El impétigo ampolloso se caracteriza por el surgimiento de ampollas en la piel de tamaño variado, las cuales pueden romperse y dejar marcas rojizas en la piel, y es causado por la bacteria Staphylococcus aureus, que puede encontrarse en la piel de manera natural.
El impétigo es una infección altamente contagiosa y más frecuente en niños, pudiendo aparecer los síntomas pocos días después del nacimiento, por ejemplo. Conozca más sobre el impétigo.
El tratamiento para el impétigo ampolloso debe ser establecido por el pediatra o médico general de acuerdo con los síntomas presentados por el niño, siendo normalmente recomendado el uso de antibióticos y la colocación de compresas de suero fisiológico en las lesiones.
Principales síntomas
Los principales síntomas del impétigo ampolloso incluyen:
- Surgimiento de heridas y ampollas que contienen líquido amarillento en la piel;
- Fiebre por encima de 38 ºC;
- Malestar general;
- Surgimiento de manchas rojas o costras en la piel luego de la rotura de las ampollas.
Las ampollas y heridas del impétigo ampolloso pueden surgir de manera localizada o diseminada, es decir, en varias partes del cuerpo, siendo más frecuente encontrarlas en el rostro, piernas, abdomen y extremidades.
El impétigo ampolloso es más común que surja en bebés durante los primeros días de vida, denominándose impétigo neonatal o del recién nacido.
Cómo es realizado el diagnóstico
El diagnóstico del impétigo ampolloso es realizado por el pediatra o médico general, por medio de la evaluación de los signos y síntomas presentados por el niño. En ciertos casos, para confirmar la infección, puede ser indicada la realización del análisis del líquido presente en las ampollas o en las heridas, pues así es posible confirmar la presencia del agente infeccioso y determinar el perfil de sensibilidad, lo que es útil para indicar el antibiótico más adecuado.
Causas del impétigo ampolloso
El impétigo ampolloso es una enfermedad causada por la bacteria Staphylococcus aureus, la cual puede encontrarse naturalmente en la parte más externa de la piel. Esta bacteria puede proliferar de forma desordenada debido a un sistema inmunitario debilitado, y entrar en la piel a través de cortes, arañazos y heridas en la piel, ocasionando el surgimiento de los síntomas.
Tratamiento del impétigo ampolloso
El tratamiento del impétigo ampolloso debe ser establecido por el pediatra, el cual puede indicar el uso de antibióticos de acuerdo con la cantidad de ampollas y su localización, además de ser importante tener una adecuada higiene en la región.
La limpieza de la piel es parte fundamental del tratamiento para el impétigo ampolloso, pues así es posible evitar la formación de nuevas ampollas y lesiones. Para hacer la limpieza, se recomienda aplicar suero fisiológico en la zona con la ayuda de una gasa limpia.
El uso de antibióticos es importante para combatir el agente infeccioso responsable por el impétigo ampolloso. En el caso de ser identificadas pocas lesiones o cuando estas están presentes en solo una parte del cuerpo, se puede recomendar el uso de antibióticos en forma de pomada, debiendo ser aplicadas en la piel 2 o 3 veces por día, durante 5 a 7 días, según las indicaciones médicas.
Cuando son identificadas muchas lesiones o cuando estas están diseminadas por el cuerpo, el médico puede indicar el uso de antibióticos en forma de comprimidos, como la cefalexina o la amoxicilina combinada con ácido clavulánico.