La leche de soya solo debe darse como alimento para el bebé si el pediatra lo recomienda, como ocurre en los casos donde este no puede ser amamantado, cuando desarrolla alergia a la leche de vaca o incluso en algunos casos de intolerancia a la lactosa, pues no contiene proteínas proveniente de la leche de vaca ni lactosa en su composición.
La leche de soya que contiene las fórmulas infantiles es producida a partir de la proteína de soya, aportando diversos nutrientes que son esenciales para el crecimiento del bebé, como el omega 3 y 6, L-metionina y ácidos grasos poliinsaturados, sin embargo, pueden variar dependiendo de la marca de la fórmula. Algunos nombres comerciales de las leches de soya son NAN Soya, Nutribén Soja, Similac Isomil 2, Enfamil soya, Nursoy Gold leche de soya, entre otros.
Por otro lado, la leche de soya convencional, conocida como bebida de soya, tiene un bajo aporte de calcio y menor cantidad de proteínas que la leche de vaca, siendo recomendada solo para niños mayores de 2 años de edad, debiendo usarse solamente bajo la orientación del pediatra.
Desventajas y peligros de la leche de soya
Por estar en fase de crecimiento y desarrollo, el consumo de leche de soya por los bebés podría ocasionar problemas como:
- Menor contenido de calcio que la leche de vaca, teniendo generalmente calcio añadido artificialmente por la industria;
- El calcio es de difícil absorción por el intestino, pues la leche de soya contiene fitatos, sustancias que reducen la absorción de calcio;
- No contiene nutrientes importantes, como las vitaminas A, D y B12, debiéndose buscar fórmulas que las contengan y que sean fortificadas con estos nutrientes;
- Aumento del riesgo de desarrollar alergia, pues la soya es un alimento alergénico, pudiendo causar alergias principalmente en bebés que son alérgicos a la leche de vaca;
- Contiene fitoestrógenos como las isoflavonas, que son sustancias que actúan como la hormona estrógeno en el organismo y, que según algunos estudios científicos, podría generar efectos negativos en el desarrollo sexual y reproducción, en el desarrollo del comportamiento neurológico, en la función inmune y en la tiroides. Sin embargo, son necesarios más estudios porque los resultados no son conclusivos al respecto;
- Presenta elevado contenido de aluminio, en comparación con la leche humana. Este mineral se ha asociado a un aumento de su deposición en los huesos y en el sistema nervioso central, especialmente en niños prematuros y/o con la función renal comprometida, pudiendo causar osteopenia. Sin embargo, en niños pretérmino y con la función renal normal aparentemente no hay riesgo sustancial de toxicidad por aluminio.
Sin embargo, a pesar de estas desventajas, numerosos estudios científicos han documentado un crecimiento y desarrollo normal en bebés a termino alimentados con fórmulas de soya.
Cuándo es indicada la leche de soya
De acuerdo con la American Academy of Pediatrics, la leche de soya solo debe ser usada en bebés en casos de:
- Galactosemia congénita, que es una enfermedad en la que el niño no logra digerir ningún producto proveniente de la leche de vaca;
- Cuando existe deficiencia primaria de lactasa y se produce una intolerancia a la lactosa;
- Diarreas agudas con deficiencia secundaria de lactasa, siendo en estos casos de uso momentáneo, ya que una vez pasada la diarrea se puede retomar la lactancia o la fórmula que estaba ingiriendo originalmente;
- Cuando los padres del niño son estrictamente veganos y no están dispuestos a darle leche de vaca al niño.
Asimismo, la leche de soya también puede usarse en bebés que son alérgicos a la proteína de la leche, pero no a la soya, lo que puede identificarse a través de exámenes de alergia. Conozca cómo es realizado el examen para detectar alergias.
Qué otra leche puede tomar el bebé
Si el bebé es intolerante a la lactosa, este es un problema fácil de controlar, pudiendo usarse fórmulas infantiles sin lactosa, como Nutrilon sin lactosa, S26 sin lactosa, por ejemplo, o leches a base de soya de acuerdo con la orientación del pediatra.
No obstante, en los casos en los que el bebé es alérgico a la leche de vaca, normalmente se evita usar leches a base de soya porque también pueden provocar alergias, siendo necesario utilizar leches a base de aminoácidos libres o de proteínas extensamente hidrolizadas, como es el caso del Neocate, por ejemplo.
Para niños mayores de 2 años de edad que sean alérgicos a la leche de vaca, el pediatra puede recomendar el uso de leche de soya o de otras bebidas vegetales; sin embargo, es importante tener en cuenta que no brindan los mismos beneficios que la leche de vaca.
De esta forma, la alimentación del bebé debe ser variada, equilibrada y, preferiblemente, orientada por un nutricionista, con la finalidad de que este obtenga todos los nutrientes necesarios para su desarrollo. Conozca cómo elegir la mejor leche para el recién nacido.