Hipersomnia: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La hipersomnia es un trastorno que provoca somnolencia excesiva durante el día o sueño prolongado durante la noche, pudiendo también causar síntomas de falta de energía, falta de concentración, irritabilidad o cansancio intenso a lo largo del día.

Este trastorno puede ser causado por factores genéticos, siendo llamada hipersomnia idiopática o primaria, o puede ocurrir debido a otros problemas de salud, como anemia o hipotiroidismo, por ejemplo, siendo en estos casos considerada hipersomnia secundaria.

La hipersomnia puede perjudicar mucho la calidad de vida y el desempeño en la escuela o en el trabajo, siendo importante consultar a un neurólogo especialista en trastornos del sueño para diagnosticar e iniciar el tratamiento más adecuado.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de la hipersomnia son:

  • Cansancio constante durante el día, incluso después de una buena noche de sueño;
  • Dificultad para despertar después de largos períodos de sueño;
  • Sensación de falta de energía;
  • Somnolencia excesiva;
  • Desorientación o falta de atención y enfoque;
  • Habla lenta;
  • Dificultad para pensar y tomar decisiones;
  • Pérdida de concentración o de memoria;
  • Irritabilidad, inquietud y ansiedad.

Además, es muy común que la persona tenga la necesidad de dormir por períodos muy prolongados, de hacer varias siestas durante el día o de dormir más de 24 horas seguidas.

En caso de presentar síntomas indicativos de hipersomnia, se debe consultar a un neurólogo especialista en trastornos del sueño, para que se realice una evaluación detallada, se confirme el diagnóstico y se inicie el tratamiento más adecuado.

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Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la hipersomnia es realizado por un neurólogo especialista en trastornos del sueño, a través del análisis de los síntomas y del historial de salud, además de exámenes de sangre para evaluar si la causa de la hipersomnia puede estar relacionada con otros problemas de salud, como anemia o hipotiroidismo, por ejemplo.

Además, el médico puede pedir que se responda un cuestionario para evaluar la somnolencia durante el día, llamado escala de somnolencia de Epworth, ayudando a determinar cómo el sueño afecta la vida diaria.

Otros exámenes también pueden ser solicitados por el médico, como la polisomnografía o el test de latencia múltiple del sueño, para monitorear la actividad cerebral, los movimientos de los ojos y las piernas, las funciones respiratorias y los niveles de oxígeno durante el sueño.

Posibles causas

La hipersomnia se clasifica en dos tipos diferentes según su causa:

1. Hipersomnia idiopática

La causa exacta de la hipersomnia idiopática, también llamada hipersomnia primaria, no se conoce totalmente; sin embargo, algunos estudios muestran que puede estar relacionada con trastornos en las sustancias químicas del cerebro relacionadas con las funciones del sueño y la vigilia.

La hipersomnia idiopática puede clasificarse en dos tipos diferentes, que incluyen:

  • Hipersomnia idiopática de sueño prolongado, que consiste en dormir más de 24 horas seguidas;
  • Hipersomnia idiopática sin sueño prolongado, caracterizada por dormir un promedio de 10 horas seguidas, pero necesitar varias pequeñas siestas a lo largo del día para sentirse revitalizada, aunque puede seguir sintiéndose cansada y con sueño todo el tiempo.

Generalmente, este tipo de hipersomnia está relacionada con una predisposición genética como antecedentes familiares de hipersomnia.

2. Hipersomnia secundaria

La hipersomnia secundaria es causada por otros trastornos o enfermedades que pueden provocar sueño excesivo como la apnea del sueño, la enfermedad de Parkinson, el hipotiroidismo, la deficiencia de hierro o la depresión, por ejemplo.

Además, el uso de medicamentos ansiolíticos, antidepresivos o estabilizadores del humor, que tienen como principal efecto secundario la somnolencia excesiva, también pueden causar hipersomnia secundaria.

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Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la hipersomnia debe ser orientado por un neurólogo y generalmente varía de acuerdo con el tipo de hipersomnia.

En el caso de la hipersomnia idiopática o primaria, es común que el médico recomiende el uso de medicamentos estimulantes, como el modafinilo, el metilfenidato o la pemolina, por ejemplo. El principal objetivo de estos medicamentos es disminuir el tiempo de sueño y aumentar el tiempo en que se está despierto, ayudando a tener mayor disposición durante el día, además de mejorar significativamente el humor y disminuir la irritabilidad.

En el caso de la hipersomnia secundaria, el tratamiento debe realizarse con medicamentos específicos para tratar el problema de salud que está causando la somnolencia excesiva, según la orientación médica.