El uso de una faja reductora abdominal para reducir la cintura puede ser una estrategia interesante para colocarse ropa ajustada, sin tener que preocuparse por la panza. No obstante, no deben ser utilizadas a diario porque puede comprimir demasiado la región abdominal, perjudicando la respiración y la digestión.
Dormir con faja o pasar todo el día utilizándola solo para disminuir la cintura puede agravar la asimetría del abdomen, debido a que impide la contracción natural de los músculos abdominales y disminuye el diámetro de estas fibras musculares, favoreciendo la debilidad muscular y, como consecuencia, crea mayor flacidez en el abdomen.
Por este motivo, el efecto de la faja para verse más delgada es sólo momentáneo y arriesgado para la salud, si es utilizada por mucho tiempo.
Riesgos del uso frecuente de fajas abdominales
Usar diariamente una faja abdominal muy apretada y solamente con la intención de reducir la cintura es arriesgado porque puede haber:
- Debilidad de los músculos abdominales y la espalda, dejando la barriga más flácida y empeorando la postura, porque los músculos se vuelven más débiles, formando un ciclo vicioso, habiendo cada vez más necesidad de usar la faja para reducir la cintura y supuestamente mejorar la postura;
- Dificultad para respirar, ya que durante la inspiración el diafragma baja moviendo naturalmente el abdomen, y con la faja este movimiento se ve perjudicado;
- Indigestión, porque la presión excesiva de la faja sobre el estómago y otros órganos digestivos, dificulta el paso de la sangre y sus funciones;
- Estreñimiento, porque el movimiento del diafragma sobre el intestino ayuda al vaciamiento intestinal, pero con el uso de la faja este movimiento no sucede como debería;
- Mala circulación sanguínea porque la presión excesiva de la faja sobre los vasos, dificulta que la sangre llegue a todos los tejidos de forma eficiente;
- Aumentar la inseguridad cuando no se tenga la faja, lo que es perjudicial para la salud mental y la calidad de vida.
La mejor forma de reducir la cintura de forma rápida, pero definitiva, es quemando la grasa localizada, lo que puede ser hecho con dieta y ejercicios. Las técnicas estéticas, como liposucción o lipocavitación, por ejemplo también son bastante útiles para mejorar el contorno corporal, siendo más eficientes y teniendo mejores resultados que la faja abdominal.
¿Cuándo son indicadas?
El uso de la faja abdominal es especialmente indicado en caso de cirugías en la columna o en los órganos abdominales porque ayudará a cicatrizar los cortes en la piel y en los músculos y evitará la apertura de los puntos internos.
La faja también es indicada particularmente después de una cirugía plástica como la abdominoplastia o la liposucción, ya que ayudará a contener la hinchazón y la retención de líquidos que son comunes en el postoperatorio.
Después de una cirugía la faja puede ser usada incluso para dormir, debiendo ser retirada sólo para bañarse, pero sólo debe ser usada por el tiempo determinado por el médico.
Además de esto, el uso de la faja también puede ser una buena opción para aumentar el bienestar de la persona obesa que está en el proceso de pérdida de peso. Pero para sentirse realmente bien con el nuevo cuerpo, puede ser indicado realizar cirugías plásticas para quitar el exceso de piel después de que la persona alcance su peso ideal.
¿Puedo utilizar la faja abdominal para entrenar?
La faja masculina cuando es colocada sobre el abdomen puede ser útil para estabilizar la espalda, facilitando la realización de levantamiento de pesos en el gimnasio. Por esto, cuando el hombre está entrenando y haciendo una serie nueva o cuando tiene que levantar mucho peso, el entrenador puede recomendar el uso de una faja para proteger la columna.
Algunas marcas comercializan fajas hechas con material de goma como neopreno, que aumenta la transpiración en la región del vientre, lo que supuestamente ayuda a quemar grasa y adelgazar. Sin embargo, la transpiración no elimina grasa, causando sólo deshidratación, así que ese tipo de faja sólo reduce medidas por eliminar más agua, siendo su efecto muy pasajero.
¿La embarazada puede utilizar una faja abdominal?
La embarazada puede usar la faja abdominal desde que sea propia para el embarazo, porque éstas son excelentes para ayudar a sostener la barriga y evitar el dolor de espalda. La faja ideal para la embarazada debe ser hecha con tejido más elástico, sin ganchos o velcro, siendo más fácil vestir y adaptar al tamaño, conforme la barriga va creciendo.
En todo caso no se recomienda usar fajas abdominales que no fueron hechas específicamente para mujeres embarazadas, ya que durante esta fase pueden causar problemas de salud tanto para la madre como para el bebé. Su uso inapropiado puede causar compresión del útero, de la vejiga, de la placenta e inclusive del cordón umbilical que pueden comprometer el crecimiento del bebé.