La hipoglucemia neonatal es la disminución de los niveles de glucosa en la sangre del bebé, que puede manifestarse entre las 24 y 48 horas posteriores al nacimiento. Puede ser asintomática o causar síntomas como llanto débil, temblores o irritabilidad.
Esta condición es más común en bebés prematuros, grandes o pequeños para la edad gestacional, o cuyas madres tuvieron una nutrición inadecuada durante el embarazo.
Lea también: Bebé prematuro: desarrollo, cuidados y alimentación tuasaude.com/es/bebe-prematuroEs crucial que el diagnóstico se realice lo antes posible para iniciar el tratamiento y prevenir complicaciones, como daño cerebral permanente o incluso riesgo para la vida del bebé.
Síntomas de hipoglucemia
Los principales síntomas de la hipoglucemia neonatal son:
- Llanto débil o agudo;
- Mala succión o dificultad para alimentarse;
- Temblores o sudoración excesiva;
- Irritabilidad, debilidad o somnolencia excesiva;
- Cianosis, en la que la piel del bebé se torna azulada;
- Respiración rápida y superficial o apnea.
Además, pueden presentarse otros síntomas como temperatura corporal baja, tono muscular reducido, convulsiones o incluso coma.
La mayoría de los casos de hipoglucemia neonatal no presentan síntomas; sin embargo, estos pueden aparecer cuando la hipoglucemia se prolonga o cuando el nivel de glucosa en sangre es muy bajo.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de hipoglucemia neonatal lo realiza el neonatólogo o pediatra dentro de las primeras 24 horas después del nacimiento, mediante la medición de la concentración de glucosa en la sangre.
Normalmente, este examen se realiza durante las primeras 12 a 24 horas de vida en bebés que presentan factores de riesgo para hipoglucemia neonatal o en bebés prematuros tardíos o nacidos a término que manifiestan síntomas.
Valores de hipoglucemia neonatal
Para que se considere hipoglucemia neonatal, los valores de glucosa en la sangre del bebé durante las primeras 24 a 48 horas pueden variar, siendo los principales:
Sin embargo, se sabe que los bebés saludables presentan una hipoglucemia neonatal transitoria durante las primeras 2 a 3 horas de vida, lo cual se considera normal y parte de la adaptación a la vida fuera del útero.
Por lo general, después de este período, los niveles de glucosa en sangre del bebé saludable o sin factores de riesgo comienzan a aumentar gracias a la liberación de insulina y a la lactancia.
Posibles causas
Las principales causas de hipoglucemia neonatal son:
- Prematuros tardíos, nacidos entre las semanas 34 y 36 con 6 días de gestación;
- Bebés nacidos a término, pequeños para la edad gestacional;
- Bebés grandes para la edad gestacional;
- Restricción del crecimiento intrauterino;
- Diabetes gestacional.
Además, otras causas pueden incluir hiperinsulinismo congénito, errores innatos del metabolismo, hipopituitarismo, hiperplasia suprarrenal o hipotiroidismo congénitos.
Lea también: Insulina alta: causas, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/insulina-altaTodos estos factores pueden aumentar el riesgo de hipoglucemia neonatal debido a reservas bajas de glucógeno o grasa en el cuerpo del bebé, mecanismos deficientes de producción de glucosa o producción excesiva de insulina, entre otros.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la hipoglucemia neonatal debe llevarse a cabo bajo la orientación de un neonatólogo o pediatra para aumentar los niveles de glucosa en sangre y prevenir complicaciones.
Los principales tratamientos para la hipoglucemia neonatal son:
1. Lactancia materna
Se recomienda iniciar la lactancia materna en la primera hora de vida del bebé, siendo especialmente importante en bebés con riesgo de hipoglucemia neonatal.
Después de 30 minutos de la primera lactancia, se mide el nivel de glucosa en la sangre del bebé.
Si el bebé presenta hipoglucemia sintomática, se recomienda aumentar la frecuencia de las tomas, por ejemplo, cada 2 o 3 horas.
Lea también: 10 beneficios comprobados de la lactancia materna para el bebé tuasaude.com/es/beneficios-de-la-lactancia-materna2. Fórmula infantil
En casos de bebés prematuros tardíos o a término que no presentan síntomas de hipoglucemia neonatal, también puede recomendarse el uso de fórmulas infantiles, que aumentan rápidamente los niveles de glucosa en sangre.
Sin embargo, el uso de fórmulas puede interferir con el vínculo materno, afectar la lactancia y aumentar el riesgo de infecciones y alergias, ya que no se reciben los anticuerpos de la leche materna.
3. Gel de dextrosa
El gel de dextrosa puede ser indicado por el médico y aplicado en el interior de las mejillas del bebé en casos de prematuros tardíos o bebés nacidos a término con síntomas de hipoglucemia neonatal.
Este gel ayuda a aumentar los niveles de glucosa en sangre del bebé y puede evitar la necesidad de hospitalización en la UCI neonatal para recibir glucosa intravenosa.
El gel de dextrosa también puede ser una alternativa al uso de fórmulas infantiles, preservando el vínculo materno y la lactancia.
4. Aplicación de glucosa por vía intravenosa
La administración de glucosa por vía intravenosa en la UCI neonatal puede ser indicada en todos los casos de recién nacidos que presenten síntomas de hipoglucemia y niveles de glucosa inferiores a 40 mg/dL.
Además, la glucosa intravenosa también se recomienda para bebés sin síntomas, pero con factores de riesgo para hipoglucemia neonatal, y con niveles de glucosa menores de 25 mg/dL durante las primeras 4 horas de vida o menores de 35 mg/dL entre las 4 y las 24 horas de vida.
5. Uso de medicamentos
El uso de medicamentos, como corticosteroides o glucagón, puede ser indicado por el médico en casos de hipoglucemia neonatal persistente, administrados en la UCI neonatal por vía intravenosa.
La hipoglucemia neonatal persistente es más frecuente en casos de hiperinsulinismo congénito, errores innatos del metabolismo o enfermedades endocrinas.
En el caso de hiperinsulinismo congénito, el médico también puede recomendar el uso de diazóxido para inhibir la producción excesiva de insulina por parte del páncreas.
Posibles complicaciones
Las principales complicaciones de la hipoglucemia neonatal no controlada son:
- Coma;
- Deficiencias en el desarrollo neurológico;
- Parálisis cerebral.
Por lo tanto, es importante que el diagnóstico se realice en las primeras horas después del nacimiento para evitar complicaciones que puedan poner en riesgo la vida del bebé.
Si el diagnóstico no se realiza en las primeras horas y los síntomas aparecen varios días después del nacimiento, es crucial llevar al bebé inmediatamente a urgencias para que se haga el diagnóstico y se inicie el tratamiento adecuado.