La intolerancia alimentaria ocurre cuando el organismo no puede digerir adecuadamente ciertos alimentos, lo que puede deberse a la ausencia o menor cantidad de enzimas digestivas en el cuerpo. Esto provoca la aparición de algunos síntomas después del consumo del alimento asociado a la intolerancia, como trastornos intestinales, hinchazón abdominal, dolor de cabeza y en algunos casos, erupciones en la piel.
Los síntomas de la intolerancia alimentaria suelen aparecer después de consumir grandes cantidades de un alimento en particular y pueden ocurrir tras el consumo de cualquier alimento, pero están más asociados a la leche y sus derivados, así como al trigo.
Es importante identificar el alimento responsable de la intolerancia alimentaria, ya que de esta manera es posible evitarlo o consumirlo en menor cantidad. Una forma de identificar cuál es el alimento responsable de los síntomas de intolerancia es mantener un diario alimentario, donde se registre en un cuaderno todo lo que se ha consumido durante el día, la hora, la cantidad y si se experimentó alguna reacción después de esa comida.
Síntomas de intolerancia alimentaria
Los principales síntomas de intolerancia alimentaria son:
- Dolor de cabeza;
- Fatiga excesiva;
- Náuseas y vómitos, en algunos casos;
- Dolor abdominal;
- Hinchazón abdominal, que puede deberse a la acumulación de gases;
- Urgencia para defecar, posiblemente asociada a la diarrea;
- Sensación de ardor en el estómago;
- Enrojecimiento y picazón en la piel;
- Dolor muscular;
- Dolor en las articulaciones.
Los síntomas de intolerancia alimentaria pueden aparecer minutos después de consumir el alimento, especialmente cuando se consume en grandes cantidades, lo que también intensifica los síntomas.
Cuando se presenten señales y síntomas de intolerancia alimentaria, es importante prestar más atención a los alimentos consumidos a lo largo del día para identificar el alimento asociado a la intolerancia y evitar su consumo en grandes cantidades.
¿Cuál es la diferencia entre alergia e intolerancia alimentaria?
A pesar de que presenten síntomas similares, la alergia y la intolerancia alimentaria son situaciones diferentes. La alergia alimentaria es una respuesta exagerada del organismo a una sustancia específica presente en el alimento, lo que resulta en la aparición de síntomas inmediatos que afectan principalmente la piel y las mucosas. Para saber qué es la alergia alimentaria.
Por otro lado, la intolerancia alimentaria es una situación en la cual la persona no dispone de suficientes enzimas digestivas, lo que dificulta la digestión y provoca la aparición de síntomas a medida que el alimento se procesa, los cuales pueden manifestarse en todo el cuerpo.
Principales causas
La intolerancia alimentaria está relacionada con la dificultad del organismo para procesar algunas sustancias presentes en los alimentos, siendo las principales:
- Lactosa, presente en la leche y sus derivados;
- Gluten, presente en el trigo, centeno y cebada;
- Histamina, que se encuentra en embutidos como jamón y salami, así como en pescado seco, en conservas, vinos, cerveza, vinagre y quesos;
- Sacarosa y almidón, presentes en alimentos como papas, yuca, arroz, avena, pastas y trigo;
- Fructosa, presente en frutas en general, granos y cereales;
- Fructanos, presentes en trigo, centeno, cebada, col, sandía, manzanas y puerro;
- Rafinosa, presente en arroz, avena, almendras, avellanas, cebolla, zanahoria, col rizada, frijoles y nueces.
Dado que la intolerancia alimentaria puede desencadenarse por diversos alimentos, es importante prestar atención a lo que se consume y si se desarrollan o no signos o síntomas.
Cómo es realizado el diagnóstico
El diagnóstico de intolerancia alimentaria debe ser realizado por un gastroenterólogo. Inicialmente, el médico evalúa los signos y síntomas presentados por la persona y luego indica la mejor prueba a realizar con el objetivo de identificar el alimento responsable de la intolerancia.
Por lo tanto, el médico puede recomendar la realización de una prueba respiratoria, especialmente en caso de sospecha de intolerancia a la lactosa, fructanos, sacarosa y almidón, o una biopsia de la mucosa duodenal, que suele indicarse en caso de sospecha de intolerancia al gluten, sacarosa y almidón.
Además, en algunos casos, el médico puede llevar a cabo una prueba de provocación, que consiste en consumir el alimento sospechoso de causar intolerancia y luego observar si aparece algún síntoma.
Tratamiento para la intolerancia alimentaria
El tratamiento de la intolerancia alimentaria implica evitar el consumo del alimento asociado a los síntomas. También es importante observar si los alimentos que contienen trazas del alimento responsable de la intolerancia también provocan síntomas, ya que en ese caso, también deben evitarse.
Además, según el tipo de intolerancia, el médico puede recomendar el uso de medicamentos, que son básicamente enzimas digestivas indicadas cuando la persona va a consumir una comida que contiene el alimento asociado con la intolerancia. Por ejemplo, si se desea comer un pastel, el médico puede recomendar el uso de la enzima lactasa antes de su consumo, ya que esto favorece la digestión de ese alimento y evita la aparición de síntomas.
También se recomienda consultar a un nutricionista para que pueda recomendar un plan de alimentación de acuerdo con las necesidades nutricionales de la persona y sin los alimentos que causan síntomas. Una opción que puede recomendarse es la dieta FODMAP, que tiene como objetivo eliminar de la dieta diaria alimentos que se digieren más lentamente y que favorecen los síntomas. Conozca cómo hacer la dieta FODMAP.