Qué es:
La indometacina es un antiinflamatorio no esteroideo, indicado para el tratamiento de la artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, tendinitis, cólico menstrual, o dolor postquirúrgico, por ejemplo, ya que actúa reduciendo la producción de sustancia en el cuerpo responsables de causar inflamación y dolor.
Este medicamento está disponible en farmacias o droguerías en presentación de cápsulas, en dosis de 25 y 50 mg, y puede ser adquirido bajo los nombres comerciales Ardosons, Indocid, Indanet o Malival, bajo indicación médica.
La indometacina puede ser utilizada en adultos o niños mayores de 2 años de edad, y debe ser utilizada en las dosis y tiempo orientado por el médico.
Para qué sirve
La indometacina está indicada para el tratamiento de:
- Artritis reumatoide;
- Artritis reumatoide juvenil;
- Osteoartritis;
- Artropatía degenerativa de cadera;
- Espondilitis anquilosante;
- Artritis gotosa aguda;
- Bursitis;
- Tendinitis;
- Sinovitis;
- Capsulitis, esguinces o distensiones del hombro;
- Dolor de espalda baja;
- Post cirugías dentales u ortopédicas;
- Cólicos menstruales;
- Fiebre.
Asimismo, este medicamento también puede emplearse para tratar el dolor y la hinchazón causados por fracturas o dislocación de los huesos.
Dosis de indometacina
La cápsula de indometacina debe tomarse por vía oral, con un vaso de agua o de leche, preferiblemente luego de las comidas, y su efecto inicia alrededor de 30 minutos luego de la toma.
La dosis recomendada para adultos varía de 50 mg a 200 mg diarios, que puede ser administrada en dosis única o fraccionada cada 12, 8 o 6 horas, y el tiempo de tratamiento debe ser indicado por el médico.
Para el tratamiento de la artritis reumatoide juvenil, en niños mayores de 2 años de edad, la dosis varía según el peso del niño, recomendándose como dosis inicial 2 mg por kg de peso corporal, tomados de 2 a 3 veces al día. Esta dosis puede aumentarse a un máximo de 4 mg por kg de peso corporal al día, de acuerdo con las indicaciones del médico.
En caso de que la persona se olvide de tomar la dosis a la hora estipulada, debe tomarla apenas se recuerde, pero si se encuentra cerca de la hora de la próxima dosis, se debe omitir la toma olvidada y esperar al siguiente horario. Bajo ninguna circunstancia se debe tomar el doble de la dosis para compensar la toma olvidada.
Posibles efectos secundarios
Algunos de los efectos secundarios más comunes que pueden surgir durante el tratamiento con indometacina son dolor de cabeza, náuseas, vómitos, indigestión, vértigos, mareos, cansancio excesivo, depresión, aturdimiento, falta de concentración, dolor abdominal, estreñimiento o diarrea.
La indometacina puede causar reacciones alérgicas graves que requieran de atención médica de forma inmediata. Por esta razón, se debe interrumpir el tratamiento y acudir al puesto de salud más cercano al presentar síntomas como dificultad para respirar, tos, dolor en el pecho, sensación de garganta cerrada, hinchazón en la boca, lengua o rostro, comezón intensa, formación de ampollas o descamación de la piel, o dolor o ardor en los ojos. Vea cómo identificar los síntomas de una reacción alérgica grave.
Además, también se debe buscar atención médica inmediata en caso de que la persona presente síntomas de infarto o ACV, como dolor en el pecho que se irradia hacia el rostro u hombro, adormecimiento u hormigueo repentino en un lado del cuerpo, habla lenta o dificultad para hablar, o sensación de falta de aire.
Contraindicaciones
La indometacina no debe emplearse por niños menores de 2 años de edad, mujeres embarazadas o en período de lactancia, personas con úlcera péptica activa o antecedente de esta.
Además, la indometacina no debe ser utilizada por personas con problemas en el corazón, riñones. infecciones, diabetes con compromiso renal, presión alta, enfermedad de Parkinson o que tengan problemas de coagulación, ya que puede aumentar el riesgo de sangrados o hemorragias.
Este medicamento tampoco debe ser utilizado por personas con alergia a la indometacina o a los componentes de la fórmula, o que sufran de crisis asmáticas agudas, urticaria o rinitis causada por antiinflamatorios no esteroideos, como ácido acetilsalicílico o ibuprofeno, por ejemplo.