La infección urinaria en bebés es una afección causada principalmente por bacterias que pueden invadir cualquier parte del tracto urinario, incluyendo los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra.
Los síntomas más comunes en bebés y niños incluyen fiebre, orina con olor fuerte, llanto e irritabilidad. Las infecciones urinarias pueden estar relacionadas con malformaciones en los riñones, obstrucciones en las vías urinarias o una higiene inadecuada. Son más frecuentes en las niñas que en los niños, ya que la uretra femenina es más corta y está más cerca del ano, lo que facilita la entrada de bacterias.
El diagnóstico de la infección urinaria, popularmente conocida como "mal de orín", es realizado por el pediatra, quien evaluará los síntomas, solicitará pruebas de laboratorio y establecerá el tratamiento adecuado, que generalmente consiste en el uso de antibióticos.

Principales síntomas
Los síntomas de una infección urinaria en bebés y niños suelen incluir:
- Orina más oscura de lo normal o con presencia de sangre.
- Orina con olor fuerte.
- Náuseas y vómitos.
- Aumento de la frecuencia urinaria.
- Llanto o molestias al orinar.
- Falta de apetito y pérdida de peso.
- Irritabilidad y falta de energía.
- Fiebre entre 37 y 38 °C.
Además, también puede haber cambios en sus hábitos urinarios normales, como orinarse encima o mojar la cama, así como dolor en la espalda baja.
Es importante estar atento a estos síntomas, ya que una infección urinaria no tratada puede derivar en complicaciones, como una infección en los riñones. Ante la sospecha de infección urinaria, se recomienda acudir al pediatra para realizar los exámenes necesarios y comenzar el tratamiento adecuado lo antes posible.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de infección urinaria en bebés y niños que usan pañales se puede realizar mediante un urocultivo, para ello se recolecta orina con una bolsita adhesiva, que se coloca en la región íntima del bebé por dentro del pañal.
No obstante, este método puede aumentar el riesgo de contaminación de la muestra, por lo que, si el resultado es positivo, suele ser necesario confirmarlo con una muestra obtenida mediante una sonda vesical o punción suprapúbica. Vea cómo se realiza el urocultivo en bebés.
En niños más grandes, la recolección se realiza en un vaso estéril, al igual que en los adultos.
Causas de infección urinaria en bebés
La infección urinaria en bebés es causada principalmente por bacterias como Escherichia coli, Klebsiella, Proteus o Enterobacter. Algunos factores que pueden favorecer su aparición son:
- Malformaciones congénitas en la estructura renal.
- Obstrucción en las vías urinarias que afecte el flujo de la orina.
- Reflujo vesicoureteral, una enfermedad que provoca el retorno de la orina en dirección opuesta a la normal.
- Hábitos higiénicos inadecuados, como limpiar la región íntima de atrás hacia adelante.
- Antecedentes familiares de infecciones del tracto urinario.
Los niños menores de 1 año, especialmente aquellos con fimosis pronunciada, es decir, cuando la piel del prepucio es demasiado estrecha y dificulta la retracción, tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones urinarias.
Otros factores de riesgo incluyen el uso prolongado de pañales sin cambio frecuente, tener un sistema inmunológico debilitado o tomar antibióticos durante un período prolongado.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la infección urinaria, tanto en niños como en bebés, debe ser prescrito por el pediatra e implica lo siguiente:
1. Antibióticos
El médico puede prescribir el uso de antibióticos, como amoxicilina, cefalexina, nitrofurantoína, trimetoprim-sulfametoxazol, ceftriaxona o ampicilina, dependiendo del tipo de bacteria causante y la gravedad de la infección.
La dosis será variable según el peso corporal del niño y deberá administrarse durante el tiempo indicado por el médico, ya que dependerá del microorganismo que esté causando la infección.
Es muy importante que los padres administren el medicamento al niño o bebé hasta el último día indicado por el médico para evitar que la infección urinaria recurra y que el microorganismo se vuelva resistente al antibiótico.
Es posible que el médico repita los análisis de orina para confirmar que la infección ha desaparecido. Es crucial asegurarse de que la infección haya desaparecido por completo, ya que un tratamiento incompleto puede causar que la infección recurra o se propague a otras áreas.
2. Analgésicos
Además de los antibióticos, el médico puede indicar analgésicos y antipiréticos, como el paracetamol o el ibuprofeno, por ejemplo, para aliviar el dolor y la fiebre.
Es importante destacar que, aunque estos medicamentos pueden ser útiles para controlar los síntomas, no tratan la infección en sí, por lo que siempre se deben combinar con antibióticos según la prescripción del pediatra.
3. Hidratación adecuada
Además, se recomienda aumentar la ingesta de agua y líquidos, como sopas y jugos, para favorecer la formación de orina y ayudar a eliminar la bacteria.
En el caso de los niños que se encuentran amamantando, se debe dar lactancia materna a libre demanda.
Vea en el vídeo a continuación cómo la alimentación en los bebés y niños mayores de 6 meses de edad, puede ayudar a tratar la infección urinaria:
Infección urinaria | Qué COMER para curarla y evitarla
04:49 | 2.795.878 visualizaçõesPosibles complicaciones
Si no se trata a tiempo o de manera adecuada, la infección urinaria en niños y bebés puede afectar los riñones y provocar una enfermedad llamada pielonefritis, que se manifiesta con síntomas como fiebre alta, dolor en la espalda baja o en un costado del abdomen, cansancio extremo y vómitos.
Lea también: Pielonefritis: qué es, síntomas y cómo tratar tuasaude.com/es/pielonefritisAdemás, la infección urinaria puede permitir que las bacterias del tracto urinario se propaguen al torrente sanguíneo. En estos casos, el bebé o niño puede necesitar hospitalización urgente para recibir antibióticos por inyección o vía intravenosa.
Por otro lado, la fiebre alta puede aumentar las necesidades de líquidos del bebé o niño. Si no recibe una hidratación adecuada, puede desarrollar deshidratación, con síntomas como llanto sin lágrimas, hundimiento de la fontanela, irritabilidad y somnolencia excesiva. Conozca más sobre los síntomas de deshidratación en bebés.
Cómo se puede prevenir
Para prevenir las infecciones urinarias en niños y bebés, se deben seguir algunas medidas importantes:
- Mantener al bebé o al niño siempre limpio y seco, cambiando los pañales y limpiando con frecuencia para evitar la proliferación de bacterias que causan infecciones del tracto urinario.
- Realizar la higiene íntima del bebé o niño con un paño o compresa de algodón con agua o suero fisiológico.
- La limpieza de la región íntima debe realizarse de adelante hacia atrás, para evitar que los microorganismos de la zona anal se trasladen a la región genital.
- Usar ropa interior de algodón en lugar de materiales sintéticos como el nailon, ya que el algodón es menos propenso a fomentar el crecimiento de bacterias.
- Los niños deben beber mucho líquido, y los bebés deben ser amamantados a libre demanda.
Otro consejo importante es mantener siempre bien higienizados el cambiador, la bañera del bebé o la bacinica, limpiándolos con un desinfectante adecuado cada vez que se cambie el pañal o el niño haga pipí en la bacinica.
Finalmente, es esencial enseñar a los niños a no esperar cuando sienten la necesidad de ir al baño, ya que la orina que permanece en la vejiga proporciona un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias.