Qué es:
El impétigo es una infección contagiosa de la piel causada por bacterias que ocasionan el surgimiento de pequeñas lesiones que contienen pus y una costra dura, que puede ser de color dorado o miel. El tipo más común de impétigo es el no ampolloso, en el que las heridas suelen surgir en la nariz y alrededor de los labios; no obstante, otros tipos de impétigo se manifiestan en los brazos o en las piernas y pies.
La transmisión del impétigo ocurre mediante el contacto con el pus secretado por las lesiones. De esta forma, se aconseja que el niño o el adulto con la afección permanezca en casa por dos días después de iniciar el tratamiento, con la finalidad de evitar contagiar a otras personas.
Ante la presencia de signos y síntomas que indiquen impétigo, se recomienda consultar el dermatólogo o el pediatra, en el caso de los niños, para que sea llevada a cabo una evaluación de las lesiones y sea indicada la realización de exámenes que permitan identificar la causa de impétigo, con el objetivo de iniciar el tratamiento más adecuado, el cual normalmente implica la utilización de pomadas antibióticas.
Principales síntomas
Existen diversos tipos de impétigo que presentan características y síntomas ligeramente diferentes:
1. Impétigo no ampolloso o contagioso
Los síntomas del impétigo no ampolloso surgen en 1 semana, siendo notada la aparición de pequeñas lesiones alrededor de la nariz y de la boca, que pueden evolucionar a costras que poseen un color más amarillento o dorado.
Vea otras lesiones que pueden surgir en el área de la nariz.
2. Impétigo ampolloso
Los principales síntomas de impétigo ampolloso incluyen:
- Heridas rojas en la piel y lesiones que evolucionan rápidamente a ampollas con líquido amarillento;
- Comezón y enrojecimiento de la piel alrededor de las ampollas;
- Surgimiento de costras amarillas;
- Fiebre por encima de 38 ºC;
- Malestar general;
- Falta de apetito.
Este tipo de impétigo suele desarrollarse en los brazos, piernas, pecho y abdomen.
3. Ectima o impétigo profundo
En la ectima, los síntomas suelen ser un poco más graves, pues alcanzan las capas más profundas de la piel. En este caso, puede notarse el surgimiento de heridas abiertas con pus, costras grandes y amarillentas y enrojecimiento alrededor de las costras.
Qué causa el impétigo
El impétigo es causado por bacterias presentes en la piel, como Streptococcus pyogenes o Staphylococcus aureus, que normalmente no ocasionan el surgimiento de signos ni síntomas de la enfermedad. Sin embargo, debido a alteraciones de la inmunidad, es posibles que dichas bacterias proliferen y alcancen las capas más profundas de la piel, principalmente si existe alguna herida, dando como resultado el` impétigo.
De esta manera, esta condición es más común que ocurra en niños, adultos mayores y personas con trastornos autoinmunes.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento para el impétigo debe ser realizado de acuerdo con las indicaciones del pediatra, en el caso de los niños, o dermatólogo, en el caso de los adultos, siendo normalmente indicada la aplicación de pomadas antibióticas de 3 a 4 veces al día, durante 5 a 7 días. Asimismo, otros medicamentos que pueden ser recomendados por el médico incluyen lociones antisépticas, para eliminar otros microorganismos que puedan causar complicaciones, y antibióticos, en los casos donde existen muchas lesiones en la piel o hay signos de complicaciones.
Es importante que el tratamiento sea iniciado lo antes posible para evitar que la bacteria alcance regiones más profundas de la piel, cause complicaciones y dificulte el tratamiento.
Cuando las heridas con costras son pequeñas, estas se pueden remover con agua y jabón, lo que suele ser suficiente. Sin embargo, cuando las heridas miden más de 5 mm de diámetro, no se debe remover la costra, pero sí aplicar la pomada o loción recomendada por el médico.
Se sugiere que la persona permanezca en aislamiento y que la ropa, toalla, sábanas y objetos de uso personal se mantengan apartados para evitar que la enfermedad sea transmitida a otras personas.
Vea más detalles sobre el tratamiento del impétigo.
Cómo evitar la transmisión
Para evitar tener impétigo nuevamente, se debe seguir el tratamiento indicado por el médico hasta que las heridas estén totalmente curadas. Asimismo, mantener las uñas cortas, principalmente en el caso de los niños, ayuda a evitar el desarrollo de impétigo, pues así es posible prevenir heridas que favorecen la entrada de bacterias en las capas más profundas de la piel.
Además, durante el tratamiento es muy importante tener los siguientes cuidados:
- Limpiar la nariz con suero fisiológico;
- No compartir sábanas, toallas u otros objetos que estén en contacto con el área afectada;
- Mantener las heridas cubiertas con una gasa limpia;
- Evitar mover o tocar las heridas, lesiones o costras;
- Lavar las manos frecuentemente, en especial antes de entrar en contacto con otras personas.
En el caso de bebés y niños, es muy importante dejarlos jugar únicamente con juguetes lavables, pues deben ser lavados 48 horas después de iniciado el tratamiento, con el objetivo de evitar que la infección vuelva a surgir debido a bacterias que permanezcan en la superficie de los juguetes.
Es importante que el tratamiento sea realizado de acuerdo con la orientación del médico, pues así es posible evitar el desarrollo de complicaciones como celulitis infecciosa, osteomielitis, artritis séptica, neumonía, glomerulonefritis o septicemia, por ejemplo, principalmente en aquellas personas que poseen el sistema inmunitario comprometido.