Algunos tés para mejorar la circulación sanguínea, como el té verde o el té de ginseng, son preparados con hierbas que poseen sustancias con propiedades venotónicas, antioxidantes y antiinflamatorias, que ayudan a relajar o a mejorar la fuerza de los vasos sanguíneos, aliviando los síntomas de mala circulación como hinchazón o sensación de cansancio o de pesadez en las piernas, los cuales pueden ser causados por várices o insuficiencia venosa, por ejemplo.
Aparte de los tés, existen otros métodos que ayudan a mejorar la circulación sanguínea, como aumentar la ingesta de líquidos, tener una alimentación balanceada, reducir el consumo de sal y practicar actividades físicas. Vea otras formas de tratamiento para mejorar la mala circulación.
El uso de los tés o remedios caseros para mejorar la circulación no debe sustituir el uso de medicamentos prescritos por el médico, pudiendo ser usados solo como un complemento del tratamiento para mejorar la circulación.
Tés para mejorar la circulación
Algunos ejemplos de tés que pueden ayudar a mejorar la circulación incluyen:
1. Té de carqueja
El té de carqueja es una buena opción de remedio casero para mejorar la circulación, pues posee sustancias con propiedades que ayudan a reducir la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos, además de tener acción diurética, la cual disminuye el volumen de líquidos en los vasos, lo que puede ayudar a reducir la hinchazón y a bajar la presión alta. Vea más propiedades y beneficios de la carqueja.
Ingredientes
- 2 cucharadas de tallos de carqueja;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación
Colocar los tallos de carqueja en el agua hirviendo y dejar reposar por 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas por día.
Otra manera de emplear la carqueja para obtener sus beneficios es en forma de cápsulas, pudiendo ser tomada 1 cápsula de 300 mg, de 1 a 3 veces al día.
El té de carqueja no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Asimismo, este té debe ser empleado con cuidado por personas diabéticas o hipertensas, pues puede incrementar el efecto de los medicamentos utilizados para tratar dichas enfermedades.
2. Té de meliloto
El té de meliloto, preparado con la planta medicinal Melilotus officinalis, está indicado para el tratamiento de diversas enfermedades venosas, como venas varicosas o insuficiencia venosa, pues posee sustancias como ácido melilótico, ácido cinámico, saponósidos y kaempferol, que ayudan a estimular la circulación sanguínea y linfática, reduciendo la hinchazón y la sensación de pesadez o de cansancio de las piernas.
Ingredientes
- 1 cucharadita de partes aéreas de meliloto;
- 150 ml de agua.
Modo de preparación
Hervir el agua y colocar las hierbas, dejar reposar alrededor de 10 minutos. Beber 2 o 3 tazas al día.
El té de meliloto no debe ser empleado por mujeres embarazadas, lactantes ni por personas que tengan enfermedades del hígado.
3. Té de castaña de Indias
El té de castaña de Indias, preparado con la planta medicinal Aesculus hippocastanum, es rico en escina, una sustancia con propiedades venotónicas que ayudan a mejorar la circulación sanguínea, aumentando la fuerza de las paredes de las venas y mejorando el retorno sanguíneo.
Este té puede ser empleado para ayudar en el tratamiento de várices, venas varicosas o insuficiencia venosa, favoreciendo el alivio de la sensación de peso en las piernas, por ejemplo. Vea otros beneficios de la castaña de Indias.
Ingredientes
- 2 bolsitas de castaña de Indias;
- 500 ml de agua.
Modo de preparación
Llevar el agua a ebullición, luego apagar el fuego y añadir las bolsitas de castaña de Indias. Dejar reposar durante 10 minutos. Dejar entibiar, colar y beber 3 tazas al día, después de las comidas.
El té de castaña de Indias no debe ser utilizado durante el embarazo, la lactancia ni por niños. Asimismo, este té debe ser empleado con cuidado por personas con diabetes, problemas digestivos o problemas de la piel.
