Inmunosupresión: qué es, para qué sirve y enfermedades

La inmunosupresión es la reducción de la actividad del sistema inmunitario o su debilitamiento, situación que puede ser temporal o permanente, lo que aumenta el riesgo de infecciones, pudiendo tornarse más graves o más frecuentes. 

Esta condición es causada por el uso de medicamentos inmunosupresores, con el objetivo de tratar enfermedades como artritis reumatoide, lupus, enfermedad de Crohn, psoriasis o cáncer, o de evitar el rechazo de órganos luego de un trasplante.

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Es importante que la persona inmunodeprimida tenga cuidados para evitar infecciones, como lavarse las manos frecuentemente y evitar el contacto con personas enfermas, además de acudir al hospital si surgen síntomas de infección, como fiebre, escalofríos o malestar.

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Para qué sirve

La inmunodepresión con el uso de medicamentos sirve para el tratamiento de enfermedades autoinmunes, de modo tal que sea evitado que las células saludables del organismo sean atacadas y destruidas por el propio sistema inmunitario.

Asimismo, la inmunodepresión también se utiliza para evitar el rechazo de órganos trasplantados o de médula ósea.

¿Cuál es la diferencia entre inmunosupresión e inmunodepresión?

La inmunosupresión es la reducción de la actividad del sistema inmunitario por el uso de medicamentos inmunosupresores, como corticosteroides, tacrolimus o ciclosporina, por ejemplo, para el tratamiento de enfermedades.

Por otra parte, la inmunodepresión es la disminución del sistema inmunitario por factores genéticos o enfermedades, como cáncer, COVID-19 o diabetes mellitus, por ejemplo. Además, la inmunodepresión puede ser adquirida, como en el caso del VIH/SIDA.

Enfermedades que causan inmunodepresión

Las principales enfermedades que causan inmunodepresión incluyen:

  • Diabetes mellitus;
  • Cáncer, como linfomas, leucemias o mielomas;
  • Desnutrición;
  • Insuficiencia renal o hepática;
  • VIH/SIDA;
  • COVID-19;
  • Enfermedades genéticas, como síndrome de inmunodeficiencia combinada grave.

Asimismo, el sistema inmunitario puede tornarse menos activo o menos eficaz con el envejecimiento natural del cuerpo, situación que se conoce como inmunosenescencia.

Otra causa de inmunodepresión es la ausencia de la función del bazo, lo que puede ocurrir por defectos congénitos en que la persona nace sin este órgano, por la disminución de su función o por su remoción mediante cirugía.

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¿Las personas inmunosuprimidas pueden recibir vacunas?

Las personas inmunosuprimidas o inmunodeprimidas pueden recibir vacunas, siendo un grupo prioritario en la vacunación contra el COVID-19, por ejemplo.

Dentro de este grupo prioritario son incluidas aquellas personas con inmunodeficiencia primaria grave, VIH/SIDA, tratamiento con quimioterapia o inmunosupresores, trasplantados y personas que hacen hemodiálisis o que tienen enfermedades autoinmunes inflamatorias crónicas, por ejemplo.

Sin embargo, lo más recomendable es que se utilicen vacunas de bacterias o virus muertos o inactivados, puesto que, como la acción del sistema inmunitario se encuentra reducida, las vacunas atenuadas o de virus activos pueden generar infecciones graves.

De esta manera, algunas vacunas están contraindicadas, como BCG, rotavirus, fiebre amarilla, triple viral (SPR), tetravírica (SPRV) y dengue.

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Por esta razón, es importante tener la orientación de un médico antes de tomar cualquier tipo de vacuna.

Signos de alerta para acudir al médico

Los individuos inmunosuprimidos o inmunodeprimidos deben acudir al hospital en caso de que presenten signos de infección, tales como:

  • Fiebre mayor de 38 °C;
  • Escalofríos o temblores;
  • Dolor de cabeza, oído, garganta o abdominal;
  • Diarrea o vómitos;
  • Dolor o ardor al orinar;
  • Tos persistente;
  • Heridas o candidiasis en la boca, garganta o región genital;
  • Enrojecimiento en la piel;
  • Malestar general.

Además, también se debe acudir al hospital en caso de que surjan síntomas como somnolencia, confusión o convulsiones.

El tratamiento de las infecciones generalmente es llevado a cabo mediante el uso de antibióticos o antifúngicos, y en ciertos casos también pueden ser aplicadas inmunoglobulinas en la vena para mejorar la respuesta del sistema inmune.

Cómo prevenir infecciones

Algunos cuidados son importantes para evitar infecciones en personas inmunosuprimidas o inmunodeprimidas, tales como:

  • Lavarse las manos frecuentemente, con agua y jabón neutro, principalmente antes y después de ir al baño, comer, cocinar, tocar animales, hacer jardinería y cambiar los pañales del bebé;
  • Aplicar alcohol en gel en las manos frecuentemente;
  • Evitar tocar superficies y llevarse las manos a los ojos, la boca o la nariz;
  • Lavar bien las verduras, las frutas y los vegetales y evitar comer alimentos mal cocidos o crudos;
  • Evitar el contacto con personas que tengan infecciones, como gripes, resfriados u otros tipos;
  • Evitar permanecer durante mucho tiempo en ambientes cerrados o con muchas personas y con poca circulación de aire.

Asimismo, es importante tener una dieta balanceada, variada y nutritiva, dormir bien y practicar actividad física regularmente, según las indicaciones médicas.