Hernia femoral: qué es, causas y tratamiento

La hernia femoral es una protuberancia o bulto en el muslo, cerca de la ingle, que puede estar acompañado de síntomas como malestar al levantarse, dolor abdominal, náuseas o vómitos.

La hernia femoral es más común en mujeres y aparece debido a una debilidad de los músculos abdominales en la región del canal femoral, lo que permite que parte de la grasa abdominal y el intestino atraviesen el músculo, formando el bulto.

El tratamiento de la hernia femoral lo realiza un médico general o un cirujano a través de una cirugía, ya que este tipo de hernia, aunque rara, presenta un mayor riesgo de complicaciones como el encarcelamiento o estrangulamiento del intestino.

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Síntomas de la hernia femoral

Los principales síntomas de la hernia femoral son:

  • Protuberancia o bulto en el muslo, cerca de la ingle;
  • Molestia al levantarse;
  • Dolor abdominal intenso;
  • Náuseas o vómitos;
  • Dolor repentino en la región de la ingle.

Por lo general, la hernia femoral no causa síntomas, sin embargo, el bulto puede notarse más fácilmente al realizar esfuerzos, como toser, estornudar o cargar peso.

Además, la hernia femoral puede estrangularse o encarcerarse e impedir el flujo sanguíneo hacia el intestino, lo que caracteriza una situación grave que requiere tratamiento inmediato.

Por eso, al aparecer los primeros síntomas, es importante consultar al médico general para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento.

¿La hernia femoral duele?  

La hernia femoral no duele, pero puede causar incomodidad, especialmente al realizar esfuerzos.  

Sin embargo, cuando ocurre estrangulamiento o encarcelamiento de la hernia femoral, puede presentarse dolor abdominal o en la ingle, que aparece de repente y es intenso.

Posibles causas

Las principales causas de la hernia femoral son:

  • Factores genéticos;
  • Género, siendo más común en mujeres;
  • Obesidad o sobrepeso;
  • Estreñimiento o tos crónicos;
  • Embarazo;
  • Levantamiento de pesos en el gimnasio o en el trabajo.

La hernia femoral generalmente ocurre del lado derecho, pero también puede presentarse del lado izquierdo, y rara vez aparecen en hombres.

Cómo se hace el diagnóstico

El diagnóstico de la hernia femoral lo realiza el médico general mediante un examen físico a través de la observación y palpación de la región.

Además, el médico puede solicitar exámenes de imagen, como una ecografía abdominal, para confirmar el diagnóstico de la hernia femoral.

¿Es grave la hernia femoral?  

La hernia femoral es grave cuando ocurre el encarcelamiento o estrangulamiento del intestino, lo que reduce el flujo sanguíneo en la región encarcelada.  

En este caso, la cirugía debe realizarse de inmediato, ya que puede causar necrosis u obstrucción del intestino y poner en riesgo la vida.

Cómo tratar la hernia femoral

El tratamiento para la hernia femoral debe ser realizado bajo la orientación del médico general y varía según el tamaño de la hernia y la gravedad de los síntomas.  

Los principales tratamientos para la hernia femoral son:  

1. Vigilancia activa

La vigilancia activa consiste en el seguimiento médico regular en los casos de hernia femoral muy pequeña que no causa síntomas.  

De este modo, se recomienda el monitoreo periódico por parte del médico, y si la hernia aumenta de tamaño o provoca síntomas, se puede programar la cirugía para corregir la hernia.  

2. Cirugía

En las situaciones en que la hernia es grande y causa mucho malestar, la indicación es corregir la hernia femoral a través de cirugía, ya que este tipo de hernia presenta grandes posibilidades de estrangulamiento.  

Además, durante la cirugía, el médico puede colocar una malla sintética para reforzar la pared del abdomen y evitar la formación de una nueva hernia.   

Posibles complicaciones

Las principales complicaciones de la hernia femoral son:

  • Obstrucción intestinal debido al encarcelamiento de la hernia;
  • Necrosis del intestino estrangulado;  
  • Recurrencia de la hernia después de la cirugía.  

Además, tras la cirugía, también pueden surgir complicaciones como dolor, infección en el sitio de la cirugía, seroma, retención urinaria o inflamación de los testículos en hombres, llamada orquitis.

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