4. Té verde
El té verde, elaborado de la planta Camellia sinensis, posee compuestos fenólicos en su composición, especialmente epigalocatequina, que posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, las cuales ayudan a relajar los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y la salud cardiovascular.
Este té puede ser empleado para ayudar en el tratamiento de la mala circulación, además de favorecer el control de la presión arterial y la regulación de los niveles de colesterol, principalmente del colesterol "malo" (LDL), el cual puede depositarse en los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto o ACV. Conozca otros beneficios del té verde.
Esta planta puede ser utilizada en forma de té, infusión o extracto natural, y debe ser empleada con orientación médica, pues su uso en exceso puede perjudicar el hígado.
Ingredientes
- 1 cucharadita de hojas de té verde o 1 bolsita de té verde;
- 1 taza de agua.
Modo de preparación
Llevar el agua a ebullición, apagar el fuego, añadir las hojas o la bolsita de té verde y dejar reposar por 10 minutos. Colar o retirar la bolsita y beber a continuación. Este té puede ser consumido de 2 a 4 veces al día, o de acuerdo con las indicaciones médicas. No obstante, para personas que sufren de presión alta, la recomendación es beber un máximo de 3 tazas de té verde al día.
El té verde no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia ni por personas que sufren de insomnio, hipertiroidismo, gastritis o hipertensión arterial. Asimismo, por contener cafeína en su composición, se debe evitar tomar este té al final del día o en cantidades superiores a las recomendadas.
5. Té de ginseng
El té de ginseng, preparado con la planta medicinal Panax ginseng, es rico en ginsenósidos, alcaloides y polifenoles, y posee acción antioxidante, ayudando a relajar los vasos sanguíneos y a proteger sus células de los daños causados por los radicales libres, mejorando la mala circulación.
Asimismo, el ginseng aumenta el flujo sanguíneo, mejorando el transporte de oxígeno hacia las células. Vea otros beneficios del ginseng para la salud.
Ingredientes
- 2 g o 1 cucharada de ginseng en polvo;
- 300 ml de agua.
Modo de preparación
Adicionar el polvo de ginseng en el agua y llevar a ebullición. Luego, apagar el fuego, dejar reposar durante 10 minutos, dejar entibiar y beber. Este té puede ser tomado 3 o 4 veces al día.
La dosis máxima de ginseng es de 5 a 8 g por día; de esta forma, no debe superarse la cantidad de 4 tazas diarias, pues puede causar efectos secundarios como agitación, irritabilidad, confusión mental e insomnio.
El té de ginseng no debe ser empleado en niños menores de 12 años de edad, mujeres embarazadas o en período de lactancia ni en personas que tengan enfermedades cardíacas, asma o que estén tomando medicamentos para la depresión o la diabetes.
6. Té de romero
El té de romero, elaborado con la planta medicinal Rosmarinus officinalis, es rico en sustancias como ácido rosmarínicio, ácido carnósico y aceites esenciales, y posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antitrombóticas, las cuales pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea y favorecer el tratamiento de las várices o trombosis, por ejemplo. Conozca más propiedades del romero para la salud.
Ingredientes
- 1 cucharadita de hojas frescas de romero;
- 250 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agregar las hojas de romero al agua hirviendo, tapar y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Colar, dejar entibiar y tomar 3 o 4 veces al día.
El té de romero no debe ser consumido por niños menores de 5 años de edad, mujeres embarazadas o en período de lactancia ni por personas que tengan enfermedades en el hígado, puesto que puede empeorar los síntomas y la enfermedad.
Asimismo, el té de romero puede interactuar con ciertos medicamentos, como los utilizados para controlar la diabetes y la hipertensión arterial, anticoagulantes, diuréticos y litio, razón por la cual se debe consultar al médico antes de tomar el té en caso de que se esté bajo tratamiento con dichos fármacos.
Vea el siguiente video acerca de todos los beneficios del té de romero para la salud y cómo prepararlo de la manera correcta: