Qué es:
La lengua fisurada, también llamada lengua escrotal o agrietada, es una alteración benigna caracterizada por la presencia de varios cortes en la lengua que no causan signos ni síntomas, no obstante, cuando no se tiene una higiene adecuada en la lengua, existe un mayor riesgo de infecciones, además de poder haber dolor leve, ardor y mal aliento.
No existe tratamiento específico para esta condición, siendo únicamente recomendado que la persona tenga una buena higiene bucal, cepillando los dientes regularmente, usando hilo dental y limpiando muy bien la lengua para remover el resto de alimentos que puedan haber quedado acumulados en las fisuras, los cuales permiten el desarrollo de microorganismos. Conozca cómo tener una buena higiene bucal.
Cómo identificarla
La lengua fisurada no ocasiona el surgimiento de ningún signo ni síntoma característico, solo la presencia de grietas en la lengua, que pueden tener entre 2 y 6 mm de profundidad.
Sin embargo, algunas personas relatan que sienten dolor o ardor al comer alimentos picantes, salados o ácidos, y pueden presentar mal aliento debido a la acumulación de restos de comida dentro de las fisuras, que promueven el crecimiento de las bacterias dentro de la boca.
Qué causa la lengua fisurada
La lengua fisurada no tiene una causa específica, siendo una característica genética que la persona posee; por esta causa, esta condición puede ser observada desde la infancia y tiende a volverse más pronunciada con el envejecimiento.
Las personas más afectadas son aquellas que tienen acromegalia, psoriasis o síndromes como Síndrome de Down, Síndrome de Sjögren o Síndrome de Melkersson-Rosenthal, por ejemplo. Asimismo, las personas que tienen la lengua geográfica, que es cuando las papilas gustativas se vuelven notorias y forman una especie de "mapa" en la lengua, generalmente también tienen la lengua fisurada.
Cómo lavarse los dientes correctamente
Para disminuir el riesgo de de acumulación de hongos o bacterias en las fisuras que pueden causar enfermedades orales, como candidiasis o gingivitis, por ejemplo, es importante tener una buena higiene bucal. Por ello, se debe cepillar los dientes después de las comidas, además de utilizar un raspador de lengua para ayudar a disminuir el riesgo de que bacterias y hongos se acumulen en las fisuras.
El rapador de lengua debe utilizarse diario, después de lavarse los dientes, por lo menos 2 veces al día, principalmente en el caso de fisuras linguales. En algunos casos, el dentista también puede indicar utilizar enjuague bucal 1 vez al día, siempre que no produzca ardor o malestar, con el objetivo de ayudar a eliminar los microorganismos que pueden estar en exceso en la boca.