Imipramina: para qué sirve, dosis y efectos secundarios

La imipramina es un antidepresivo indicado para el tratamiento de la depresión, el síndrome de pánico o la incontinencia urinaria nocturna en niños mayores de 5 años, ya que aumenta la cantidad de neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina y la noradrenalina, aliviando los síntomas de estas condiciones de salud.

Este medicamento se puede encontrar en farmacias en forma de comprimidos bajo los nombres comerciales de Tofranil, Fixon o Talpramin, por ejemplo, que se venden únicamente con presentación de receta médica y conservación de la receta en la farmacia.

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La dosis y duración del tratamiento con imipramina o clorhidrato de imipramina dependen de la afección que se esté tratando, por lo que su uso siempre debe realizarse bajo la supervisión de un psiquiatra o pediatra.

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Para qué sirve

La imipramina es un medicamento antidepresivo tricíclico que sirve para:

  • Estados depresivos de cualquier etiología, sintomatología y gravedad;

  • Incontinencia urinaria nocturna en niños;

  • Trastornos de la ansiedad;

  • Dolores crónicos;

  • Cuadros histéricos y nerviosos;

  • Terrores nocturnos;

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños;

  • Incontinencia urinaria en adultos.

Además, este medicamento también es utilizado como coadyuvante en el tratamiento del cáncer en niños y en casos de narcolepsia, que es un trastorno crónico del sueño. Conozca más sobre el tratamiento de la narcolepsia.

¿La imipramina sirve para dormir?

Uno de los efectos secundarios comunes de la imipramina es la somnolencia, sin embargo, no debe ser utilizado para dormir, pues podría ocasionar otros efectos adversos como inquietud, agitación, alucinaciones e insomnio.

¿La imipramina sirve para adelgazar?

La imipramina no está indicada para adelgazar. En algunas personas, este medicamento puede causar aumento de peso como efecto secundario, mientras que en otras puede provocar falta de apetito. 

Dosis de la imipramina

Las dosis de la imipramina deben ser indicadas por el médico tratante, variando según la enfermedad a tratar y la edad de la persona, como se indica a continuación:

1. Depresión y síndromes depresivos

Las dosis de imipramina normalmente recomendadas para el tratamiento de la depresión son:

  • Adultos: inicialmente, debe tomar una dosis de 25 mg de 1 a 3 veces por día. La dosis puede ser aumentada por el médico de forma gradual hasta un máximo de 100 a 200 mg por día, pudiendo mantenerse hasta la mejoría de los síntomas. A continuación, se irá reduciendo hasta alcanzar una dosis de mantenimiento, siendo generalmente entre los 50 a 100 mg diarios. 
  • Adultos mayores: se iniciará el tratamiento con dosis de 10 mg de imipramina por día. Esta dosis puede ser aumentada gradualmente por el médico, y en unos 10 días se alcanzará la dosis ideal, que es de 30 a 50 mg de imipramina por día, manteniéndose hasta el final del tratamiento.

Al principio es recomendado usar dosis divididas para valorar la tolerancia hacia los efectos secundarios y luego se puede utilizar una dosis diaria única al acostarse.

2. Crisis de ansiedad

Las dosis de Imipramina normalmente recomendadas para el tratamiento de crisis de ansiedad son:

  • Adultos: se inicia el tratamiento con un comprimido de 10 mg al día imipramina por día. Según se tolere la medicación, el médico podrá aumentar la dosis hasta lograr la respuesta deseada. La dosis diaria requerida varía mucho de un individuo a otro y fluctúa entre los 75 a 150 mg.

Se recomienda no interrumpir el tratamiento hasta transcurridos 6 meses y reducir lentamente la dosis de mantenimiento durante este período. Conozca otros medicamentos indicados para la ansiedad.

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3. Dolores crónicos 

Las dosis de Imipramina normalmente recomendadas para el tratamiento de los dolores crónicos es de 25 a 75 mg por día, pudiendo variar según la situación de cada persona, siendo evaluado en conjunto con el médico.

4. Incontinencia urinaria infantil nocturna

Las dosis de Imipramina normalmente recomendadas para el tratamiento de la enuresis nocturna o incontinencia urinaria infantil nocturna son:

  • Niños de 5 a 8 años: 20-30 mg/día;
  • Niños de 9 a 12 años: 25-50 mg/día;
  • Adolescentes: 25-75 mg/día.

