5 remedios caseros para la laberintitis

Evidencia científica

El tratamiento natural de la laberintitis puede ser realizado mediante remedios caseros como el té de Ginkgo biloba o el té de jengibre, pues estos poseen sustancias con acción antiinflamatoria y antiemética que ayudan a aliviar los síntomas de esta afección, principalmente los mareos, la pérdida de equilibrio y las náuseas.

La laberintitis es una inflamación en el oído que afecta el laberinto, una región responsable por la audición y el equilibrio, y puede estar causada por el envejecimiento natural o por otros factores como cansancio excesivo, exceso de estrés o abuso de bebidas alcohólicas, pudiendo surgir varias veces a lo largo de la vida, dificultando las actividades del día a día. Vea cómo identificar los síntomas de la laberintitis.

Aunque no sirvan para sustituir el tratamiento indicado por el médico, los remedios caseros pueden ayudar a aliviar de forma más rápida los síntomas de la laberintitis o a evitar el surgimiento frecuente de las crisis.

Este contenido tiene fines informativos y no reemplaza la orientación médica. No interrumpa ningún tratamiento sin la debida asesoría.
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Principales remedios caseros

Los principales remedios caseros para la laberintitis son:

1. Té de Ginkgo biloba

El té de Ginkgo biloba puede emplearse para combatir los mareos o la pérdida de equilibrio causados por la laberintitis, pues esta planta mejora la circulación sanguínea dentro del oído, lo que ayuda también a combatir el zumbido.

Este té puede tomarse diariamente, pero está indicado principalmente en períodos de mayor estrés o cuando las crisis de laberintitis son más frecuentes.

Ingredientes:

  • 1 cucharada de hojas secas de Ginkgo biloba;
  • 1 taza de agua.

Modo de preparación:

Hervir las hojas secas de Ginkgo biloba en el agua durante 1 minuto. Dejar reposar por 5 minutos y beber de 3 a 4 tazas al día.

El té de Ginkgo biloba no debe emplearse en niños menores de 12 años de edad, mujeres embarazadas o en período de lactancia ni por personas con elevado riesgo de hemorragia o con algún sangrado activo.

2. Té de jengibre

El té de jengibre contiene gingerol, shogaol y zingerona, que son sustancias con propiedades antiinflamatorias y antieméticas que ayudan a aliviar la inflamación del oído, disminuyendo los síntomas de náuseas y vómito causados por la laberintitis. Conozca otros beneficios del jengibre.

Ingredientes:

  • 1 cm de raíz de jengibre cortada en rodajas o rallada;
  • 1 litro de agua.

Modo de preparación:

Llevar el agua a ebullición junto con el jengibre y dejar hervir de 5 a 10 minutos. Colar y beber el té en 3 o 4 dosis divididas a lo largo del día.

Otra opción para preparar el té es sustituir la raíz por 1 cucharadita de jengibre en polvo.

Este té debe evitarse por personas con sangrado activo en el estómago, ocasionado por úlcera, por ejemplo, o por personas que estén utilizando medicamentos anticoagulantes, pues el jengibre posee propiedades anticoagulantes que pueden causar hemorragia o aumentar su riesgo.

Asimismo, durante el embarazo, la cantidad de jengibre que debe emplearse es 1 g por día, por un máximo de 4 días.

3. Té de romero

El té de romero, preparado con la planta medicinal Rosmarinus officinalis, es rico en sustancias como ácido rosmarínico, ácido carnósico y aceites esenciales, con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras, las cuales ayudan a aliviar os mareos causados por la laberintitis.

Ingredientes:

  • 1 cucharadita de hojas frescas de romero;
  • 250 mL de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Añadir las hojas de romero en el agua hirviendo, tapar y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Colar, dejar entibiar y tomar de 3 a 4 veces al día.

El té de romero no debe ser consumido por niños menores de 5 años de edad, mujeres embarazadas o en período de lactancia ni por personas que tengan enfermedades hepáticas, pues este té puede empeorar los síntomas y la enfermedad.

Asimismo, el té de romero puede interactuar con ciertos medicamentos, como anticoagulantes, diuréticos, litio y fármacos para la diabetes o para regular la presión arterial, razón por la cual, en caso de que se esté empleando alguno de dichos medicamentos, es importante consultar el médico antes de tomar el té.

4. Té de lavanda

El té de lavanda posee sustancias con acción calmante y relajante que reducen la ansiedad, la cual puede empeorar los mareos provocados por la laberintitis.

Además, este té reduce el estrés y mejora la calidad del sueño, que muchas veces son factores que contribuyen al desarrollo de laberintitis.

Ingredientes:

  • ½ cucharadita de flores de lavanda;
  • 1 taza de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Agregar las flores de lavanda en el agua hirviendo y dejar reposar por 10 minutos. Colar y beber 1 taza diaria, antes de dormir.

El té de lavanda no debe tomarse por mujeres embarazadas ni por personas con úlceras estomacales o que sean alérgicas al aceite esencial de lavanda.

5. Compresa de ajo y aceite de oliva

La compresa de ajo y aceite de oliva posee propiedades antiinflamarorias gracias a la alicina, presente en el ajo, que ayuda a disminuir la inflamación del oído y a combatir los síntomas de la laberintitis como zumbidos, mareos o pérdida de equilibrio.

Asimismo, el aceite de oliva ayuda a lubricar el oído y a disminuir las molestias causadas por la inflamación.

Ingredientes:

  • 1 diente de ajo;
  • 1 chorro de aceite de oliva.

Modo de preparación:

En una cuchara o una olla, colocar el diente de ajo triturado y el chorro de aceite de oliva y llevar al fuego para calentarlo un poco hasta que esté tibio. Luego, mojar un trozo de algodón en el aceite, exprimir para retirar el exceso y colocar en la oreja, tapando el oído. Dejar actuar este remedio alrededor de 20 minutos. Repetir el procedimiento 3 veces al día.

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