimientos que involucran a la cervical para verificar si hay dolor y cuál es su intensidad. 

Además, también puede indicar la realización de exámenes de imagen, como un radiografía, tomografía computarizada y/o resonancia magnética, de manera que se verifique si hay signos de inflamación en los discos de la cervical y cuál es la gravedad de la hernia, pues de esta manera el médico podrá indicar el tratamiento más adecuado. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la hernia cervical puede variar según la gravedad de los síntomas y si hay o no compresión del nervio en la región. Por eso, después de la evaluación, el ortopedista puede indicar:

1. Colocarse una compresa caliente

Un buen tratamiento casero es la colocación de una compresa de agua tibia 3 a 4 veces al día en el cuello, esto permitirá aliviar el dolor y ayudará a ampliar el rango de los movimientos en los ejercicios que el fisioterapeuta o el médico indiquen. 

2. Tomar medicamentos

El médico puede prescribir el uso de analgésicos y antiinflamatorios para combatir el dolor de cuello y el dolor de cabeza que puede surgir como consecuencia de la hernia cervical.

Las pomadas como el Cataflam (dicloflenaco) son excelentes opciones para aplicar cuando se siente dolor, pudiendo comprar fácilmente en la farmacia y sin necesidad de presentar una receta médica.

3. Hacer fisioterapia

El tratamiento para la hernia cervical incluye sesiones diarias de fisioterapia en las que se pueden usar equipos para ayudar a combatir el dolor, mejorar los síntomas y el movimiento de la cabeza. También son utilizados algunos equipos que calientan la región del cuello, esto facilita la realización de los estiramientos y de los masajes que reducen la rigidez muscular.

Las técnicas de terapia manual, utilizando la manipulación vertebral y la tracción cervical, son excelentes opciones para aumentar el espacio entre las vértebras, disminuyendo la compresión del disco vertebral.

4. Ejercicios 

Los ejercicios de estiramiento son bienvenidos desde el inicio del tratamiento y también se pueden realizar en casa, 2 o 3 veces al día, siempre que se sienta que no se puede movilizar el cuello y que implique dificultad para realizar los movimientos.

Un excelente ejercicio para el tratamiento de la hernia cervical es la realización de pilates clínico, debiendo ser orientado preferiblemente por un fisioterapeuta. El pilates ayuda a disminuir la inflamación, mejorar el dolor y la postura, así como la posición de la cabeza y de los hombros, mejorando así los síntomas y previniendo que la hernia discal empeore. 

5. Cirugía 

La cirugía para tratar la hernia cervical está indicada cuando el paciente siente mucho dolor y este no cesa ni con el uso de antiinflamatorios o con la fisioterapia. La cirugía de la hernia cervical es delicada y no significa curar la enfermedad, pero puede reducir los síntomas, mejorando la calidad de vida de la persona.