Habitualmente se inicia el tratamiento con 10-25 mg en dosis única de imipramina. La dosis debe ser ingerida junto al alimento y 1 hora antes de acostarse, incrementando en 25 mg la dosis diaria al cabo de una semana, sin superar los 2,5 mg/kg/día o 50 mg en niños de 6-12 años, y 75 mg en adolescentes. 

La duración del tratamiento puede llegar a ser de 3 a 6 meses, según indicación médica.

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5. Trastorno por déficit de atención e hiperactividad  

Las dosis de Imipramina normalmente recomendadas para el tratamiento por déficit de atención e hiperactividad son:

Adultos y adolescentes: inicialmente se inicia el tratamiento por vía oral con 25 mg de imipramina por día, pudiéndose aumentar hasta 200 mg por día, dependiendo de la respuesta y los efectos secundarios.

Niños de 6 a 12 años: la recomendación es de 0,5 mg/kg por día, en dosis divididas. 

Estas dosis también sirven para los casos de trastornos alimentarios, como bulimia y anorexia.

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Cómo tomar

La imipramina debe ser siempre indicada por el médico tratante. Este medicamento puede adquirirse en forma de tabletas, grageas, comprimidos o cápsulas.

Cuando el medicamento se usa para tratar la depresión se puede tomar con o sin alimentos. En los casos en que es usado para prevenir que los niños se orinen en la cama, por lo general se toma una hora antes de ir a la cama. Los niños que se orinan en la cama en las primeras horas de la noche deben tomar una dosis a media tarde y otra antes de acostarse o según la indicación del pediatra junto con alimentos.

Es importante tomar la imipramina en el mismo horario todos los días.

Efectos secundarios 

Los efectos secundarios más frecuentes al tomar imipramina son: visión borrosa, temblores, sudoración excesiva, estreñimiento, ­caída en la presión arterial cuando se sienta después de haber estado acostado o se pone de pie después de haber estado sentado (hipotensión postural), taquicardia, sequedad en la boca y aumento de peso.

Otros efectos secundarios que también pueden surgir son la pérdida de apetito, confusión mental, nerviosismo, euforia, ansiedad, agitación, humor anormalmente eufórico, agresividad, alteraciones de la libido, somnolencia, sensación de hormigueo o ardor en la piel, vértigo, alteraciones cardíacas, náuseas, vómitos, mareos, cansancio, erupción cutánea, urticaria, dolores de cabeza y cambios en la frecuencia al orinar.

Los síntomas siguientes pueden ocurrir después de la suspensión abrupta o la reducción de la medicación son vómitos, mareos, dolores abdominales, diarrea, insomnio, dolores de cabeza fuertes, nerviosismo, irritabilidad, vértigo, malestar y ansiedad. 

Cuándo consultar al médico

Se debe consultar al médico de manera urgente en caso surgir los siguientes síntomas:

  • Alucinaciones o escuchar cosas que no existen;
  • Reacciones cutáneas como picazón o enrojecimiento;
  • Infecciones frecuentes con fiebre y dolor de garganta.

Además, se debe acudir rápidamente al servicio de urgencia hospitalaria en caso se presenten síntomas de una reacción alérgica, como tos intensa o dificultad para respirar, incapacidad para coordinar los movimientos, pérdida de equilibrio, dolor ocular, dolor abdominal intenso, dificultad para orinar, palpitaciones cardíacas muy rápidas e irregulares, hinchazón de senos, dificultad para hablar, confusión o desmayos.

Contraindicaciones

La imipramina no debe ser utilizada por personas alérgicas a los antidepresivos tricíclicos o que tengan glaucoma de ángulo estrecho, inflamación de la próstata, diabetes, insuficiencia renal o hepática, infarto de miocardio, asma, depresión bipolar, esquizofrenia, epilepsia, hipertiroidismo o enfermedad cardíaca.

Además, no se recomienda el uso de imipramina durante el embarazo a menos que el beneficio supere los riesgos potenciales para el feto. En el caso de mujeres en período de lactancia, debe consultar a su médico antes de ingerirlo.

La imipramina tampoco debe ser utilizada por personas que toman medicamentos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) como selegilina, moclobemida, isocarboxazida, fenelzina, nialamida, iproniazida o tranilcipromina, por ejemplo.

En estos casos, se debe esperar al menos 14 días después de finalizar el tratamiento con inhibidores de la monoaminooxidasa para iniciar el tratamiento con imipramina.

Es importante informar al médico de todos los medicamentos que se utilizan regularmente para que no disminuyan o aumenten los efectos de la imipramina.