Inyección subcutánea: técnica y lugares de aplicación

Qué es:

La inyección subcutánea es una vía de administración en la que administra el medicamento por medio de aguja en la capa de grasa debajo de la piel, principalmente en la zona abdominal.

Este tipo de técnica es ideal para la administración de algunos medicamentos que deben aplicarse en casa por su facilidad de aplicación, la cual permite una liberación gradual del medicamento. Tiene pocos riesgos para la salud en comparación con la vía intramuscular. 

La inyección subcutánea se utiliza principalmente para la aplicación de insulina o enoxaparina en casa, siendo común después de intervenciones quirúrgicas o durante el tratamiento de padecimientos que hayan surgido como consecuencia de un coágulo, como por ejemplo un ACV o trombosis venosa profunda.

Imagem ilustrativa número 1

Aplicación correcta de la inyección subcutánea

La técnica para aplicar una inyección subcutánea es relativamente sencilla, siga los siguientes pasos:

  1. Prepare el material necesario: jeringa precargada con el medicamento, algodón/ compresa y alcohol;
  2. Lavarse las manos antes de la aplicación;
  3. Limpiar correctamente la piel con el algodón humedecido con alcohol para desinfectar la zona de aplicación;
  4. Hacer un pliegue en la zona de aplicación, utilizando el pulgar y el índice de la mano contraria a la que va a utilizar para aplicar la inyección;
  5. Introducir la aguja en el pliegue de la piel (en un ángulo de 90ª) con un movimiento rápido, utilizando su mano dominante;
  6. Aplique el medicamento lentamente, empujando el émbolo de la jeringa, hasta que todo el medicamento sea administrado;
  7. Retire la aguja con un movimiento rápido y deshaga el doblez de piel, aplique una ligera presión en la zona con otro algodón humedecido con alcohol durante un par de minutos;
  8. Coloque la jeringa y la aguja utilizadas en un recipiente seguro, el cual debe ser de un material duro y que no esté al alcance de los niños. Nunca debe intentar tapar de nuevo la jeringa.

Esta técnica puede realizarse en varias partes del cuerpo que tengan un depósito  de grasa, pero lo más importante es que entre cada aplicación cambie de lugar, incluso siendo la misma zona del cuerpo, procure dejar un espacio de al menos 1 cm de distancia entre cada aplicación.

En caso de que una persona tenga poca grasa corporal, debe introducir 2/3 de la aguja con el objetivo de evitar su aplicación en el músculo. Al realizar el pliegue de la piel, es importante hacer presión sobre la piel, para no tomar músculo y tejido adiposo.

Lugares de aplicación de la inyección

Los mejores lugares para aplicar una inyección subcutánea son aquellos en los hay una mayor depósito de grasa. De esta forma, las zonas más utilizadas incluyen:

1. Abdomen

La zona alrededor del ombligo es una de las más grandes reservas de grasa corporal, por lo que casi siempre se considera como la primera opción para administrar las inyecciones subcutáneas. Además, en esta zona es mucho más fácil hacer el pliegue de la piel sin tomar músculo, siendo una zona muy segura para su aplicación.

El principal cuidado que debe tener en este lugar es dejar un espacio de al menos 1 cm desde el ombligo al momento de aplicar la inyección.

2. Brazo

El brazo puede ser otras de las zonas utilizadas para este tipo de inyección, ya que también posee depósitos de grasa, como en la parte trasera y lateral entre el codo y el hombro. 

En esta zona puede ser más difícil hacer el pliegue de la piel  sin tomar músculo, por lo que es necesario tener cuidado al separar ambos tejidos antes de aplicar la inyección.

3. Muslos

La inyección también puede aplicarse en los muslos, ya que es otra zona en donde hay grasa, especialmente en mujeres. Aunque no es el lugar más utilizado, el muslo puede ser una buena opción cuando el abdomen y los brazos se han utilizado en múltiples ocasiones continuas. 

Posibles complicaciones

La inyección subcutánea se considera segura, sin embargo, como cualquier técnica de aplicación de medicamentos por medio de está técnica, existen algunas complicaciones que pueden surgir, tales como:

  • Dolor en la zona de aplicación;
  • Enrojecimiento de la piel;
  • Hinchazón local;
  • Salida de secreción;

Estas complicaciones pueden presentarse en cualquier caso, pero son más frecuentes cuando se necesitan aplicar inyecciones subcutáneas por largos períodos.

En caso de que surjan algunos de estos síntomas y no mejore después de algunas horas, es importante acudir con un médico.