Intubación endotraqueal: qué es, para qué sirve y procedimiento

La intubación orotraqueal, a menudo conocida simplemente como intubación, es un procedimiento en el cual el médico inserta un tubo desde la boca de la persona hasta la tráquea, con el fin de mantener una vía abierta hacia los pulmones y garantizar una respiración adecuada. Este tubo se conecta a un respirador, que reemplaza la función de los músculos respiratorios, empujando el aire hacia los pulmones.

De este modo, la intubación está indicada cuando el médico necesita tener control total sobre la respiración de la persona, lo que ocurre con mayor frecuencia durante cirugías con anestesia general o para mantener la respiración en personas internadas en estado grave.

Este procedimiento debe ser realizado únicamente por un médico profesional capacitado y en un lugar con equipos adecuados, como los hospitales, ya que existe el riesgo de causar lesiones graves en las vías respiratorias.

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Para qué sirve

La intubación endotraqueal está indicada cuando el médico necesita tener control total sobre la respiración de la persona, lo que puede ser necesario en las siguientes situaciones:

  • Someterse a anestesia general para cirugía;
  • Tratamiento intensivo en personas en estado grave;
  • Paro cardiorrespiratorio;
  • Obstrucción de la vía aérea, como ocurre en el edema de glotis, por ejemplo.

Asimismo, cualquier problema de salud que pueda afectar las vías respiratorias también puede ser indicación para llevar a cabo una intubación, pues es necesario garantizar que los pulmones continúen recibiendo oxígeno.

Existen tubos de diferentes diámetros para efectuar la intubación, siendo los más comunes los de 7 y 8 mm en los adultos. Por otra parte, en el caso de niños, el tamaño del tubo para la intubación es escogido según la edad del paciente.

Procedimiento de la intubación endotraqueal

La intubación es llevada a cabo con la persona acostada boca arriba y, por lo general, inconsciente; pues en el caso de cirugías, la intubación solo es realizada después del inicio de los efectos de la anestesia, debido a que este es un procedimiento extremadamente incómodo.

Para efectuar la intubación orotraqueal correctamente, son necesarias dos personas: una que mantenga el cuello seguro, garantizando la alineación de la columna y de la vía respiratoria, y otra para insertar el tubo. Este cuidado es extremadamente importante después de accidentes o en individuos a los que se les ha confirmado daños en la columna vertebral, para evitar que surjan lesiones en la médula espinal.

Luego, quien está llevando a cabo la intubación debe tirar del mentón hacia atrás y abrir la boca de la persona para posicionar un laringoscopio en la cavidad oral, que es un dispositivo que va hasta el inicio de la vía respiratoria y permite observar la glotis y las cuerdas vocales. En seguida, es colocado el tubo por la boca y a través de la abertura de la glotis.

Para finalizar, el tubo se mantiene en el sitio con un pequeño globo inflable y se conecta a un respirador, el cual sustituye el trabajo de los músculos respiratorios y permite que el aire llegue a los pulmones.

¿La persona intubada está consciente?

Las personas intubadas permanecen inconscientes, principalmente debido a su estado de salud, pero también para hacer este proceso más fácil y menos molesto, además de evitar que el tubo sea removido, lo cual podría causar graves lesiones en la vía aérea.

Sin embargo, el tubo generalmente es retirado con la persona despierta y este es un proceso que debe ser muy bien evaluado por el médico, ya que es importante garantizar varios parámetros, como la correcta oxigenación de la sangre, entre otros, antes de despertar a la persona.

Cuándo no se debe realizar

Existen pocas contraindicaciones para la intubación endotraqueal, pues es un procedimiento de emergencia que ayuda a garantizar la respiración. No obstante, este método debe evitarse en personas que tienen algún tipo de corte en la tráquea, por lo que se opta, en estos casos, por realizar una cirugía para colocar el tubo en la región.

La presencia de una lesión en la columna vertebral no es una contraindicación para la intubación, puesto que es posible estabilizar el cuello para no agravar o provocar nuevas lesiones en la médula espinal.

Posibles complicaciones

La complicación más grave que puede ocurrir en una intubación es la colocación del tubo en la localización errada, como en el esófago, enviando el aire hacia el estómago en vez de los pulmones, lo que genera falta de oxigenación.

Además, si no es realizada por un profesional de la salud, la intubación puede incluso causar lesiones en las vías respiratorias, sangrados y la aspiración del vómito hacia los pulmones.

Intubación y COVID-19

La intubación está indicada en casos graves de COVID-19 en que hay insuficiencia respiratoria grave, síndrome respiratorio agudo grave (SRAG) y en personas que incluso con tratamiento con oxígeno por catéter nasal continúan teniendo una oxigenación baja, con saturaciones menores de 90% y síntomas como dificultad para respirar, frecuencia respiratoria superior a 25-30 respiraciones por minuto, exceso de producción de sudor y aumento de los latidos cardíacos.

Este procedimiento debe realizarse en la UCI por un médico profesional con entrenamiento adecuado como enfermeros y fisioterapeutas, para garantizar la ventilación pulmonar, la oxigenación adecuada del cuerpo y evitar la insuficiencia respiratoria causada por la inflamación grave de los pulmones debido a la infección por el coronavirus.