La hipertensión en el embarazo surge cuando la presión arterial se encuentra por encima de 140/90 mmHg, pudiendo causar dolores en la nuca, dolor abdominal, visión borrosa y retención de líquidos con hinchazón del cuerpo.
La mujer tiene más riesgo de sufrir hipertensión en el embarazo cuando está embarazada por primera vez, tiene más de 35 años, antecedentes de hipertensión arterial o presenta algunas condiciones de salud, como obesidad, diabetes, o trombofilia.
Es importante tener en cuenta, que la presión alta en el embarazo puede ser grave, porque puede provocar bajo peso al nacer o nacimiento prematuro en el bebé, siendo necesario estar alerta ante cualquier síntoma relacionado con hipertensión y realizar un control periódico de la presión arterial.
Si la mujer embarazada nota que tiene la presión alta, principalmente después de las 20 semanas de embarazo, debe acudir al obstetra inmediatamente para ser evaluada, ya que puede correr riesgo de desarrollar preeclampsia, una complicación grave que puede provocar aborto o muerte fetal, en caso no sea tratada adecuadamente tanto con medicación como con una alimentación equilibrada. Conozca qué es la preeclampsia y cómo identificarla.
Síntomas de presión alta
A pesar de que no siempre provoca síntomas, las señales que pueden indicar que la presión está alta durante el embarazo son:
- Presión arterial superior a 140/90 mmHg;
- Dolores de cabeza constantes, especialmente en la nuca;
- Dolores fuertes en el abdomen;
- Visión borrosa y sensibilidad a la luz;
- Hinchazón de las extremidades del cuerpo como piernas, pies o brazos.
En presencia de los síntomas de hipertensión en el embarazo, se recomienda consultar al obstetra lo más rápido posible para iniciar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones graves.
Qué hacer si tengo presión alta en el embarazo
Para tratar la presión alta en el embarazo se debe mantener de reposo, beber de 2 a 3 litros de agua diarios y realizar una alimentación equilibrada baja en sal o alimentos industrializados como embutidos, enlatados, chucherías o papas fritas.
Además de esto, otros consejos que ayudan a bajar la presión alta en el embarazo son: beber agua de ajo o jugo natural de limón, practicar actividad física leve como caminar, yoga o hidrogimnasia, durante 2 a 3 veces por semana, y se debe evitar beber más de que 1 taza de café por día. Conozca algunos remedios caseros que pueden ayudar a bajar la presión alta.
Sin embargo, en los casos en que la presión alta no disminuye con estos cuidados, el obstetra puede recomendar un tratamiento con medicamentos para la hipertensión. Ya en los casos más graves, la embarazada puede que tenga que dejar de trabajar o mantenerse hospitalizada para evitar que se desarrolle una eclampsia. Conozca más sobre los medicamentos para controlar la hipertensión.
Riesgos de presión alta en el embarazo
La hipertensión en el embarazo aumenta el riesgo de preeclampsia, una enfermedad que suele aparecer a partir de la 20ª semana de embarazo y que, cuando no se trata, puede evolucionar a eclampsia, causando convulsiones e inclusive la muerte de la madre y del bebé.
En caso de que no se consiga bajar la presión arterial, así se esté ingiriendo los medicamentos prescritos por el obstetra, el parto debe ser inducido para evitar el riesgo de muerte.
Dieta para bajar la presión
La dieta y los alimentos para bajar la presión alta en el embarazo debe ser baja en sal y rica en ácido fólico, ya que tiene acción vasodilatadora, ayudando a bajar la presión arterial. Además de esto, el consumo de agua debe ser elevado y de alimentos diuréticos, para evitar la retención de líquidos y aliviar la presión dentro de los vasos sanguíneos.
Una de las causas de hipertensión en el embarazo puede ser el exceso de peso. Conozca si el aumento de peso durante el embarazo está controlado, colocando sus datos a continuación: