Qué es:
La incontinencia fecal es la pérdida involuntaria del contenido del intestino a través del ano o la incapacidad de controlar su expulsión, pudiendo ocurrir la eliminación indeseada de heces o de gases intestinales. Esta es más común en mujeres mayores de 70 años de edad; no obstante, también puede surgir en hombres, jóvenes o niños mayores de 4 años de edad.
La incontinencia fecal puede ser ocasionada por cambios en el funcionamiento de los músculos que forman el recto y el esfínter del ano debido al parto o a cirugías, o por defectos en la anatomía de la región. Asimismo, también puede desencadenarse debido a diarrea, estreñimiento, uso de medicamentos o enfermedades neurológicas, por ejemplo.
A pesar de que esta situación no genera consecuencias graves para la salud, puede provocar vergüenza y mucha ansiedad. Por esta razón, se recomienda consultar al coloproctólogo para que sea realizado el diagnóstico e iniciado el tratamiento más adecuado, el cual puede ser llevado a cabo mediante cambios en los hábitos de alimentación, uso de medicamentos, fisioterapia y, en ciertos casos, cirugía.
Síntomas de incontinencia fecal
Los principales síntomas de incontinencia fecal incluyen:
- Pérdida involuntaria de heces líquidas, semisólidas o sólidas;
- Pérdida de heces al liberar gases intestinales;
- Eliminación de gases intestinales de forma involuntaria;
- Expulsión de heces por el ano al hacer esfuerzos o ejercicios físicos;
- Urgencia para defecar;
- Ausencia o disminución de las ganas de defecar;
- Dificultad para controlar los esfínteres anales;
- Presencia de heces en la ropa íntima, luego de una evacuación;
- Pérdida completa del control intestinal.
Asimismo, la incontinencia fecal puede estar acompañada por comezón anal, irritación de la piel perianal, infecciones del tracto urinario, incontinencia urinaria, prolapso rectal, hemorroides o fístula rectal, por ejemplo.
La incontinencia fecal también puede causar vergüenza intensa, ansiedad y disminución de la calidad de vida.
Siempre que exista la presencia de uno de estos síntomas, se debe consultar un coloproctólogo para diagnosticar la incontinencia fecal e iniciar el tratamiento más adecuado.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la incontinencia fecal es llevado a cabo por el coloproctólogo mediante la evaluación de los síntomas, del inicio y la duración de los mismos, de los antecedentes de salud, de las cirugías anteriores y del uso de medicamentos, además de la realización de un examen físico del ano y de un tacto rectal.
Asimismo, el médico puede indicar exámenes como ecografía rectal, defecografía, resonancia magnética o colonoscopia, por ejemplo. Vea cómo es el procedimiento de una colonoscopia.
Posibles causas
Las principales causas de incontinencia fecal incluyen:
- Debilitamiento de los músculos del recto o del ano, causado por el envejecimiento natural del cuerpo o por diarrea o estreñimiento crónicos;
- Daños en la musculatura del perineo, causados por el parto natural, cirugías o algún traumatismo en la región;
- Daños en el esfínter anal, causados por episiotomía o uso de fórceps durante el parto;
- Lesiones en los nervios de la región, causadas por parto natural, neuropatía diabética, esclerosis múltiple, lesión en la médula espinal, ACV o esfuerzo excesivo durante la evacuación debido a estreñimiento crónico;
- Pérdida de elasticidad de los músculos del recto, causada por enfermedad de Crohn;
- Inflamación de la mucosa del recto, provocada por infecciones o por radioterapia;
- Cambios en la consistencia de las heces, tanto por diarrea como por estreñimiento;
- Existencia de prolapso rectal o megacolon, provocados por la enfermedad de Chagas, por ejemplo;
- Enfermedades inflamatoria intestinales, como enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o síndrome del intestino irritable;
- Enfermedades metabólicas, como hipertiroidismo o diabetes;
- Uso de medicamentos, como metformina, acarbosa, antidepresivos o laxantes.
En los niños mayores de 4 años de edad, la incontinencia fecal también es conocida como encopresis, la cual puede estar asociada a dificultades en controlar el funcionamiento del esfínter anal debido a causas psicológicas, pudiendo estar relacionadas con estrés, miedo o angustia, por ejemplo.
Asimismo, la incontinencia fecal en niños también puede estar causada por estreñimiento, pues la acumulación de heces secas en el intestino puede provocar que heces blandas se filtren alrededor de la acumulación de heces. Vea cómo identificar y tratar el estreñimiento en niños.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento de la incontinencia fecal debe ser llevado a cabo bajo la orientación del coloproctólogo y varía de acuerdo con la causa y la gravedad de la condición. De esta forma, los principales tratamientos para la incontinencia fecal incluyen:
1. Cambio de los hábitos de alimentación
Los problemas más simples pueden ser tratados con cambios de los hábitos de alimentación, como aumento del consumo de fibras y de líquidos en la dieta, para regularizar el tránsito intestinal, además de la reducción del consumo de alcohol, cafeína, grasas y azúcares en la alimentación. Conozca más sobre cómo debe ser la dieta en la incontinencia fecal.
2. Uso de medicamentos
Los medicamentos para la incontinencia fecal, como la loperamida o el clorhidrato de difenoxilato y sulfato de atropina, pueden ser indicados por el médico para mejorar la consistencia de las heces y reducir los episodios de pérdida involuntaria de las mismas.
Asimismo, en caso de que la incontinencia fecal haya sido causada por otras condiciones de salud, el médico debe indicar el tratamiento específico para la causa, con la finalidad de tratar la enfermedad y aliviar los síntomas de la incontinencia fecal.
3. Ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel están indicados para la incontinencia fecal debido a que ayudan a fortalecer los músculos de la región pélvica, los cuales proporcionan soporte al intestino, a la vejiga y, en el caso de las mujeres, al útero.
Para llevar a cabo los ejercicios de Kegel de forma correcta, primero, se debe vaciar la vejiga, y luego se debe hacer como si se estuviese interrumpiendo el chorro de orina, manteniendo la contracción durante unos 3 segundos. Después, se debe relajar durante 3 segundos más, repitiendo las contracciones y relajaciones al menos unas 10 veces. Vea otros ejercicios de Kegel para fortalecer la región pélvica.
4. Ejercicios de biofeedback
Los ejercicios de biofeedback pueden ser indicados por el coloproctólogo en los casos de debilitamiento de los músculos anales y pérdida de elasticidad de los músculos del recto, debiendo ser realizados bajo la orientación del fisioterapeuta, mediante ejercicios de fortalecimiento muscular de la región anal, abdominal y del suelo pélvico.
Estos ejercicios son importantes para reacondicionar los músculos de la pelvis, pues aumentan la fuerza y la resistencia y estimulan el flujo sanguíneo y el funcionamiento de los nervios, además de incrementar la conciencia corporal.
El tratamiento con ejercicios de biofeedback debe ser realizado por el fisioterapeuta y generalmente tiene una duración de 4 a 8 sesiones.
5. Cirugía
La cirugía para la incontinencia fecal puede ser indicada por el médico cuando los otros tratamientos no fueron eficaces para mejorar los síntomas o en aquellos casos en que la incontinencia fecal fue causada por traumas obstétricos durante el parto, prolapso rectal o lesiones en el esfínter anal, por ejemplo.
De esta forma, el coloproctólogo puede indicar la cirugía para corregir los músculos que estén lesionados, reforzar la musculatura debilitada del canal anal, colocar un implante artificial de esfínter anal o incluso hacer una colostomía, por ejemplo. Conozca qué es una colostomía y qué cuidados tener.