Qué es:
La histoplasmosis es una infección sistémica causada por el hongo Histoplasma capsulatum, que puede ser transmitida principalmente por palomas y murciélagos. La histoplasmosis es más común y más grave en personas que tienen un sistema inmunológico deprimido, como es el caso de aquellas que tiene VIH o que han tenido un trasplante, por ejemplo.
El contagio del hongo ocurre al inhalar los hongos presentes en el ambiente y los síntomas varían según la cantidad de esporas inhaladas, puede haber fiebre, escalofríos, tos seca y dificultad para respirar, por ejemplo.
El tratamiento debe llevarse a cabo de acuerdo con la recomendación del médico, el cual suele recomendar el uso de medicamentos antifúngicos, como itraconazol y anfotericina B, por ejemplo.
Síntomas de histoplasmosis
Los síntomas de la histoplasmosis son:
- Fiebre;
- Escalofrío;
- Dolor de cabeza;
- Dificultad para respirar;
- Tos seca;
- Dolor en el pecho;
- Cansancio excesivo;
- Pérdida de peso;
- Dolor muscular.
En la mayoría de los casos, la histoplasmosis no da lugar a la aparición de signos o síntomas, esto se debe a que el sistema inmunitario es capaz de eliminar el hongo del organismo de forma natural. Sin embargo, cuando una gran cantidad de hongos ingresa al cuerpo y la persona tiene una disminución en la actividad del sistema inmunológico, los síntomas pueden aparecer hasta 3 semanas después del contacto con el virus.
Sin embargo, ante la presencia de síntomas de histoplasmosis, es importante que se consulte al infectólogo o médico general, ya que de esta forma se puede concluir el diagnóstico e iniciar el tratamiento para prevenir la progresión de la enfermedad y posibles complicaciones.
Cuando la histoplasmosis no se identifica y trata, existe el riesgo de que el hongo se propague a otros órganos y provoque la forma diseminada de la enfermedad, que puede ser mortal y que puede caracterizarse por agrandamiento de los ganglios linfáticos (adenopatía), el hígado (hepatomegalia) y el bazo (esplenomegalia).
Principales causas
La histoplasmosis es causada por el hongo Histoplasma capsulatum, que ingresa al organismo por inhalación de partículas que contienen el hongo liberadas en el aire cuando se manipula suelo o excrementos de animales, principalmente murciélagos y aves, como palomas y gallinas.
Esta enfermedad es más común en los trabajadores rurales, ya que estos tienen un contacto frecuente y directo con el suelo, sobre todo si tienen alguna alteración en su sistema inmunológico, como trasplantes o SIDA, por ejemplo, ya que en estos casos el hongo puede multiplicarse y propagarse más fácilmente.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de histoplasmosis debe ser realizado inicialmente por el médico general o infectólogo, basándose en la evaluación de los signos y síntomas que presenta la persona, el riesgo de infección por el hongo y el estado de salud en general.
Para confirmar el diagnóstico, se pueden realizar análisis de sangre, orina o esputo para identificar directamente la presencia del hongo o para evaluar la presencia de antígenos o anticuerpos producidos por el organismo en contra del hongo. Además, se puede realizar una prueba cutánea en la que se evalúa la reacción a la histoplasmina, que es una proteína presente en el Histoplasma capsulatum.
Además, también pueden estar indicadas pruebas de imagen para verificar la gravedad de la enfermedad, es decir, si el hongo ha conseguido extenderse a otros órganos y provocar lesiones.
Tratamiento de la histoplasmosis
El tratamiento de la histoplasmosis varía según la gravedad de la infección. En el caso de infecciones leves, los síntomas pueden desaparecer sin necesidad de ningún tratamiento, sin embargo, se puede recomendar el uso de itraconazol o ketoconazol, por ejemplo, los cuales deben ser utilizados entre 6 a 12 semanas según la orientación médica.
En el caso de infecciones más graves, el médico general o infectólogo puede indicar el uso de anfotericina B directamente por vía intravenosa.