La labilidad emocional se refiere a cuando una persona experimenta cambios de humor muy rápidos o tiene emociones desproporcionadas para una situación o entorno determinado, presentando llanto o risa incontrolable. Esta condición también se manifiesta a través de otros síntomas como explosiones de ira, episodios de tristeza extrema y desapego hacia otras personas.
La labilidad emocional es causada en la mayoría de los casos por alteraciones genéticas, experiencias negativas en la infancia o lesiones cerebrales provocadas por traumatismos craneoencefálicos o por otras enfermedades como el Alzheimer. Además, también puede estar asociada a algunos trastornos mentales como el afecto pseudobulbar, el trastorno bipolar, el síndrome de Borderline y la ciclotimia.
El tratamiento de la labilidad emocional puede realizarse con medicamentos antidepresivos recomendados por el psiquiatra, psicoterapia y medidas naturales como la práctica de actividad física, meditación a través de técnicas de relajación y respiración.
Principales síntomas
Los principales síntomas de la labilidad emocional incluyen:
- Cambios repentinos de humor;
- Explosiones de ira sin motivo aparente;
- Llanto o risa incontrolable en momentos inadecuados;
- Tristeza excesiva que aparece de repente y sin explicación;
- Apego o desapego exagerado hacia otras personas.
En algunos casos, la labilidad emocional puede estar relacionada con síntomas de depresión, ansiedad e incluso de trastornos alimentarios como la compulsión alimentaria, la anorexia y la bulimia nerviosa. Sepa más qué es la bulimia nerviosa y sus síntomas.
Posibles causas
La labilidad emocional parece estar influenciada por factores genéticos y experiencias traumáticas en la infancia, siendo más propensas a experimentar este tipo de alteración las mujeres entre 16 y 24 años.
A menudo, esta alteración es provocada por problemas psicológicos que dificultan el control de las emociones y reacciones, como por ejemplo:
- Trastorno de la expresión emocional involuntaria o afecto pseudobulbar: un trastorno del afecto caracterizado por la dificultad para controlar las emociones y que se manifiesta con risa o llanto incontrolables;
- Ciclotimia: una condición psicológica en la que la persona varía entre un estado de euforia y depresión;
- Síndrome de Borderline: caracterizado por cambios repentinos de humor y un miedo excesivo a ser abandonado por otras personas;
- Trastorno bipolar: identificado por la alternancia de humor, entre la fase depresiva y la fase de manía, que es la extrema euforia;
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): más común en niños, es un tipo de trastorno que conduce a una distracción e impulsividad excesivas;
- Trastorno del espectro autista (TEA): una condición que provoca alteraciones en el comportamiento y problemas en la comunicación y socialización.
Algunas lesiones cerebrales provocadas por traumatismos craneoencefálicos, fracturas de cráneo y enfermedades como el Alzheimer, la esclerosis múltiple y la demencia frontotemporal también pueden desencadenar síntomas de labilidad emocional.
Además, algunas situaciones cotidianas pueden llevar al surgimiento de los síntomas de la labilidad emocional, conocidos como desencadenantes. Algunos desencadenantes pueden ser el cansancio excesivo, la ansiedad, el estrés, la pérdida de empleo, la muerte de un ser querido, relaciones conflictivas y ambientes muy ruidosos.
Cómo es el tratamiento
El tratamiento para la labilidad emocional debe ser indicado por un médico psiquiatra y depende de la gravedad de los síntomas y si la persona tiene algún trastorno o problema psicológico asociado. Generalmente, el médico recomienda el uso de medicamentos como antidepresivos para regular las hormonas cerebrales responsables de las emociones.
Algunas medidas naturales también pueden ayudar en el tratamiento de la labilidad emocional, como hacer ejercicio físico, desarrollar actividades de distracción y ocio, participar en sesiones de meditación con técnicas de respiración y relajación, y asistir a terapia psicológica mediante psicoterapia. Sepa más qué es la psicoterapia y para qué sirve.
Es importante consultar al psiquiatra e iniciar el tratamiento tan pronto como aparezcan los síntomas, ya que en muchas ocasiones los síntomas de esta alteración pueden perjudicar la realización de actividades cotidianas como trabajar, estudiar o salir al cine o teatro.